Inundaciones: el estado del Saladillo

Por la correntada, la cascada del Saladillo se corrió 100 metros. El salto natural sufrió un notorio corrimiento aguas arriba y, aseguraron autoridades, es posible que ese proceso continúe.

Pese a que el nivel del arroyo Saladillo bajó aproximadamente un metro en las últimas 36 horas, a medida que las aguas bajan salen a la luz nuevas complicaciones para vecinos asentados en zonas de riesgo de inundación y derrumbe. Ayer a la tarde, una mujer de poco más de 20 años abrió tímidamente la puerta de una humilde vivienda de material y chapa ubicada en la entrada de la villa Tiro La Paloma, a unos pasos de la barranca de las cascadas del Saladillo, para mostrar que el tradicional salto de agua ubicado en el Parque Regional Sur se corrió unos cien metros hacia atrás y otros 15 hacia los costados, producto de la correntada.

La muchacha se llama Débora y con sus hermanos y su esposo Joel construyeron la casa en la entrada del asentamiento de emergencia formado por unas treinta viviendas más, cuyos habitantes también asentaron sus techos en los últimos años. “Sabemos que el lugar no es seguro pero la necesidad y la desesperación de no tener donde vivir te lleva a hacer estas cosas”, relató ella, mientras señalaba cómo el agua “fue comiendo los costados” de la cascada.

“En los tres años que hace que estamos acá nunca la vimos así”, dijo Débora. Además, aseguró que “cuando pasa la correntada parece que vamos a hundirnos porque tiembla toda la casa: el piso, las paredes, los muebles y hasta las luces”.

Débora vive en la precaria vivienda con su pequeño hijo de un año, su esposo, dos de sus hermanos, una cuñada y su sobrino de tres años que sufre de asma. Mientras cuenta sobre el temor que tienen en caso de que se repitan las intensas lluvias de los últimos días y que aumente nuevamente el caudal del arroyo, la joven pide a esta cronista que ingrese a los pasillos de Tiro La Paloma “porque se ve mejor cómo quedó la cascada”.

“No estamos acá porque queremos, nos anotamos dos veces en el plan Procrear pero nunca nos llamaron”, dijo Joel, a lo que su esposa agregó: “Mi papá y mis seis hermanos son albañiles, así que mano de obra nos sobra, sólo queremos poder pagar un terreno y los materiales para irnos a vivir a un lugar más seguro”.

Control y monitoreo

La secretaria de Obras Públicas, Susana Nader, confirmó que el corrimiento de la cascada fue de entre 70 y 100 metros hacia el oeste, producto de las intensas lluvias que se dieron en la región. La funcionaria recorrió ayer a la tarde el lugar, junto a personal del área de Hidráulica y Saneamiento municipal, para controlar el estado de las viviendas asentadas cerca de la barranca y señaló que “habrá puntos fijos de control y monitoreo”.

Cabe recordar que en 2010 el gobierno provincial llamó a licitación para ejecutar obras en el Parque Regional Sur que contemplaban, entre otras cosas, la construcción de una pendiente cuyo objetivo era frenar el corrimiento del salto de agua y así prevenir la erosión de la barranca y posibles derrumbes. Sin embargo, vecinos de barrio Saladillo iniciaron una demanda contra el Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente y en primera instancia la Justicia falló a favor de los vecinos. El año pasado, la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Rosario Sala 3ª revocó la sentencia pero aún el proyecto continúa frenado.

Sin números oficiales

El subdirector de Defensa Civil, Gonzalo Ratner, indicó que no hubo evacuados en la ciudad por el temporal y que la “situación en barrio Las Flores está controlada”, luego de que el agua afectara unas 25 viviendas.

Ante el riesgo de inundación o derrumbe, casi 40 familias decidieron trasladarse a las casas de vecinos o familiares, dos de barrio El Mangrullo, 15 de Tiro La Paloma y otras diez de Las Flores.

El arzobispo pidió tomar “conciencia”

El arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, quien ayer recibió el alta médica tras superar una afección cardíaca el último lunes, hizo llegar a través de sus voceros un mensaje a la comunidad ante “el dolor de nuestros hermanos afectados por las inundaciones”.

“Genera gran preocupación y nos conmueve la angustia y fatiga que provoca en el pueblo sufriente ante este fenómeno climático que pone en riesgo el hogar de muchas familias, sus pertenencias, la salud de los mayores y sus hijos”, indica el escrito, que luego subraya que “duele comprobar el desgarro interior que provoca la incertidumbre en sus corazones por lo que vendrá; ellos hoy más que nunca necesitan saber que están contemplados en los planes de quienes tiene a su cargo el cuidado de la casa común de todos”.

“Ante esta realidad queremos estar cerca de nuestro pueblo y decir, sin vacilación alguna, que es necesario en esta urgencia que tomen conciencia quienes más responsabilidades tienen, sean éstas para el cuidado del bien de todos o en la atención de su bien particular; y que recuerden y sepan que ya es tiempo de mirar soluciones de fondo para que cese este signo claro que nos muestra a nuestra ecología del medio ambiente y también humana desatendida, sin los cuidados necesarios”, añadió.

En otro tramo, Martín señaló que “es hora de saber aceptar que esto es consecuencia de las miserias de quienes sólo son capaces de pensar en su propia conveniencia y son indiferentes ante el dolor de los que sufren por su ciego egoísmo. A ellos los animamos a vivir una conversión que les hará más amable la propia vida”.

Por último, exhortó a parroquias e instituciones eclesiásticas a “trabajar solidariamente en la atención de los afectados”.

(El Ciudadano)