Para Capitanich, «la nación se jugó para que Rosario fuera sede del Dakar»

Cuando todavía no se acallaban los ecos de la euforia que ayer, desde muy temprano, desató en la ciudad la salida de los 431 vehículos del Rally Dakar, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró que «verdaderamente el gobierno nacional se jugó por Rosario a la hora de apoyarla para que fuera sede de la largada y al poner todos los recursos necesarios para que esto sucediera». El funcionario, presencia fuerte del gobierno central durante la partida simbólica de la carrera, también celebró «la importante coordinación (que se dio) entre el Estado nacional, el gobierno provincial y la ciudad de Rosario, porque la buena coordinación implica buena organización y la buena organización da como resultado una buena imagen para la Argentina».

La despedida de las máquinas —motos, cuatriciclos, autos y camiones— que fascinaron a chicos y grandes durante varios días ayer arrancó, poco antes de las 5 de madrugada, y terminó a las 10.20.

El desfile (primero por avenida Belgrano, luego por Pellegrini, para tomar la autopista a Córdoba) volvió a cautivar a rosarinos y turistas, que nuevamente se agolparon al paso de los vehículos, a esa hora lanzados ya a la aventura para la que se prepararon durante el año.

Los inconfundibles bocinazos de los camiones y los que en respuesta daba el público, los gritos, vivas, saludos, fotos y filmaciones, sobre todo a lo largo de Pellegrini, fueron el cierre perfecto para la fiesta de despedida de los equipos, continuación de la que un día antes se había grabado ya en la historia de experiencias felices de la ciudad.

Pero si Rosario respondió al Dakar como lo hizo, Capitanich se encargó de recordar que la fiesta fue posible gracias a la decisión de apoyar a la ciudad que tomó el gobierno de Cristina Kirchner.

«El gobierno nacional se jugó por Rosario», aseguró el jefe de Gabinete, no sólo al respaldar la propuesta para que fuera sede de la largada, sino también al aportarle recursos para las obras indispensables.

«La contratista a cargo de las obras viales en Circunvalación se hizo cargo de la repavimentación de avenida Belgrano, desde 27 de Febrero al Monumento a la Bandera. Son 70 millones invertidos en 2.400 metros que estuvieron flamantes para el 4 de enero», destacó, una mejora «que quedó para que los rosarinos la puedan seguir disfrutando aún después del rally».

De todos modos, Capitanich repartió méritos y saludó el trabajo integrado entre distintos niveles de gobierno, articulación que definió como «importante» y que se tradujo en una «buena organización», lo que a su vez dio por resultado «una buena imagen para la Argentina».

«La diversidad de propuestas y paisajes que tiene nuestro país», afirmó, es seguida durante estos días por «mil cien millones de personas en el mundo», gracias a que «más de 2.000 periodistas de 200 nacionalidades» y «decenas de emisoras de televisión difundirán imágenes de todo el recorrido».

El diputado nacional Marcos Cleri (FV) fue otro que destacó el aporte federal a la largada del Dakar al afirmar que «gracias a las obras y el apoyo de la Nación se vivió una fiesta y quedaron obras y recursos para la ciudad». Para el legislador, «las acciones de la Nación permitieron que Rosario se exhiba al mundo como una ciudad preparada para organizar este tipo de competiciones». Y a la remodelación de avenida Belgrano sumó «el desembolso de casi 800 mil pesos para mejorar la zona del Monumento a la Bandera». (La Capital)