Cristina llegó a Buenos Aires y fue recibida por militantes

La ex presidenta debe concurrir mañana lunes al juzgado de Bonadio. También tendrá una actividad familiar: el cumpleaños de su hija Florencia.

Con un breve agradecimiento a unos 5000 militantes que la esperaban bajo la lluvia en el estacionamiento del Aeroparque Jorge Newbery, la ex presidenta Cristina Kirchner arribó anoche a Buenos Aires para encarar los frentes abiertos que la esperan en la Justicia Federal y su partido, el Frente para la Victoria.
Como no podía ser de otra manera, Cristina Kirchner apareció en el sector de desembarque escoltada por Oscar Parrilli, su sombra durante años como secretario general de la Presidencia. Detrás de ella se movían los diputados Andrés Larroque y Juan Cabandié y el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Para cuando llegó al sector de la prensa, la acompañaban también la legisladora Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro) y el ex titular de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde, entre otros.
«Es un día muy lluvioso, así que muchas gracias. Les agradezco que estén aquí», dijo Cristina frente a los móviles de TV. Segundos después partía hacia su departamento de la Recoleta en un vehículo blanco, con la ventanilla baja para saludar a los militantes. Según estimaciones policiales, unas 5000 personas.
Un cordón de jóvenes con pecheras de La Cámpora fungieron como seguridad del cortejo, junto a la Policía Federal. Durante la espera, los militantes repartieron canciones contra el presidente Mauricio Macri y el juez federal Claudio Bonadio. «Bonadio, compadre (…), Cristina es el pueblo y no la toca nadie», fue el hit más repetido.

LOS PRIMEROS PASOS
El regreso de la ex presidenta se produjo tres días después de que la Justicia allanó 11 propiedades de la familia Kirchner en Santa Cruz; Cristina Kirchner es investigada por el juez Bonadio por presunto delito de enriquecimiento ilícito y adulteración de documentos públicos en la empresa Los Sauces.
Si bien los más fieles no tienen dudas de que se trata de un desembarco con el objetivo de rearmar al kirchnerismo y dar la pelea política, el regreso de la ex presidenta a la Capital Federal, tras dos meses y medio de ausencia, tiene dos motivos, uno judicial y otro social.
Mañana deberá presentarse en el juzgado de Bonadio, por la causa de dólar futuro en la que fue procesada. «Bonadio, cuándo no, me impuso de manera arbitraria e ilegítima la obligación de tener que concurrir nuevamente a su juzgado para cumplir un trámite procesal totalmente insustancial», escribió Cristina Kirchner en su página de Facebook.
Además, se espera que la ex presidenta participe el miércoles del cumpleaños número 26 de su hija Florencia.
Pero más allá de éstas dos cuestiones, sus seguidores esperan más. Fiel a su estilo, sólo la ex presidenta y su círculo más íntimo conocen si hay otros motivos para su llegada a Buenos Aires. El hermetismo alrededor de las razones es total, lo que generó un sinfín de especulaciones.
«Va a recorrer el país», se entusiasmó una persona cercana a la conducción de La Cámpora. En ese mismo sentido habló uno de los capitanes de la agrupación que lidera el hijo del ex matrimonio presidencial, el diputado nacional Máximo Kirchner.
«En este segundo semestre el rol de Cristina será muy distinto porque el tiempo de gracia para Macri se terminó, ya que sería una fantochada echarle la culpa de todo a la herencia recibida», dijo Cabandié.
La salida desde Río Gallegos fue menos convocante que en el pasado. Al grito de «vamos compañera» y «fuerza Cristina», sólo medio centenar de simpatizantes la despidieron anoche en la puerta de su casa cuando a las 18.30 partió rumbo al aeropuerto de esa ciudad.
Con un tapado de cuero marrón con piel en su interior y una chalina blanca la ex presidenta hacía frente a la helada tarde que mantuvo la temperatura en cero grado.
Cristina Kirchner detuvo unos segundos la marcha del automóvil que la llevaba, bajó la ventanilla y saludó a los simpatizantes que la esperaron durante dos horas con cantos y saltitos para hacer frente a la tarde helada. A su lado estaba el comisario Diego Carbone, el jefe de su custodia.
Cristina Kirchner había llegado a Río Gallegos anteayer a la tarde, después de vivir de cerca los allanamientos que dispuso Bonadio sobre sus propiedades. Hasta ayer no tenía previsto encuentros en el Instituto Patria, lugar en el que juntó a legisladores, investigadores y militantes en su última visita al territorio porteño. Eso sí, si «lo necesita» está a disposición. (Notiexpress)