El Canalla venció a Talleres de visitante

Central volvió a ganar al estilo del Patón Bauza, por 1-0 sobre Talleres, en un sufrido encuentro donde aprovechó el habitual recurso de la pelota parada y defendió la ventaja con uñas y dientes, pero sin la claridad defensiva que le hubiera gustado al técnico.

Luego de buscarlo en reiteradas ocasiones por la vía aérea, Central rompió el cero a los dieciséis minutos del complemento, en la cabeza de Fernando Zampedri tras un centro del gran asistente de Central y la Superliga, Leonardo Gil.

Aunque la prioridad del Patón desde que se puso el buzo canalla fue instaurar el orden en su equipo, eso fue justamente lo que brilló por su ausencia en la tarde del viernes, ya que no tuvo contención en el mediocampo y fue desprolijo en el retroceso, pero se salvó por imprecisiones rivales.

A pesar de las limitaciones, el mérito del técnico está en armar un equipo utilitario y pragmático, que sabe aprovechar las situaciones en arco contrario y cerrarse en el propio, donde se destacan el despliegue y la intensidad física.

El partido comenzó con buen ritmo y malas decisiones para el conjunto canalla, que pudo haber abierto el marcador en una gran jugada elaborada que terminó en los pies de Carrizo y éste, en vez de entrarle al arco, optó por dar un pase innecesario a la nada.

Sin embargo, el tiempo trajo complicaciones para el equipo de Bauza, que no pudo mantener la intensidad de sus ataques y sufría en valla propia. Es que el mediocampo carecía de contención y, cuando los ágiles volantes cordobeses superaban esa línea, encaraban a la defensa con mucha libertad.

Más allá de algunas expediciones aisladas del elenco canalla, la supremacía en el desarrollo de juego seguía siendo propiedad del local, que complicaba por las bandas en los sectores de Parot y Bettini, y también con la media distancia en la potente pegada del lateral Godoy.

A la vuelta del vestuario, no hubo cambio de nombres en el conjunto auriazul, aunque Ortigoza se adelantó en el campo y ofició de nexo con los delanteros, hecho que permitió engrosar el volumen de juego y las situaciones de peligro en su haber. Mientras tanto, los de Vojvoda apostaban al contragolpe.

En los pies de Pochettino, la ‘T’ contó con las dos situaciones más claras del partido: en la primera, respondió Ledesma con grandes reflejos; y en la segunda, la pelota besó el travesaño desde el área chica.

A los 16 minutos llegó ese recurso salvador de la pelota parada, ejecutada por el Colo Gil, que conectó Fernando Zampedri con un fuerte cabezazo para la apertura del marcador en el Kempes, en el momento del partido que peor la pasaba.

Luego del gol, Central alternó buenas y malas, donde pudo ampliar el resultado pero también sufrir el empate, de no haber sido por su jugador de mejor rendimiento en Córdoba: el arquero Jeremías Ledesma.

De esta manera, el equipo del Patón consiguió su segundo triunfo al hilo y se coloca en la cima de una Superliga naciente, donde deberá mantener el nivel y mejorar algunas cuestiones para pelear arriba. La mano del DT, ya empieza a advertirse. (Conclusión.com)