Nueva crisis entre Argentina y Gran Bretaña por la causa Malvinas

Tensión diplomática. Ambas cancillerías citaron a sus embajadores por acusaciones cruzadas respecto de la soberanía y militarización de las islas.

Los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña tensaron ayer la relación bilateral en torno a las islas Malvinas con un cruce de convocatorias a sus respectivos embajadores, a raíz de las acusaciones cruzadas por ambas administraciones respecto de la “soberanía” del archipiélago austral y la “militarización” de su territorio.
  El gobierno argentino citó al embajador británico en Buenos Aires, John Freeman, para que brinde “explicaciones” sobre acciones de espionaje contra el país y la “militarización y exploración ilegal de hidrocarburos” en la plataforma continental argentina.
  En tanto, la Cancillería británica, el Foreign Office (FCO), citó a la embajadora argentina ante el Reino Unido, Alicia Castro, por “sus dichos” y los de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en torno al diferendo por Malvinas, convocatoria que fue realizada el miércoles pero que se conoció ayer en el país.
  El requerimiento argentino fue realizada por el vicecanciller Eduardo Zuain, quien expresó a Freeman el “malestar” de la Casa Rosada luego de que el Foreign Office citara a Castro por los dichos de la presidenta el 2 de abril pasado en Ushuaia.
  Además, el Palacio San Martín, por medio de la Secretaría de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, presentó una denuncia penal contra cinco empresas que realizan “actividades de exploración de hidrocarburos en la plataforma continental argentina”.
  Desde Londres indicaron que “el Reino Unido no tiene dudas acerca de su soberanía sobre las islas Malvinas y sus áreas marítimas circundantes, como tampoco del derecho de los isleños acerca de decidir su propio futuro”.

Detonantes. Los dichos de la presidenta que causaron malestar en el Reino Unido tuvieron lugar la semana pasada, en Ushuaia (Tierra del Fuego), durante el acto de conmemoración del 33er. aniversario del desembarco argentino en las islas Malvinas.
  “Somos la excusa perfecta de un gobierno que ha tenido que abrir bancos de alimentos para alimentar a un millón de ingleses”, señaló la mandataria, y completó: “Que no se preocupen, que no pongan ni una sola libra más en la defensa de las islas Malvinas. Que la pongan para alimentar ingleses, en darles trabajo, porque no somos un peligro para nadie”.
  Desde el Foreign Office dijeron “objetar” esas declaraciones, lo que justifica la convocatoria a Castro para que “dé cuenta de ellas”, subrayaron.
  Sobre la denuncia penal, el titular de la Secretaría de Malvinas, Daniel Filmus, explicó que se realizó contra cinco empresas por violar la ley 26.915 y resoluciones de las Naciones Unidas que instan a ambas partes en la disputa de soberanía a “no introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras se encuentre pendiente la solución de la controversia”.
  Se trata de las compañías “Rockhopper, Premier Oil, Falklands Oil & Gas, Noble Energy y Edison Internacional, a las que, junto con sus directivos, hemos denunciado por la exploración ilegal de la plataforma continental argentina”, puntualizó Filmus tras presentar la denuncia en la Procuración.
  “Esas empresas van a tener que responder a la Justicia argentina. Ahora son los jueces los que van a tener que decir cuál es la sentencia y las consecuencias”, afirmó el funcionario, quien destacó el respaldo de organismos como “la Unasur, la Aladi, el Mercosur y el G77 más China”.

Silencios. A su vez, la Cancillería argentina puntualizó que el reclamo a Freeman tuvo que ver con “el silencio del gobierno británico frente a revelaciones de Edward Snowden, a través del medio The Intercept, sobre acciones de espionaje electrónico masivo dirigidas contra la Argentina”.
  “Según este medio, las acciones fueron llevadas adelante ante la creciente presión internacional para resolver la disputa de soberanía sobre las Malvinas”, precisó la información.
  El cruce de convocatorias ocurrió una semana después del 33er. aniversario del conflicto bélico de 1982 por el archipiélago, en medio de la tensión bilateral por las denuncias de Londres según las cuales Argentina es una “amenaza” para los isleños.
  En el conflicto bélico de 1982 en las islas Malvinas murieron 649 soldados argentinos, 255 militares británicos y tres isleños.

(La Capital)