Cronica de un final anunciado: Independiente se fue a la B

Es el máximo ganador de la Copa Libertadores, y uno de los dos equipos argentinos que hasta ahora no había perdido la categoría. Tras la derrota con San Lorenzo, por primera vez en su historia jugará en la B.

Independiente no encontró un plan para escapar hacia adelante en los últimos seis torneos y descendió. Jugará en el Nacional B por primera vez en sus 108 años de historia y luego de 82 temporadas en la A.

Un equipo de la elite del fútbol que engalanará el mundo del ascenso e irá allí en busca de su reconstrucción para recuperar el estilo perdido, como ya le pasó a River en la temporada 2011-2012.

El descenso se consumó luego de seis temporadas en las cuales derribó el mito de que el promedio salva a los equipos grandes, y con tres torneos de menos de 20 puntos (último en el Apertura 2010 con 14 unidades), que arruinaron campañas regulares, perdió la categoría.

Dirigentes –Julio Comparada y Javier Cantero, fueron los presidentes-, entrenadores, barrabravas y jugadores, con diferentes atenuantes, son responsables de esta situación, ninguno estuvo a la altura de las circunstancias y hoy la realidad es dolorosa.

Lejos quedaron sus años de gloria, con las sieteCopa Libertadores en las vitrinas y los posters de sus figuras en las paredes. Un estadio a medio construir, una economía en bancarrota y situación deportiva pobre, son el escenario sobre el que debe actuar en el futuro.

Comparada, el principio del fin
Julio Comparada asumió en Independiente en 2005, con promesas de llevar al club de nuevo al primer plano internacional, contratar jugadores de renombre y construir un nuevo estadio. No cumplió.

Vendió estrellas por cerca de 70 millones de dólares, contrató 110 jugadores por 30.060.500 de dólares, dejó más de trescientos millones de pesos de deuda, al club en convocatoria de acreedores y la cancha a medio terminar.

Sergio Agüero se fue del club por 28 millones de dólares, Oscar Ustari por ocho y Germán Denis por nueve, además de otros traspasos jugosos. El dinero se derrochó y los resultados nunca llegaron, solo ganó la Copa Sudamericana en 2010 pero salió último en simultáneo en el Torneo Apertura, que marco el principio del fin.

Durante la gestión de Comparada se emitieron 449 cheques sin fondos por 16 millones de pesos. Las obras del estadio Libertadores de América se retrasaron, fue inaugurado sin terminar (como está hoy) y de los 10 millones de dólares que se presupuestaron al principio se pasaron los más de 50 que se llevan gastados.

La entidad de Avellaneda quedó con un pasivo de más de 360 millones de pesos, el último ejercicio muestra el déficit más importante en la primera división: $61,6 millones, y la nueva gestión no cobró el dinero por los derechos televisivos que ya fue liquidad en la dirigencia anterior hasta abril de 2013.

Cantero, la lucha interna
Tras la renuncia de Comparada, Javier Cantero apareció en 2011 con una propuesta de austeridad, transparencia y ética, dispuesto a terminar con la barrabrava, a quienes acusó de llevarse plata del club.

Se impuso con el 60% de los votos y dio comienzo a su plan: echó a los líderes de la tribuna, les prohibió el ingreso a la cancha y no les dio más dinero. Florencia Arietto fue la encargada de esta tarea, con su renuncia, el presidente firmó la paz con los violentos.

Pero esta lucha interna hizo que las decisiones deportivas no fueran las correctas, con proyectos que no funcionaron se hizo demasiado tarde y el descenso ya era una realidad que debía soslayar.

Los entrenadores
Durante estos seis torneos que llevaron a Independiente a la B pasaron por el banco de suplentes siete directores técnicos, con un interinato, dos salidos de las categorías formativas del club y cuatro nombres con trayectoria internacional.

El principio de esta etapa estuvo a cargo de César Luis Menotti, quien como manager, decidió no renovar a América Gallego (tras un buen torneo) y apostar por Daniel Garnero, en compañía de Pablo Rotchen.

