Lorenzetti acusó a Rosenkrantz de promover «un clima de tensión y temor» en la Corte

El ex presidente del máximo tribunal le respondió a su sucesor. También habló de «de amenazas telefónicas».

Ricardo Lorenzetti le envió una carta a su sucesor en la presidencia de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz, en la que blanquea (y potencia) la feroz tensión desatada desde que Rosenkrantz le ganó la pulseada por la presidencia de la Corte Suprema.

El texto del santafecino tiene párrafos por demás duros. «El clima de tensión, de temor, de amenazas telefónicas, de falta de respeto de los derechos del trabajador y de la persona humana, así como de los procedimientos internos de la Corte, fue lo que generó la paralización momentánea», dice Lorenzetti en su escrito.

LPO explicó que Rosenkrantz puso en evidencia el malestar al publicar anoche una resolución en la que ordena la «restitución» del acceso al Centro de Información Judicial (CIJ) y a sus contenidos, ya que cuando Lorenzetti se fue, se llevó con él las claves de acceso que controlaba su protegida María Bourdin y en una decisión que bordea lo irracional, cerró el sitio que desde entonces está congelado y sin posibilidad de acceder a sus contenidos.

«En el día de la fecha me ha sorprendido su resolución número 3018 que ha publicado con ribetes de escándalo, algo que nunca ha sucedido en los últimos años y propio de épocas que hemos querido superar», expresó Lorenzetti en una carta dirigida a Rosenkrantz.

Desde que Lorenzetti fue desplazado de la presidencia, la agencia de noticias del Poder Judicial quedó en el centro de la pelea.

En su carta, el ex presidente de la Corte dice lamentar»muchísimo semejante mediocridad pero, estando en juego el prestigio de la institución, me veo obligado a contestar».

En la carta, Lorenzetti relata que el futuro presidente de la Corte ingresó en el despacho de Bourdin para proponerle una suerte de «privatización del CIJ».

Según el magistrado, la secretaria de Comunicaciones respondió que «eso debía ser decidido por la Corte, y no sólo por la futura presidencia». Lo que devino (siempre según la carta de Lorenzetti) en «expresiones que se apartan notoriamente de la política de género y protección de la mujer que la propia Corte lleva adelante».

Este hecho obliga ahora a la intervención de Elena Highton de Nolasco, hoy vicepresidenta de la Corte y titular de la Oficina de la Mujer (OM), un organismo creado en 2009 para incluir una perspectiva de género en el Máximo Tribunal.

Pero además, la carta tendrá rebotes que todavía son impredecibles. Por caso, debería intervenir un juez porque lo que Lorenzetti denuncia son delitos graves, más aún si son realizados por jueces de la Corte.

Otro de los puntos calientes es la amenaza de Rosenkrantz a Pablo Méndez, segundo de Boudin en la secretaria de Comunicaciones. Es que tanto Bourdin como Mendez pidieron pases de inmediato a la vocalía de Lorenzetti antes del desembarco de Rosenkrantz en la CIJ.

Lo que denuncia Lorenzetti en su carta es que el futuro presidente de la Corte amenazó telefónicamente con sumariar a quienes habían pedido traslados.

En otro punto de la carta, el presidente saliente asegura que hubo un pedido de Rosenkrantz por escrito «para entregar toda la documentación de la Secretaría a una persona designada por locación de servicios que pertenece a una consultora privada».

Según trascendió, esa contratación se hizo de cara a la cumbre del J20 y los funcionarios de la secretaria de Comunicaciones no consideraron legal entregar las claves del órgano de noticias a una consultora externa al ámbito de la Corte Suprema.

Con todo, en medio de un escándalo que tiene impacto internacional, mañana todos los ministros de la Corte Suprema deberán estar juntos en la foto de cierre del J20, en el CCK. Allí, Rosenkrantz y Lorenzetti tendrán oportunidad de pautar una tregua para una transición ya de por sí escandalosa. (La Política Online)