La Muni estudia prohibir la tenencia de perros de gran porte en Rosario

La iniciativa surge tras otro ataque feroz de un pitbull a su dueña. Desde el Imusa advierten «un crecimiento exponencial de perros potencialmente peligrosos en Rosario».

Tras otro feroz ataque de un pitbull a su dueña, la Municipalidad quiere prohibir en la ciudad la tenencia de perros de gran porte. «Hemos desaconsejado a los vecinos que tengan estos animales en sus casas, pero cada vez hay más canes de razas potencialmente peligrosas registrados en Rosario y más accidentes», advirtió la directora del Instituto Municipal de Sanidad Animal (Imusa), Diana Bonifacio. La funcionaria confió que ya hubo contactos informales con concejales oficialistas para sancionar una ordenanza que impida la compra, venta y reproducción de 16 razas conflictivas.

Bonifacio aclaró que se trata de una idea «que recién se está analizando» en el gabinete, pero cuenta con la firme decisión política del Imusa para «por lo menos durante cinco años detener la cantidad de perros de gran porte que hay en la ciudad».

La jefa del Imusa remarcó que en los últimos años hubo «un crecimiento exponencial de perros potencialmente peligrosos en Rosario». Tanto que en el Registro Unico, obligatorio para 16 razas conflictivas, «ya hay anotados 3.000 perros», en su gran mayoría pitbull y rottweiler.

La funcionaria recordó que «hace un tiempo eran muy pocos los perros anotados. Y además, se estima que los casos registrados son apenas una tercera parte de lo que efectivamente hay en la ciudad». De ser así, la cifra treparía a 9.000 perros de gran porte.

Los perros que, por normativa local, sus dueños deben inscribirlos en el Registro y colocarles un microchip en forma subcutánea son: pitbull, tosa inu, dogo de Burdeos, presa canario, bull terrier, akita inu, mastin napolitano, fila brasilero, dogo argentino, cane corso, bull mastiff, staffordshire terrier, rottweiler, doberman, gran perro japonés y ovejero alemán.

De acuerdo a la ordenanza vigente, «son razas que por su contextura física, porte, tamaño, diámetro del cuello y potencia de sus mandíbulas, son capaces de ocasionar daños o lesiones graves a personas o animales, e inclusive la muerte, aunque no presenten rasgos de agresividad ni aptitudes de guardia o ataque».

El Registro permite identificar a los perros peligrosos ya que portan una tarjeta con sus datos y su foto. Además, si el animal es robado o se ha perdido, con sólo pasar una lectora portátil por su lomo es posible conocer quién es su propietario. También ayuda al control del estado sanitario (vacunación antirrábica, esterilización, desparasitación).

Bonifacio reiteró que para el Imusa «son razas que no conviene tener como mascotas en las casas porque pueden causar accidentes graves. En caso de tenerlos, hay que esterilizarlos al poco tiempo y estar al día con las vacunas».

La titular del organismo municipal de sanidad animal admitió que en paralelo al crecimiento de perros de gran porte registrados en Rosario, hubo un alza de ataques graves (ver aparte).

En ese contexto, surgió la idea de prohibir la tenencia de los perros potencialmente peligrosos. «Hemos tenido algunas conversaciones informales con concejales para poder avanzar con una norma restrictiva de las razas de gran porte. Falta mucho, recién estamos hablando de algunos conceptos, falta ver cómo se reglamenta, pero la decisión política está», comentó Bonifacio.

Según la directora del Imusa, «muchas ciudades de distintos lugares del mundo han adoptado normas que prohíben la compra, venta y reproducción de razas peligrosas. Y Rosario podría hacer lo mismo».

La funcionaria reconoció que será necesario coordinar la normativa a adoptar con los municipios del área metropolitana, o incluso a mayor escala, para evitar situaciones conflictivas.

«Lo importante es tomar dimensión del tema, es un problema grave que tenemos, y como tal tenemos que adoptar medidas para solucionarlo», agregó.

En lo que va del año ya hubo 20 ataques graves. En lo que va del año, el Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa) lleva contabilizados al menos 20 casos de ataques graves de perros de gran porte. Igual, en el organismo estiman que esa cifra representa sólo el 10 por ciento del total de hechos.

«Los números que manejamos son los hechos que han trascendido, sólo hablamos de situaciones que han tomado estado público porque afectó a un tercero o bien porque intervino personal de salud pública», aclaró la directora del Imusa, Diana Bonifacio.

Según la funcionaria municipal, «hay muchísimos casos de accidentes con perros de gran porte en el seno familiar que no trascienden», como el ocurrido el jueves pasado en la zona sur, cuando una mujer fue atacada por su pitbull, que le causó gravísimas heridas (ver aparte).

Bonifacio alertó sobre otra situación conflictiva que surge tras un ataque. «Por lo general los perros son sacrificados por las propias familias o bien quedan alojados por mucho tiempo en dependencias del Imusa, en muchos casos judicializados que impiden ser entregados en adopción a otras familias», precisó.

Al respecto, mencionó que unos 15 perros de gran porte están alojados en la sede del Imusa (Francia 1940) «para lo cual hay que destinar muchos recursos humanos que se ocupan de los animales».

Bonifacio adelantó además que antes de fin de año, la dependencia que dirige efectuará campañas de control en los parques y plazas de la ciudad respecto al cumplimiento de las obligaciones de los dueños de mascotas en la ciudad.

«Fundamentalmente vamos a controlar que los perros sean paseados con correa y bozal según corresponda, y en caso de corresponder se aplicarán las sanciones que están fijadas por ordenanza», apuntó la funcionaria.

En paralelo, la Secretaría de Servicios Públicos hará lo propio respecto a al higiene y exigirá que los propietarios de las mascotas levanten las heces con bolsas.

(La Capital)