Pichincha: Clausuraron bar donde hirieron de muerte a joven

La secretaría de Control y Convivencia realizó una acción preventiva hasta tanto la Justicia defina los pasos a seguir. Hoy imputan al detenido.

Por Aníbal Fucaraccio / La Capital

Mientras la Justicia avanza con las tareas de investigación del asesinato de un joven de 25 años, que fue baleado en la madrugada del domingo, las autoridades de Control de la Municipalidad de Rosario determinaron ayer la clausura administrativa de esta polémico bar ubicado en Balcarce y Brown, que de acuerdo a las denuncias de los vecinos ya fue escenario de varios episodios de violencia.

La muerte de Matías Ezequiel Rafaelle expone la situación de tensión y angustia que atraviesan los habitantes de esa zona de Pichincha donde se reiteran este tipo de hechos. Hace menos de un mes, hubo una guerra de piedrazos entre cuidacoches que derivó en una decena de autos destrozados. Y los inconvenientes en este bar se repiten desde hace mucho tiempo, en horas de la madrugada, según reclaman los vecinos.

Por el trágico episodio de este fin de semana, fue detenido Flavio José C., de 52 años, quien había sido capturado por otros clientes del bar hasta el arribo del personal policial, y será imputado en el mediodía de hoy.

Frente a este panorama, la Municipalidad procedió formalmente ayer a una clausura preventiva del bar americano, donde fue baleado el muchacho, quien falleció pasadas las 19 del domingo, en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), producto de la gravedad de las heridas sufridas en el abdomen.

«Es una medida de carácter preventivo, mientras avanza la Justicia. El lugar estaba en regla y tenía habilitación como bar americano, lo que le permite estar abierto las 24 horas», comentó Guillermo Turrin, secretario de Control y Convivencia Ciudadana.

«Quizás, algunos le ponen el rótulo de after hour, porque está las 24 horas con gente en el lugar, pero no tiene características de situaciones que hemos hablado en otros momentos sobre quienes tergiversan el rubro», se encargó de explicar el funcionario municipal.

Y precisó: «Administrativamente, estaba en regla, y en el momento de los disparos no había más de ocho personas en el lugar. No es un espacio amplio, ni tiene una concurrencia masiva».

«Entendemos que, teniendo en cuenta el desenlace, el caso tiene que ver más con la seguridad pública que con una cuestión administrativa de habilitación y de papeles, que están en regla», remarcó Turrín.

Acción demencial

Rafaelle estaba casado. El episodio ocurrió en el bar denominado Oktubre, de Balcarce 7 bis. De acuerdo a los testigos ocasionales, el autor de los disparos ingresó con un arma de fuego al local y empezó a tirar contra la víctima, sin razón aparente, ni ningún entredicho previo. Sorprendió a todos los que estaban en el interior del negocio. Tras esa acción demencial, una de las personas que estaba en el bar tomó por la espalda al agresor y entre varios parroquianos lo detuvieron hasta el arribo del personal policial.

Cuando llegaron los uniformados, procedieron a aprehenderlo y se lo trasladó a la seccional 2ª. Según consta en la investigación, se logró secuestrar en las pertenencias del involucrado seis proyectiles calibre 22, pero no se pudo hallar el arma utilizada.

De todas maneras, los testigos que estaban en el lugar, observaron toda la escena y dan cuenta de la conducta demencial del sospechoso.

El atacante quedó con muchas muestras de golpes en su cuerpo, que habrían sido producto de la manera en que los parroquianos tuvieron que utilizar para poder retenerlo en ese mismo sitio donde sucedió la tragedia.

La víctima recibió dos disparos fatales en el abdomen que le costaron la vida. Más allá de que lo llevaron al Heca, los profesionales médicos no pudieron revertir su estado de extrema gravedad. Y, sobre las 19 del domingo, falleció el joven de 25 años.

Esta muerte pone nuevamente en el eje de las críticas a ese bar de Balcarce y Brown donde, según los vecinos, se repiten situaciones de excesos y este tipo de hechos de violencia. (La Capital)