Reabre el cine El Cairo con nueva programación

Luces, cámara, acción: el cine El Cairo reabre con una vasta y prometedora programación. Diez meses atrás cerró sus puertas al público en su edificio de calle Santa Fe 1120 para percibir su mayor obra de refacción y climatización de sus 72 años, con una inversión del Gobierno de Santa Fe de $ 5.754.157 pesos.

Este lunes a las 20 es la esperada cita del público con su cine renovado, donde se podrá apreciar un show de luces en la entrada, y se proyectará la película Alanis, con la presencia de su directora Anahí Berneri, ganadora de dos Conchas de Plata hace dos meses en el Festival de San Sebastián.

Desde entonces estarán disponibles al público todas sus novedades -que permanecen durante el verano-, entre las que se destaca que ahora contará también con propuestas cada miércoles, y éste miércoles 29 comienza su flamante programación con un ciclo novedoso de películas que fueron prohibidas en Alemania del Este. Jueves se espera estrenos rosarinos, y para el postre, el domingo vuelve el tradicional ciclo La Gratis, con Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo. El emblemático ciclo de los domingos que se caracteriza por acercar cine del bueno y sin costo propondrá durante los meses venideros proyectar muchas películas que estrenaron durante este año y reconocen desde El Cairo que “hubiesen estado allí durante este año”.

Y para los cinéfilos, el ciclo Zoom se dedicará al realizador Jim Jarmusch, los jueves de diciembre y enero a las 22:30, con un repaso que posibilita ver desde sus piezas más convencionales como Flores rotas hasta títulos de sus inicios en los ochenta y documentales como Gimme Danger.

“Durante 2017 se sintió la gran ausencia de títulos que por falta de espacio físico no se proyectaron, y otras que atrasaron su estreno para hacerlo en El Cairo», consignó a Rosarioplus.com el director de El Cairo, Ariel Vicente. Entre ellas, lo harán El Umbral de Claudio Perrín (jueves 30 a las 20.30) y Triple Crimen de Rubén Plataneo (jueves 14 a las 20.30).

En retrospectiva, el capitán del barco destacó el “año particular” que se vivió, entre obras y proyecciones en otros espacios, a sabiendas de la expectativa alta del público rosarino arraigado al cine público porque “tiene una mística que no pasa en otras salas, entre la apropiación y el afecto desde la refundación en 2009 del espacio a partir de un grupo de amigos, y desde su puesta en funcionamiento por el Estado, su programación atraviesa –además del recorte geográfico- cuestiones filosóficas”.

Rosarino de nacimiento, Arielo Vicente recordó haber frecuentado este cine durante su infancia, y “una vez estudiando cine en Buenos Aires, cuando volvía de visita consumía sus películas porque tenía ya una oferta que no estaba en otras salas, y con la pantalla más grande de la ciudad”, recordó. El director que también es realizador audiovisual compartió también su sensación sobre cada vez que presenció el estreno de películas en El Cairo, y reflexionó sobre lo “emocionante que debe ser estrenar en una pantalla tan imponente y en una sala de 400 butacas”. Justamente consideró al encuentro de los cineastas rosarinos y argentinos con su público como un “territorio ganado, gracias a la apuesta pública”.

Quien particularmente se manifestó “muy feliz” fue la ministra de Innovación y Cultura María de los Ángeles Chiqui González, ya que explicó: “Es una de las obras más entrañables para mí, ya que tengo un particular amor al cine, ésta es como mi segunda casa, donde vengo cada fin de semana a disfrutar en la primera fila. Y me alegra que reabra con un estreno nacional con una realizadora que fue premiada internacionalmente”.

Es lógica la emoción, si se piensa que la polifacética ministra, además de reconocida educadora, gestora de cultura y comunicadora es docente en la Escuela de Cine de la FADU (UBA) y de guion en San Antonio de los Baños (Cuba), en la Escuela de Cine fundada por Gabriel García Márquez. En éstas carreras fue docente de actores y directores ya consagrados, como Natalia Oreiro, Federico Godfrid, y la propia Anahí Berneri.

Con 72 años de existencia, y desde la expropiación en que se volvió de carácter público, en El Cairo se ven estrenos de películas locales, santafesinas, nacionales, europeas y asiáticas, con ciclos de directores, musicales, infantiles, de derechos humanos y festivales, y «es esa variedad la que atrapa a muchos públicos, que se apropia del cine, y va en pareja, con la familia, o entre amigos», aseguró la Chiqui.

El reestreno del cine El Cairo es también virtual porque además de la reapertura tras las obras del cine público, su sitio web también se encontró en obras, y reabrió con un nuevo diseño y mejoras en el contenido digital. Este sitio, que hace varios años no se actualizaba, era de todas formas pionero en las ofertas de consumo gratuito de películas online, ya que allá por el 2013 comenzó a ofrecer títulos nacionales y locales, que podía verse sin necesidad de loguearse. Esto fue antes que arribara Netflix al país, y claramente muy anterior a la oferta de películas online nacional del Incaa llamado CINE.AR (antes Odeón).

Lavado de cara e intervención quirúrgica para el cine

Durante estos diez meses el cine público puso en valor su fachada y su sala –cuyas distintivas imágenes Art decó de su creador Pedro Cresta se mantuvieron- y las películas se podrán apreciar al máximo con la incorporación de un proyector DCP, que “es el formato comercial de mayor avanzada, en la sala más grande de las activas hoy en la ciudad”.

El nuevo sistema de climatización con un equipo de última generación frio/calor de 180 mil frigorías vino a reemplazar una caldera de más de 70 años, y para instalarla “se debió remozar un equipo, el subsuelo se remodeló a nuevo, y uno de los dos equipos se instaló sobre el techo”.

La refrigeración fue modernizada aunque no había fallado, «fue una decisión porque nos pareció insuficiente para climatizar en verano e invierno», recordó la Chiqui, quien reconoció: «En principio no queríamos cerrar las puertas, pero queríamos que la sonoridad y la visión fueran perfectas, y para eso no se requería simplemente cambiar un aparato de aire acondicionado, sino una gran obra civil, que comandó el Ministerio de Obras Publicas».

Sobre el techo de la sala se colocó un cielo raso con placas acústicas, que mejoraron perceptiblemente el sonido en las proyecciones y hace las veces de aislante hacia afuera, y pasarelas técnicas de entretecho “para reparar cableados y accesos al aire acondicionado en el techo”.

El rediseño del sistema de iluminación de la sala beneficiará a las actividades como cursos de formación, charlas y proyecciones con actores o directores, porque se podrá apreciar otros sectores por fuera de la proyección de películas. Finalmente se rectificó la angulación de la pantalla, a la cual se sumó una nueva estructura para equipos de sonido detrás de ésta, que se suma al sonido envolvente Dolby.(Hagar Blau Makaroff/Rosario Plus)