La política también levanta temperatura

Usualmente enero solía ser un mes tranquilo en materia política. En Argentina, el último decenio no deparó mayores movimientos, pues hubo una sucesión de traspasos de mando dentro de una misma gestión: la del Kirchner-cristinismo. En Santa Fe desde el año 2007 en que debutó el FPCyS alternándose así mismo, tampoco hubo altibajos.

Pero este enero, sumado a los constantes récords termométricos de temperatura ambiente, el clima político también se pone al rojo vivo.

Asistimos a una espasmódica demostración de poder del macrismo contra reloj (“los DNU son un gesto de firmeza”, afirmó Jaime Durán Barba) antes de que en marzo comience el verdadero proceso de desgaste político, cuando se abran las puertas del Congreso, en el cual Cambiemos no tiene mayorías, y arranquen los ajuste de tarifas de electricidad y gas, renegociación de salarios, necesaria baja de la presión tributaria, buscar financiamiento externo resolviendo los litigios con los “holdouts”, y lograr frenar el ritmo de emisión monetaria, tendrá como costo un estancamiento relativo de la economía al menos durante los primeros meses del año, a la espera del ingreso de la cosecha gruesa que augura un segundo semestre más optimista, según estima el economista Adriano Mandolesi.

Todo aquello también genera ondas expansivas en las sensibles relaciones entre Cambiemos y el FPCyS vernáculo, potenciadas en las últimas horas por explosivas declaraciones de un lado y del otro a causa del siempre vigente narcotráfico.

Para entender lo que pueda llegar a ocurrir en el complejo entramado político santafesino, conviene repasar el tablero político que lo sostiene.

A diferencia de otros distritos (Mendoza, por ejemplo) donde el PRO se asoció con la UCR hace poco tiempo, en la Provincia de Santa Fe la coalición FPCyS lleva dos décadas de existencia enfrentado a un único adversario: el peronismo.

Desde el año 2011, además del clásico rival, el FPCyS tiene enfrente al PRO “de Miguel Del Sel” (autoexiliado en Panamá como Embajador, ¿hasta el 2017?) que fisuró al peronismo, impidiéndole en ése año a Omar Perotti ganar las Paso, y el año pasado alzarse con la gobernación. No pocos dirigentes y legisladores peronistas coquetearon hasta último momento con Del Sel y otros (como los enrolados en PyT) directamente jugaron con el PRO en las provinciales.

Hoy día, el PRO santafesino forma parte de la alianza nacional Cambiemos que tiene como principal accionista nacional a la UCR, socia fundadora junto al socialismo del actual FPCyS (otrora Alianza Santafesina) que ostenta el poder desde el año 2007 con el socialismo como mascarón de proa.

Hasta junio del año pasado, la UCR – ya en evidente proceso de fragmentación interna- y el socialismo compitieron acérrimamente contra el PRO por la gobernación provincial que ganó el FPCyS con Miguel Lifschitz, generando en los perdedores airadas imputaciones y sospechas de fraude esgrimidas (dudas que el propio Del Sel abona con dolor y resignación cada vez que habla de su, para él insólita derrota) hacia quienes hoy son sus también aliados: la UCR.

El proceso que llevó al triunfo de Mauricio Macri el 22 de Noviembre, lejos de solucionar los problemas en Santa Fe los fortaleció. Para no lesionar la alianza local, el socialismo decidió apoyar en las Paso a la voluntariosa candidata nacional Margarita Stolbizer, y apelar al voto en blanco en el balotaje. Por entonces, la UCR en pleno (salvo un par de dirigentes) jugó con Mauricio Macri, obedeciendo la Convención de Gualeguaychú. En las Paso, un sector (Universidad-M.A.R) había apoyado a Macri, mientras otro (NEO, por entonces Grupo Interior) bancó a Stolbizer y Binner Senador nacional.

Lo que se dice un verdadero galimatías, fruto de alianzas recientes adosadas a coaliciones históricas, que tarde o temprano hará eclosión en el FPCyS santafesino. “Si no queremos que en el 2019 gane Perotti, tenemos que estar todos juntos”, pontificó el senador radical sureño del sector M.A.R Lisandro Enrico, a raíz de un flamante incidente partidario que tensó las difíciles relaciones internas en la UCR.

Enrico se refería a la reciente reunión con el Ministerio del Interior Rogelio Frigerio de 14 intendentes radicales (de los 21 que gobiernan ciudades en la Provincia) y del PRO-Cambiemos (Funes, Las Rosas, Rufino) convocados por el jefe de gobierno santafesino José Corral (uno de los interlocutores santafesinos con la Nación junto al diputado provincial Federico Angelini del PRO) para “presentación formal y conocimiento mutuo de los programas en marcha”, según definió el dirigente radical santafesino Gustavo Daverio, ahora funcionario del Ministerio del Interior para la Región Centro. Según comentaron algunos presentes, la gestión kirchnerista dejó tierra arrasada en el Ministerio, llevándose hasta los archivos de las computadoras.

