Aseguradoras y energéticas, las más perjudicadas por el sismo en Japón

La preocupación que sacude a los mercados del mundo tras el terremoto y tsunami que azota a Japón impactó ayer en la Bolsa porteña con una caída del 1,33% en los papeles líderes, dentro de la ola bajista que generó la catástrofe en la tercera economía mundial, sumado a renovados temores sobre un accidente nuclear.

Pero las estimaciones del impacto económico a nivel local y global están recién comenzando a emerger. En el cortísimo plazo, en las Bolsas de todo el mundo, los números en las pizarras empiezan a reflejar los países y sectores productivos, comerciales y de servicios más afectados y más beneficiados con la catástrofe. Las Bolsas europeas retrocedieron 1,10%, mientras que en Nueva York el Dow Jones quedó 0,43% abajo. El índice Nikkei en Tokio se desplomó 6,2%. Sin embargo, el derrumbe accionario no afectó, más bien todo lo contrario, a mercados como los de Seúl, Hong Kong y Shanghai, cuyos inversores esperan sacar partido de la catástrofe nipona.

Dentro de los sectores más afectados aparecen las aseguradoras de riesgo (entre ellas, varias reaseguradas alemanas, francesas y suizas), las compañías eléctricas (como la germana Eon y la estadounidense General Electric) y fabricantes relacionados a la tecnología nuclear (como Toshiba y Mitsubishi Heavy), firmas de artículos de lujo como Tiffany (Japón representa el 11% de este tipo de consumos) y las automotrices niponas (Toyota, Nissan y Honda) o de productos electrónicos como Sony.

Como contrapartida, la hecatombe en Japón mejoró las previsiones de ventas para empresas constructoras de barcos, acerías y fabricantes de automóviles. En Corea y China se vio reflejado en sus índices bursátiles.

La catástrofe de Japón se produce tras una serie de costosos desastres naturales para el negocio global de seguros. Los más recientes fueron las inundaciones y los ciclones en el norte de Australia y un terremoto en Nueva Zelanda.

Coberturas. El terremoto en Japón podría costar a las aseguradoras sólo en la reparación de edificios unos 35.000 millones de dólares, según primeras estimaciones de la aseguradora AIR Worldwide en Boston, que no tienen en cuenta las consecuencias del tsunami y no valoran tampoco los daños de la infraestructura o los perjuicios económicos del cese de la producción. Desde el sector ya dejaron trascender que las primas volverán a subir pero para todo el mundo.

En tanto, Hiromichi Shirakawa, economista jefe de Japón en el Credit Suisse, dijo en una nota a clientes que las pérdidas oscilarían entre 171.000 y 183.000 millones de dólares sólo en la región afectada por el sismo y el tsunami.

El desastre nipón se produce en un momento de incertidumbre por la crisis de la deuda europea, las revueltas en el mundo árabe y una ola inflacionaria que amenaza con lastrar la recuperación de la crisis financiera y golpear con mayor peso a los países emergentes producto del alza de precios de los alimentos.

La consultora del ING Bank, Lindsay Coburn, aseguró que es difícil valorar con exactitud el impacto de la serie de desastres. En cualquier caso la producción industrial de Japón caerá de forma considerable. “Una contracción del PBI de entre un 5% y un 10% sería incluso un escenario bueno. Una combinación adversa de eventos podría provocar una caída de la producción industrial similar a la vivida tras la crisis financiera global del 30%”, sostuvo Coburn.