Imitando lo hecho por Lanús, según explicaron los dirigentes en ese momento, la idea era trabaja con gente de la casa y el ex volante era el hombre elegido, pero los malos resultados terminaron con este proyecto tras siete fechas y sin triunfos.

Pavoni y Sá asumieron de forma interina, con una victoria en dos partidos dirigidos tienen el mejor porcentaje de puntos de todo el proceso, hasta que llegó Antonio Mohamed.

El “Turco” le devolvió a Independiente un poco de su brillo internacional ganando la Copa Sudamericana 2010. Sin embargo descuidó el torneo local y terminó último en el Apertura 2010 con 14 unidades.

Mohamed se fue luego una serie de malos resultados y por la presión de la barra –le tocó la marcha fúnebre al equipo en la puerta del vestuario- y asumió Ramón Díaz.

El riojano nunca le encontró la mano al equipo, sin embargo el 2011 terminó con dos torneo aceptables de 29 y 27 unidades, respectivamente. Cuatro partidos sin triunfos llevaron a la salida del técnico en medio de un escándalo por la falta de dos computadoras.

Los jugadores que llegaron y la trayectoria de Díaz hacían ilusionar a los hinchas pero las cosas no fueron como se esperaban y el ciclo terminó. Cristian Díaz fue el bombero de turno, los buenos resultados hicieron que los dirigentes lo confirmaran al frente del equipo.

Pero todo se vino abajo. Fueron 11 fechas sin ganar las que decidieron su salida. Cantero entonces fue a buscar a Gallego, como el salvador. Tras 15 jornadas, Independiente volvió al triunfo, pero el “Tolo” solo sumó 24 puntos en igual cantidad de partidos y dejó el cargo con el equipo en descenso.

Miguel Ángel Brindisi llegó para los cuidados paliativos e intentar el milagro, si bien consiguió el 50% por ciento de los puntos y logró una remontada anímica en el plantel, ya era demasiado tarde.

De los 112 partidos que se le computan en el promedio, ganó 29, perdió 42 y empató 41. Consiguió 128 puntos, con una efectividad del 38%.

Los jugadores
Durante estos seis torneos Gabbarini, Navarro, Assmann; Tuzzio, Julián Velázquez, Mancuello, Galeano, Cáceres, Vallés; Battión, Fredes, Godoy y Villafañez, estuvieron durante todo el proceso.

Se hicieron importantes contrataciones como las de Daniel Montenegro, Fabián Vargas, Osmar Ferreyra, Luciano Leguizamón, Roberto Battión, Jonathan Santana y Ernesto Farías, pero nunca se logró armar un plantel que consiguiera los resultados esperados.

Con Comparada se hicieron más de 100 contrataciones, en las que se gastó de más y se ganó poco, incluso muchos disputaron apenas algunos minutos con la camiseta del “Rojo”.

Algunos de los nombres son: Marco Pérez, Leandro Gracián, Luciano Vella, Ignacio Piatti, Emiliano Armenteros, César “Picante” Pereyra (jugó solo siete partidos y no convirtió), Vladimir Marin, Antonio Barijho (jugó dos encuentros) David Solari (nunca debutó), Pablo Vitti (dos encuentros), Leandro Depetris (1), Freddy Grisales Federico Higuaín, Ivan Vélez (6), Gino Clara (1), Matías Defederico y Roberto Russo.

El futuro
Si Independiente afronta el torneo del Nacional B como lo hizo River, habrá sido un breve paso por el ascenso que le permitirá reconstruirse, sanear un poco sus cuentas y encontrar nuevamente el rumbo.

Muchos de los jugadores del actual plantel no estarán, los futbolistas surgidos del club –el principal activo de todas las instituciones- tendrá mayores posibilidades y Brindisi podría continuar como DT.

Los ingresos publicitarios y por derechos televisivos caerán pero también bajará la masa salarial del plantel. Jugará con equipos que nunca lo hizo, deberá viajar a lugar impensados para un equipo grande y adaptarse a la nueva realidad, pero tocar fondo le puede servir de impulso para recuperar en el futuro la gloria del pasado.

(Infobae)