Caótica fiesta convocada por redes sociales terminó con una policía herida

La plaza Azcuénaga quedó desbordada en plena madrugada por un festejo «espontáneo». Hubo desbande y una policía herida

Vecinos del barrio Azcuénaga quedaron desconcertados en plena madrugada de ayer, después de Nochebuena, cuando al menos 500 adolescentes coparon la plaza de Mendoza al 5300 para convertirla en un espacio para el descontrol, el caos y posterior desbande. Hubo heladeras con alcohol, petardos, botellazos, música ensordecedora, y frenadas de motos y autos. Muchos de los habitantes de este sector del oeste quedaron encerrados sin poder circular, por la fiesta al aire libre convocada por redes sociales. Hacia las 4, los móviles policiales se hicieron presentes. A uno le destrozaron el parabrisas y una uniformada resultó lesionada.

Los vecinos consultados por La Capital todavía no se explican cómo en un lapso breve una oleada de pibes cubrió la plaza Azcuénaga (Mendoza, Camilo Aldao, San Juan y Larrea). Quedó sitiada para la diversión fuera de toda autorización y con códigos en conflicto con la convivencia ciudadana: gritos, corridas, ruidos de escape de auto, frenadas de motos y parlantes en la plaza con música a todo volumen.

Según los testimonios que obtuvo La Capital, la concentración pública comenzó a las 2.30. En minutos se transformó en desborde, descontrol con unos 500 pibes de entre 14 a 17 años como protagonistas.

Plaza Azcuénaga es un espacio verde y de cemento que comunica a nivel peatonal Mendoza y San Juan, a la altura de Olascoaga. Los vecinos quedaron rehenes de la situación y comenzaron a comunicarse por WhattsApp.

Todo esto tuvo lugar a pocas cuadras de Marcos Paz al 4200, donde una fiesta en la calle convocada por un grupo de jóvenes desencadenó en el hartazgo de un padre que salió de la casa con un cuchillo y atacó por la espalda a uno de ellos provocándole la muerte (ver página 35).

En la plaza, en tanto, y tras varios llamados de los vecinos al 911 llegó la policía para disipar el tumulto. «Yo pasé hace un rato, estaba la camioneta de la policía. Doblamos por Olascoaga para llegar a casa, con precaución y tocándole bocina a algunos», indicó un vecino en el chat barrial, para agregar: «Parece que se desbandó».

En otra conversación, se advertía: «Pasé por Larrea y San Juan. Corrían grupos de jóvenes. Un caos en la zona de Larrea, gritos, corridas, autos a toda velocidad. Hubo gente que cruzó sus autos en la calle cortándola como si fuesen los dueños. Esto estuvo muy lejos de ser un festejo de Navidad».

Al chat se sumaron más voces. «Lamentablemente en Olascoaga vivimos corridas, botellazos y otras desagradables situaciones. Llamé al 911. ¿Se repetirá para Fin de Año?».

El sector más crítico fue el de Olascoaga hasta Larrea. Otro vecino preguntó al resto: «¿No se sabe si hay algún organizador detrás de esto?». Uno más recordó: «El año pasado para fin de año entramos de casualidad a mi casa. Hubo una invasión de gente, paraban autos en cualquier lado. Siempre hay alguien que convoca por las redes».

Según algunas versiones, la autoconvocatoria de cientos de adolescentes se habría hecho por Instagram o Facebook. Los resultados de la fiesta al aire libre estuvieron a la vista con quienes se levantaron ayer por la mañana. Puertas de las casas orinadas, botellas rotas, restos de pirotecnia, eran las señales de la movida.

Cristina, quien además dialogó con este diario, detalló que la policía llegó rápido. «Estaban todos alcoholizados. Venían con heladeritas, bien organizados. Muchos cohetes, pusieron parlantes en la plaza con música fuerte; no dejaban pasar a la gente, fue un lío bárbaro hasta las 6». El temor ahora es que los «happening» en la vía pública se repitan el próximo 31 de diciembre. «A la GUM no la vi. Esperemos que la vecinal tome cartas en el asunto», cerró Cristina.

Fuentes del Ministerio de Seguridad santafesino indicaron que cuando los móviles se hicieron presentes en el lugar se encontraron con 500 personas. Muchas de ellas, recibieron a los uniformados a los piedrazos y botellazos.

Como consecuencia de los disturbios, una mujer policía tuvo una lesión en uno de sus ojos, cuando los objetos lanzados hicieron estallar el parabrisas del móvil 7.029. También hubo otros lesionados leves. Tras las actuación de agentes de la comisaría 14ª se demoró a varias personas.

En enero pasado, se dispuso el cierre definitivo del bar «Junior», un «after» de la zona, donde se produjo un tiroteo. Y en diciembre de 2015, un joven fue asesinado a la salida.

Otra lesión en un ojo por piedrazos

Un segundo incidente con una oficial lesionada se produjo en jurisdicción de barrio Malvinas donde ayer, a las 3.15 (French y San Cristóbal), una uniformada sufrió un traumatismo ocular cuando una turba atacó un patrullero a piedrazos. Los agentes del Cuerpo Guardia de Infantería observaron un tumulto de cientos de personas concentradas en plena madrugada. Cuando llegó la policía, arrojaron elementos causando daños a los móviles y produciendo daños en una de las ventanillas del móvil 7.271. A raíz de la agresión, una oficial resultó lesionada en el rostro, por lo que fue trasladada al Hospital Provincial. Allí se le diagnosticó traumatismo ocular. (La Capital)