En su primer decreto, Trump le fijó límites al ambicioso sistema de salud «Obamacare»

El flamante presidente de los Estados Unidos empezó a desmantelar la reforma sanitaria de su antecesor, a horas de haber asumido en el poder. En qué consiste la medida.

La era Donald Trump en los Estados Unidos arrancó con un encendido discurso del nuevo Presidente y mucha violencia en las calles: la policía detuvo a más de 200 personas por una serie de graves disturbios y reprimió a los manifestantes. Hubo muchas movilizaciones de protesta contra el republicano, que incluyeron roturas de vidrios de bancos y comercios y hasta el incendio de una limusina a pocas cuadras de la Casa Blanca.
Lejos de cambiar de posición, el flamante presidente ya empezó a cumplir con alguna de sus decisiones de campaña y todo indica que desmantelará los logros de su antecesor Barack Obama, como el ambicioso plan de salud que había impulsado el demócrata, el llamado «Obamacare», que le dio cobertura médica a unos 20 millones de estadounidenses que antes carecían de este tipo de prestaciones.
En sus primeras palabras como jefe de Estado, tras el acto de jura, no hizo más que reavivar la grieta entre sus seguidores y quienes lo rechazan. Entre otras cuestiones aseguró que prevalecerá la máxima de «Estados Unidos primero» y prometió, como lo hizo Carlos Menem en su momento, que no defraudaría al pueblo estadounidense.
Atrás quedó el encuentro amable que el nuevo Presidente compartió con su antecesor en la Casa Blanca, en el que tomaron té y del que participaron además sus esposas, Melania Trump y Michelle Obama, respectivamente, en la despedida del demócrata de la sede de gobierno de los Estados Unidos.
Trump, aunque había dicho que recién el lunes empezaría a tomar decisiones de gestión, el mismo viernes ya estampó su firma en los primeros decretos de gobierno. Más allá de las formalidades para agilizar las nominaciones en su gabinete, el republicano empezó a cumplir con una de sus promesas de campaña: la limitación del «Obamacare».
A pocas horas de asumir firmó un decreto en el que ordenó a los órganos y agencias oficiales que «tomen todas las acciones acordes con la ley para minimizar la carga económica y regulatoria» de la ley de salud. El objetivo, indica la resolución, es «crear un mercado de seguros de salud más libre y más abierto».
La ley fue aprobada en 2010 como resultado de un complejo proceso de negociación liderado por el ahora expresidente Obama. En contrapartida, el partido Republicano nunca dejó de resistir la normativa, en una lucha que se intensificó en 2014, cuando los republicanos pasaron a controlar las dos cámaras del Congreso.
En la campaña electoral Trump había insistido en que su gobierno se empeñaría desde el primer día en eliminar el Obamacare. «Es un desastre completo», repetía el ahora Presidente en sus actos públicos. Para Trump, el sistema es demasiado costoso y tiene muchas regulaciones.
De todos modos, la propia dirigencia del partido Republicano en el Capitolio le advirtió que la simple abolición de la normativa dejaría a millones de personas sin un seguro de salud y le sugirió que elaborara una alternativa antes de su derogación.
Cerca de un tercio de los estadounidenses tienen algún tipo de cobertura médica pública, mientras que la mitad de la población dispone de seguros de salud a través de sus trabajos o de la medicina privada. Con el sistema «Obamacare», el gobierno de demócrata logró que una gran parte de los estadounidenses que se encontraba desprotegida pasase a tener un seguro médico. De avanzar el plan de Trump, podrían llegar a perder estos beneficios. (TN)