El corto circuito se generó porque el sector radical NEO liderado por el Vicegobernador Carlos Fascendini, el senador Felipe Michlig y el Ministro Maximiliano Pullaro (además de los senadores Borla y Marcón), se negó a enviar a sus intendentes (cuatro de ellos “saltaron el cerco” y asistieron) para no convalidar lo que consideran un apresurado auto liderazgo de Corral que aspira ser el candidato a Gobernador de Cambiemos (¿no del FPCyS?) en el 2019, rompiendo un acuerdo previo para trabajar ante la Nación de manera unificada entre los tres sectores radicales.

Alvaro Gonzalez, santafesino y dirigente del PRO nacional afirmó por Radio EME de esta capital que «Corral me expreso sobre su decisión de ser Gobernador de Santa Fe»; agregando que están “construyendo con Corral en la Provincia de Santa Fe». ¿Y Del Sel?.

“Nosotros no somos Cambiemos, apoyamos a Macri por una cuestión orgánica, pero somos el oficialismo provincial del FPCyS delimitó Felipe Michlig, contrariado por la actitud de sus correligionarios del M.A.R y Universidad.

Las provocativas consignas escuchadas por los líderes de cada sector radical consultados no son las más auspiciosas para predecir un armónico proceso de desarrollo dentro del radicalismo, que en un par de meses enfrentará su instancia de elecciones partidarias que seguramente encontrará a los sectores M.A.R y Universidad juntos para enfrentar al NEO.

Mientras tanto, en la Casa Gris observan con detenimiento, no exento de cierta inquietud, las escaramuzas de los socios radicales, toda vez que una escalada en las sempiternas internas dentro del radicalismo podría repercutir de manera negativa en las relaciones que el Gobernador Miguel Lifschitz viene tejiendo laboriosamente con la Nación (mas allá de episodios superados como el de la triple fuga) lesionadas últimamente por algunas suspicacias mediáticas nacionales como por ejemplo la nota de Canal 13 al prófugo narco rosarino “Monchi” Machuca que se hizo en octubre del año pasado y emitieron esta semana, que derivó en incisivas declaraciones del Gobernador Lifschitz, tales como “a metros de la Casa Rosada está el enclave mafioso más importante de la Argentina”; asegurando que “en Rosario no hay barrios tomados por el narcotráfico y no vamos a tolerar que sigan estigmatizando a la ciudad y a la provincia”.

El Ministerio de Patricia Bullrich emitió un comunicado de “extrañeza” del Ministerio de Patricia Bullrich por tales afirmaciones.

Conciliadora, la Vicepresidente Gabriela Michetti afirmó que “es malo que nos tiremos el problema porque se nos van a reír en la cara los narcos”.

En el gobierno provincial consideran que toda gestión nacional que el radicalismo afín a Cambiemos pueda realizar por el bien de la Provincia será bienvenida, pero no quieren que los recelos intestinos partidarios horade la relación entre la Provincia y las administraciones radicales de cada Departamento, cuya gestión del “día a día” indudablemente pasa por los despachos provinciales.

Una prueba de ello, y tal como anticipamos en esta columna, son los quinientos millones de pesos que el gobierno invertirá en el Plan de Infraestructura Escolar 2016, que prevé nuevos edificios y grandes ampliaciones, la construcción de 50 aulas, y obras y equipamiento de 250 establecimientos durante el verano.

Es muy probable que las clases no arranquen el 29 de febrero, pues la negociación salarial, como ocurre cada año, obligará a los gremios docentes a validar posturas ante los afiliados con paros, hasta culminar con un acuerdo que seguramente se pactará racionalmente como el año pasado cuando Bonfatti les otorgó un 35 por ciento de aumento en las categorías más bajas; o sea salario inicial de jornada simple, cuya remuneración promedia los 9 mil pesos.

Los climatólogos auguran un período del El Niño que en su fase más cruenta no llegó. La pronostican para Marzo – Abril. La Provincia y la intendencia de Santa Fe fueron anfitriones de la segunda reunión del gabinete de Emergencia de la Nación encabezado por el secretario de Consejo de Seguridad Interior de la Nación, Gerardo Milman, y el ministro de Gobierno de la Provincia Pablo Farías junto a funcionarios de Formosa, Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires; e intendentes y presidentes comunales de la zona como el intendente de Paraná Sergio Varisco, para mitigar y prevenir los desastres que el propio hombre con su irresponsable accionar generó.

Sería bueno que no pase lo mismo con la política. Argentina también está en emergencia.