Inseguridad: junto a la tranquilidad, se van las empresas

Sostienen que dos firmas que pensaban instalarse en el Polígono Ovidio Lagos desistieron: una se fue a Baigorria y la otra a Alvear.

Pequeños y medianos empresarios radicados o que se encuentran construyendo sus plantas en un sector del extremo sudoeste de la ciudad hicieron catarsis en el Concejo Municipal en las últimas horas en torno a la situación de la seguridad. Allí expusieron que dos firmas que habían comprado terrenos para radicarse en el Polígono Industrial Ovidio Lagos desistieron de mudarse allí, según dijeron, debido a los constantes robos.

El Polígono Industrial Ovidio Lagos es un parque aún pequeño (ubicado al 7200 de esa calle), pero que busca desarrollarse y sumar inversiones.

Allí hay dos empresas instaladas y produciendo desde hace tres años: Indiv (dedicada a la fabricación de equipamiento para las industrias avícola y porcina) y Carple (especializada en el corte y plegado de chapas, y fabricante de aberturas metálicas y sistemas de cerramientos). En conjunto emplean a 120 personas. En enero se les podría sumar Ultracongelados Rosario (hoy se ubica sobre Presidente Perón), que está terminando de construir su nave industrial.

Lo cierto es que se afirma que ese progreso amaga con desacelerarse por la situación social en la zona. Según denunció Rubén Capuano, presidente del consorcio del polígono y titular de la firma Caplast, en lo que va del año ya se produjeron 9 grandes robos.

“Ingresan al polígono y hacen boquetes rompiendo las paredes de los galpones con troncos. Las sustracciones ya se dieron por sumas de dinero que rondan los 500 mil pesos. Eso incluye baterías, computadoras y herramientas manuales, entre otras cosas. Además, en febrero de este año apuñalaron a una persona de mantenimiento de una de las firmas”, señaló el empresario.

Desde el polígono dicen no querer caer en estigmatizaciones ni acusaciones directas.

Pero hacen mención al asentamiento irregular lindero que –señala Capuano– se ha extendido a unas 40 hectáreas de suelo privado hacia el sudeste del parque industrial (en inmediaciones de lo que se conoce como Puente Gallego), en donde habitan unas 3000 familias.

“Como todo asentamiento hay gran cantidad de gente buena y un núcleo de malandras. Estamos separados por un alambrado, y como lo cortan ya tuvimos que cambiar tres veces el cerco perimetral de cada fábrica. Además tenemos 20 caballos pastando dentro del predio. No tenemos nada contra el grueso de las familias que están allí. Ellos son víctimas también. Es doloroso ver el estado en que viven y que el Estado no haga nada”, sostiene el titular de Caplast.

En ese marco Capuano menciona que la inseguridad está comenzando a impactar de lleno en el incipiente desarrollo del parque industrial.

El empresario contó que las firmas Arrows y Mapsa (que elabora productos de chocolate), que en conjunto emplean a 230 personas, pusieron a la venta hace algunos meses la hectárea y media que por separado adquirieron en 2008 en el polígono con el fin de mudarse para ampliar su capacidad de producción. Ahora –dice– decidieron irse a Alvear y Granadero Baigorria, respectivamente.

“Vieron que la problemática ha ido avanzando y ni siquiera vinieron. Es que se hace muy difícil. La situación se ha transformado. A eso hay que agregarle que tenemos dos incendios por semana que se producen en el asentamiento por la quema de basura o de forma espontánea por el calor que esos residuos generan. Y lo peor es que los bomberos no pueden llegar porque no se meten en el lugar”, agrega el industrial.

“Expulsan a las empresas”

El presidente de la comisión de Seguridad del Concejo, Diego Giuliano, se refirió después de la reunión con los empresarios del Polígono Industrial en tono muy crítico hacia el municipio. “Una ciudad con perfil industrial, con desarrollo económico y más puestos de trabajo requiere de una política de seguridad efectiva. En Rosario pasa todo lo contrario, en vez de fomentar la radicación de empresas, las expulsan por falta de seguridad y por la violencia”, dijo el edil opositor.

(El Ciudadano)