La Eurocopa de Francia llega plagada de incidentes, y no sólo por el yihadismo

Es el torneo con más equipos de la historia. En París, Francia abrirá el torneo frente a Rumanía el próximo viernes.

Los servicios secretos ucranianos afirman haber desmantelado esta semana un proyecto de varios atentados en París durante la Eurocopa, a cargo de un ciudadano francés detenido en la frontera con todo un arsenal en su camioneta. El caso parece haber sido una operación de prestigio montada y organizada por esos mismos servicios, como ocurre en tantas ocasiones, y en Francia nadie se lo ha tomado muy en serio. Pero eso no quiere decir que el peligro no exista.

“Nuestro objetivo es que la Eurocopa sea un gran evento festivo, pero hay que decir la verdad a los franceses: un 100% de prevención no significa un 0% de riesgo”, ha dicho el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.

Lo parisinos muestran conciencia de ese peligro real de atentados, que ha llevado a algunos gobiernos, como el de EE.UU., a lanzar una alerta general para el periodo de un mes entre el 10 de junio y el 10 de julio en Francia. Saben, por ejemplo, que Francia es el objetivo preferente del Estado Islámico en Europa, que ha lanzado amenazas específicas al respecto. Tienen aún fresco el recuerdo de los atentados del 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos y varios centenares de heridos en terrazas, una sala de fiestas y el propio Stade de France, pero eso no impide una voluntad de normalidad.

A lo largo del año París ha sido escenario de grandes eventos como la COP 21, la conferencia del clima de la ONU, la Fashion Week o el multitudinario maratón, que no conocieron incidentes.

“El Gobierno no podía cancelar esta Eurocopa por motivos de seguridad, porque entonces ¿qué habríamos hecho con el Tour de Francia?”, explica un experto en seguridad. No había más remedio que convivir con esta “espiral negativa” y adaptarse, dice Jacques Lambert, el presidente de la Eurocopa 2016.

80.000 agentes de seguridad, entre policías, militares y agencias privadas, velarán por el buen transcurso del evento que atraerá a Francia ocho millones de visitantes. Los estadios y las zonas urbanas para hinchas, como la del Campo de Marte, junto a la torre Eiffel, donde se colocará una gigantesca pantalla de 400 metros cuadrados y se esperan hasta 90.000 seguidores, tendrán estricto control en su acceso, por lo que se recomienda al público que llegue a los lugares con cierto adelanto sobre los horarios previstos.

Pero la del terrorismo no es la única circunstancia especial, ni de seguridad, de este gran acontecimiento global.

Se espera la llegada de 500.000 hinchas británicos, no todos con entrada. Se han establecido cinco encuentros susceptibles de desórdenes y se han cursado unas 3.000 prohibiciones de entrada en territorio francés a gamberros del fútbol. Ciento ochenta policías extranjeros especializados en sus colectivos nacionales, especialmente ingleses, alemanes, po­lacos y turcos, ayudarán a vigilar a sus respectivos hooligans.

Con un estado de urgencia vigente en Francia desde noviembre, que se suma a una protesta laboral de cuatro meses y a unas inundaciones, lo mínimo que puede decirse de la policía francesa es que está estresada de tanto vigilar, aporrear manifestantes y rescatar gatos en los tejados de inmuebles anegados. El Gobierno espera que la Eurocopa se coma la protesta social, pero esta va llenar de basura París y planea una enorme manifestación el martes. (La Vanguardia)