El pibe Cáseres fue una pesadilla para Central, que volvió a la derrota

A pesar de la remontada en el final, el Canalla perdió por 3-2 en el Gigante. El delantero del Fortín hizo todos los goles de su equipo. Sobre el cierre descontaron Acuña y Castillejos. Los de Russo cayeron luego de ocho partidos.

Vélez desvió a Central de la buena senda este domingo, al vencerlo por 3-2 en el Gigante con un encendido Ramiro Cáseres, autor de todos los goles de su equipo en la bella tarde de Arroyito. El Canalla volvió a la derrota luego de seis partidos.

El Fortín le faltó el respeto al local, que venía en franca levantada. O en todo caso, hubo demasiado respeto a la inversa. Y el resultado terminó siendo justo, más allá de la remontada centralista sobre el final.

Los de Miguel Russo intentaron imponer se juego en el comienzo pero rápido, a los 10 minutos, pegaron los del Tigre Gareca. El pibe Cáseres recibió una buena habilitación de Federico Insúa y definió.

Debieron pasar 20 minutos para que la Academia rosarina pateara otra vez al arco, con un tiro de Carlos Luna sin demasiado peligro. Y atrás seguía sufriendo.

En el complemento se desmoronó inmediatamente cualquier plan que el DT canalla hubiera transmitido a sus dirigidos en el entretiempo, ya que Cáseres estiró la ventaja a sólo 40 segundos de juego.

Y el juvenil de 19 años, que ya le había hecho dos a Newell’s en el presente torneo, abrochó su primer hat trick a los 8, luego de un prolijo contraataque.

Demoró mucho Central en reaccionar. Mauricio Caranta era su mejor jugador cuando los de arriba empezaron a traducir sus ideas a un juego medianamente asociado, sobre todo por los costados, y así llegó el doble descuento, que no alcanzó.

El chico Walter Acuña, que entró por un flojo Antonio Medina, marcó el primero del local –su debut en la red en primera–cuando restaban 4 minutos de partido. Gonzalo Castillejos puso suspenso cuando gritó –el primero en este campeonato– a los 45.

Pero el encuentro se fue y en el Gigante, más allá de la euforia del final, ganaron las caras largas en los hinchas, que ya se habían acostumbrado a los buenos resultados, con una racha invicta (de seis partidos) que ahora no está más.

(Rosario3)