Taxistas amenazan con parar si no aumenta la tarifa un 65 por ciento que cubra el salario

Son los peones, que amenazan con lanzar un paro si no obtienen una respuesta positiva. Quieren un reajuste de los valores de los viajes igual al acta de aumento de sueldo.

La presión ante el Concejo Municipal por una suba en la tarifa de taxis tendrá hoy su primer capítulo durante la reunión de la comisión de Servicios Públicos. Es que asistirán los representantes del Sindicato de Peones (SPT) junto a titulares de licencias para exigir la equiparación del acuerdo salarial del 65 por ciento que firmaron las partes en el Ministerio de Trabajo de la Nación y una definición de los plazos para la aprobación de ese aumento. «Esperaremos una semana, a más tardar 10 días. Si la respuesta no es favorable, seguramente habrá medidas de fuerza», sentenció ayer a La Capital el secretario general del gremio, Horacio Boix.

La definición de una suba de la bajada de bandera y del precio de las fichas del taxi parece transitar dos caminos en paralelo. El que hoy iniciará Servicios Públicos, con el tratamiento de la metodología elaborada por la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR para fijar los costos, y la apuesta de peones y titulares de licencias a obtener la homologación del acuerdo salarial que el jueves pasado firmaron por el 65 por ciento (a otorgar en tres etapas).

«Hoy nos abocaremos a buscar consenso para aprobar el método de cálculo de los costos que envió el Ejecutivo en base a lo elaborado por la UNR», adelantó el edil justicialista Osvaldo Miatello, al considerar que «no le corresponde en absoluto al Concejo equiparar u homologar un acuerdo que es entre la patronal y los trabajadores».

Un razonamiento que se repite en boca de otros concejales que no creen que el atraso salarial es sinónimo de ajuste total e inmediato de tarifa.

Pero el SPT y la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) no piensan lo mismo y le meten presión al Palacio Vasallo. «Homologamos el acuerdo salarial, en función del valor de la ficha cada cien metros, porque era el único mecanismo para que nos otorguen la tarifa que nos corresponde, y no la que les parece a los concejales», lanzó Boix, en declaraciones a Canal 4 de Cablehogar.

A su lado, el titular de Atti, Mario Cesca, asintió con la cabeza: «Con nosotros no habrá problemas porque no se aprueba el acuerdo. No lo podremos pagar porque no tenemos los recursos ni subsidios».

«No creo que los concejales vayan a incumplir con una resolución que está homologada por Trabajo de la Nación, que prevé un cálculo en base a 8400 fichas mensuales. El incumplimiento de la pauta salarial será responsabilidad absoluta de los señores concejales», agregó Cesca.

Boix, en tanto, reforzó la embestida al señalar que «ellos (por los ediles) tienen que respetar un acuerdo que no es descabellado ni de locos sino que pasa por actualizar un desfasaje en la tarifa, tanto para los titulares como para el trabajador». Y sentenció: «Todo esto si queremos tener un buen servicio».

El jueves, las partes firmaron un acuerdo que establece un 65 por ciento de aumento en tres partes: un primer incremento del 30 por ciento en el recibo de sueldo.

A eso se suma un 17,5, a percibir en noviembre, y otro porcentaje idéntico previsto para marzo. Con el aumento acordado, el sueldo de los choferes pasará de 2.880 pesos a 3.600 por ocho horas de trabajo, pero que se estira hasta 4.400 por jornada laboral.

Dudoso. En el sindicato, sin embargo, pusieron en duda el resultado que arroje el nuevo estudio de costos, cuya metodología será analizada a partir de hoy, tal cual se había establecido por ordenanza.

«Participamos de todas estas reuniones, pero cuando nos dimos cuenta que equivocadamente hicieron números adelante nuestro y dio el 65 por ciento, empezaron a bajar y dibujar los números y comenzamos a desconfiar», deslizó Boix.

En esa línea de razonamiento, el referente de los conductores concluyó: «No dicen la verdad. Empezaron a achicar jornadas de trabajo, a buscarle la vuelta para que no superara el 42 por ciento. Pero somos taxistas, no pavos». (La Capital)