¿Comienza a delinearse el gran frente santafesino?

Los socios fundacionales del FPCyS, UCR y PS (junto con el PDP) arrimaron posiciones con el PRO y el intendente de Rosario Pablo Javkin, para ir dibujando el continente que contendría un heterogéneo grupo de partidos, básicamente de centro derecha, a los fines de fundar en los tiempos venideros una coalición que les permita volver al sillón de la Casa Gris.

Los primeros pasos de un trabajoso camino

“Hay que limar desconfianzas y coincidir en un proyecto primero; después vendrá la herramienta”, precisó un veterano dirigente socialista con estricto sentido del realismo, sobre lo que serán trabajosos acuerdos programáticos para darle forma definitiva a una gran coalición, que no sea únicamente “un rejuntado para ganar la elección”, tal como mas de una vez definieron quienes deberán formar parte del Tratado de Maastricht a la santafesina.
Hace dos semanas decíamos en estas líneas que, hasta ese momento, no estaban dadas las condiciones para formar un “frente de frentes” que contenga al menos una docena de sectores políticos, la mayoría de los cuales miraban – y miran- con recelo al socialismo.
¿Qué cambió para que ahora reine el optimismo?. Nada: “por eso queremos comenzar una etapa de discretas, pero efectivas y conducentes conversaciones entre los líderes de cada uno de los Partidos y sus equipos técnicos y políticos, para ir acordando las bases de lo que será la plataforma constitutiva del nuevo frente”, aportó otro de los negociadores, quien hubiera preferido que las últimas reuniones (entre el PS, PRO, Javkin, UCR) no trascendieran, para no generar resquemores entre quienes deberán sentarse en la mesa de negociaciones, y se enteraron por las redes de los prolegómenos.

Perotti tiene la llave

“El cronograma electoral podría ser un ordenador o una gran Torre de Babel”, apuntó otro dirigente que se sentará en la mesa de negociaciones del gran frente santafesino; “si Perotti desplaza el cronograma para setiembre como se dice, los cierre de listas provinciales y nacionales, y las propias elecciones PASO y generales, estarán tan mezcladas en un corto lapso de tiempo (de mayo a octubre) que necesitaremos de una verdadera alquimia política para explicarle al electorado posiciones discursivas que podrían resultar hasta antagónicas”, cavilaba.
De todos modos, mezclar las elecciones provinciales con las nacionales tampoco sería gratis en términos políticos para el peronismo, hoy subsumido en la incertidumbre que le generó la autoexclusión electoral de su principal figura: Cristina Fernández, que para algunos podría suponer un alivio y para otros una calamidad.
Por lo pronto, el gobernador cordobés Juan Schiaretti quiere armar un espacio “contra Cristina y La Cámpora” dice el portal MDZ Online, quien agrega que de una reunión que se llevará a cabo este lunes participarán “Urtubey, Randazzo y Schiaretti, entre otros referentes, como la diputada nacional Natalia De la Sota, la socialista Mónica Fein y Alejandro Topo Rodríguez, presidente del bloque en el que todos participan”.
Mónica Fein es la presidente del Partido Socialista nacional. “O sea, ¿Mónica Fein (el socialismo) nos enfrentaría en la provincial, pero eventualmente estaríamos juntos en la nacional”?, elucubraba con sorna un dirigente “perottista” (reafirmando que ellos no ficharán con kirchnerismo).
Así de compleja es la trama del zurcido electoral para el 2023, año en el cual reflexionaba un agudo observador radical “está dado para cisnes negros”, mientras nos mostraba en su móvil un extenso y dramático trabajo focal llevado a cabo en la Provincia de Santa Fe, que suscribía su afirmación: la sociedad está harta de los políticos. “Carlos Reutemann con 20 años menos, el año que viene ganaría sin castigar”, ¿exageraba? este sapiente hombre de la política, que avanzaba: “si Milei no fuese tan extremo en sus formas y definiciones, no dudo que sería Presidente”.
¿Y en la Provincia de Santa Fe?: ¿piensa aún la sociedad que Miguel del Sel “no es un hombre de la política”, como Amalia Granata ó Carolina Losada por ejemplo?. ¿Podrían Alejandro Fantino, Gabriel Batistuta o algún outsider que aparezca de repente catalizar ese sentimiento que refleja el focus group? ¿Lo estarían buscando los partidos?; ¿o exprimirán al máximo a sus estrategas de campaña, para que diseñen un discurso ético y estético que seduzca al electorado para ir a las urnas a elegir a “ese” político tradicional. al cual le pagará el sueldo (aún si no fue a votar) por los próximos cuatro años?.
Demasiadas preguntas.