Se cumplen 13 años de la desaparición de Marita Verón

La madre de la joven, Susana Trimarco, hizo un balance de la búsqueda y su lucha contra la trata de personas. «Jamás voy a abandonar a mi hija», afirmó.

«Yo cocino cuando vuelva», fueron las últimas palabras que Susana Trimarco escuchó de su hija el 3 de abril de 2002. Desde ese momento, la madre de Marita Verón nunca dejó de buscarla y su pelea, iniciada por el padre de la joven, Daniel Verón, se convirtió en una causa nacional y en un símbolo del combate contra las redes de explotación sexual.

En diálogo con radio América, Trimarco recordó hoy los duros 13 años que debió enfrentar y en los que le arrancaron a su hija de “un día para el otro”. “Logré visualizar el delito y que se logre una una ley sobre trata de personas. Lidiar con jueces corruptos de Tucumán”, afirmó.

La última referencia apuntó al tribunal provincial que falló, en el primer juicio oral sobre la desaparición de Verón, la absolución de todos los sospechosos. Poco tiempo después, tras la apelación de la sentencia, otro cuerpo de magistrados encontró culpables a 10 de los acusados, con penas de entre 10 y 22 años de prisión.

“Muchas veces me quisieron quemar la casa, toda la mafia se puso en contra”, sostuvo Trimarco, y agregó que vive junto a su nieta Micaela, hija de María de los Angeles Verón, “una vida de porquería” por los aprietes y amenazas que recibe.

En este sentido, responsabilizó al Poder Judicial y a la Policía “por estar metidos” en el negocio de la prostitución forzada: “Son unos vagos sin vergüenza que viven del cuerpo de la mujer”.

A través de una carta, Trimarco hizo un repaso sobre lo sucedido en sus 13 años de búsqueda, en la que ratificó su compromiso para encontrar a su hija y dar con los responsables.

“Abandonar este camino no es una opción y sé que voy a contar con el apoyo de la gente para lograr estos objetivos. Desde lo más profundo de mi corazón, espero que este sea el último aniversario sin ella».

La carta completa

Han pasado ya 13 años de esa mañana en que me dijo que en un rato nos íbamos a ver.

Muchas cosas pasado en este tiempo y la que más duele es su ausencia. Su hija Micaela se convirtió en una mujercita hermosa y brillante. Su papá ya no está en este mundo.

El delito de trata tuvo su tipificación legal.

Creé la Fundación Maria de los Ángeles para asistir a chicas que vivieron el mismo infierno que Marita.

Se hizo un juicio. Absolvieron escandalosamente a los 13 imputados. Apelamos. Nos dieron la razón. Un nuevo tribunal condenó a 10 de ellos, con entre 10 y 22 años de prisión.

Sin embargo, la sentencia todavía no esta firme.

Por lavado de dinero, otros responsables de lo que le pasó a mi hija están presos.

La legislatura provincial aceptó nuestro pedido de juicio político a los magistrados de la Sala II de Cámara Penal. Una medida cautelar de los jueces Romero Lascano y Piedrabuena frenó el proceso de Jury por su mal desempeño maltratando a víctimas durante el juicio.

Pasaron muchas más cosas. Esta es solo una enumeración de hechos, que están marcados por el dolor, la lucha de una madre y la firme convicción de que a como dé lugar voy a encontrar a Marita y voy a exigir justicia por ella hasta el último de mis días.

Abandonar este camino no es una opción y sé que voy a contar con el apoyo de la gente para lograr estos objetivos. Desde lo mas profundo de mi corazón, espero que este sea el último aniversario sin ella».

(Infobae)