El retorno de la militancia

Mucho antes que sea precandidato a la Presidencia decidí adherir al proyecto que encabezaba Néstor Kirchner porque en ese momento representaba la contracara, siempre por dentro del peronismo, de lo que había encarnado Carlos Menem, con quien nunca me sentí identificado.

Así como era notable la firmeza en sus convicciones, también, con el tiempo, y al contrario del axioma de Perón que dice que «La organización vence al tiempo», Kirchner prefirió privilegiar un armado político a través de células que sólo él podía conducir por lo diferentes que eran y aún son, como quedó demostrado en sus exequias donde, con lo diversos que son, aparecían Moyano y D’Elía.

Pero más allá de aciertos y errores, Argentina y Latinoamérica han perdido a un líder que marcó una época y que abrió la puerta para que miles de jóvenes retomaran la militancia y la fe en la política desde el discurso y la metodología del peronismo, cuando parecía que nuestro movimiento había perdido esa práctica y esa inserción.

Queda en nuestras manos, pero sobre todo en manos de la sangre nueva del PJ y del movimiento nacional llevar a la provincia y a la República al lugar que merecen y soñaron Juan y Eva Perón.