El municipio compactó 4600 vehículos que fueron retirados de la vía pública

Dos veces al año el municipio reduce a chatarra los rodados que fueron remitidos de la calle hace más tiempo. Lo producido se vende

El municipio realizó una nueva compactación de vehículos que habían sido retirados de la vía pública y se encontraban en los corralones. Esta vez fueron 4.600 los rodados que se redujeron a toneladas de chatarra que luego son vendidas a empresas de la región que reutilizan ese material. En su gran mayoría fueron motos las intervenidas, más de 4.000 en la última semana.

Dos veces por año la Intendencia lleva adelante este proceso: compactar los vehículos que no fueron recuperados por sus dueños en los plazos previstos. El resultado es vendido a empresas y reutilizado.

En mayo se confiscó un total de 2.404 vehículos (de los cuales 1.047 fueron motos). Durante el mes de junio, la cantidad registrada fue de 2.323 (1.018 motos) que fueron a parar a los corralones municipales de Moreno y Ocampo, y otro de dos hectáreas en Presidente Perón al 7900.

La directora del Tribunal de Faltas, Stella Maris Splendiani, admitió que «lo ideal son dos compactaciones al año, por la cantidad de vehículos que tenemos en los dos predios. Eso nos daría el espacio como para poder seguir con esta dinámica de ingresos y egresos».

En cada instancia, se procesa un estimado de 600 autos y unas 4.000 motos, lo cual deja como resultado entre 850 y 900 toneladas de chatarra. A razón de quince y veinte por día, y vale precisar que cada compactación tarda un mes y medio en completarse.

«El trabajo preparatorio es muy importante porque primero hay que tener seleccionados los vehículos que reúnan los requisitos para ingresar a la compactación», aclaró Splendiani.

Los requisitos están determinados por ordenanza y son: en primer lugar, que el vehículo haya cumplido un plazo mínimo de seis meses de estadía en el predio. Luego «se da aviso a todos los titulares de esos vehículos a través de la oficina de notificaciones de la Municipalidad y se les da oportunidad de presentarse».

Así es que, si una vez comunicada la disposición para compactación, el dueño aparece y acredita la titularidad, puede gestionar el retiro del vehículo en cuestión y salvarlo de convertirse en chatarra.

Todo el proceso es llevado adelante de forma tercerizada por una empresa que accede a través de un pliego licitatorio.

A modo preparatorio, se encargan de instalar la máquina en el predio Oeste y llevar adelante la descontaminación de los vehículos a compactar: se les quitan los sistemas de gas, las baterías y todos los líquidos.

Según se indicó, esto permite que esos residuos no contaminen el suelo, a la vez que garantiza que la chatarra sea reutilizable.

«La máquina convierte al vehículo en un paquete cuadrado. Eso se pesa, supervisado por personal municipal, para determinar la cantidad exacta de chatarra generada. Esa chatarra es vendida a la empresa Acindar que la procesa por molienda y separa lo reutilizable para sus procesos industriales», cerró la titular del Tribunal Municipal de Faltas.(La Capital)