Se llevó a cabo la entrega N° 41 de los Martín Fierro

La emoción caracterizó la ceremonia de la entrega número 41 de los premios Martín Fierro, con la recientemente fallecida Romina Yan en el recuerdo de todos y el aliento para que Juan Alberto Badía se recupere del cáncer que lo afecta.

En la premiación propiamente dicha, “Pare vestir santos” se llevó más estatuillas (ocho), incluyendo la de oro, y el platino fue para Marcelo Tinelli.

“Un unitario se hace fundamentalmente con mucho amor”, dijo Adrián Suar, responsable de la productora responsable de “Para vestir santos” Pol-ka a la vez que director de programación de El Trece, canal por el que se emitió el unitario el año pasado.

“Un año más a la ficción le entregan el Martín Fierro de oro –agregó Suar, dado que el año pasado el programa beneficiado fue “Tratame bien”-. Hace muchísimos años que yo hago ficción y el unitario ocupa un lugar muy importante en el hogar de los argentinos. Yo estoy muy feliz porque no sé qué cantidad de autores, directores, técnicos le ponen garra para hacer esta ficción”.

Quien recibió la estatuilla de manos nada menos que de la actriz Cecilia Roth agradeció al público que miró “Para vestir santos” durante el año 2010 y definió la ceremonia como una “fiesta increíble”. La ceremonia en cuestión de la entrega de premios de la Asociación de Periodistas de Radio y Televisión Argentina (APTRA) se llevó a cabo, con transmisión de El Trece, desde el Hotel Hilton Buenos Aires.

Natalia Oreiro y Mike Amigorena estuvieron a cargo de la conducción. La primera estuvo muy simpática y el segundo distraído, al punto de lanzar en un momento la frase “no estudié nada” para admitir su falta de compenetración con la entrega de premios y sus errores en la lectura de un guión que parecía veía por primera vez.

Con realización de Alejandro Borensztein, la apertura de la ceremonia tuvo lugar después de una alfombra roja en la que, con conducción de Denise Dumas, Catalina Dlugi y Fabián Medina Flores, permitió a los famosos lucir su glamour.La apertura grabada contó con la participación de figuras como Griselda Siciliani, Fabián Vena, Mariana Fabbiani, Elizabeth Vernaci, Adrián Suar, Magdalena Ruiz Guiñazú, Gabriel Corrado, Gabriel Goity y Muriel Santana, quienes se prestaron al juego de bromear acerca de cómo reaccionarían y qué dirían si tuvieran en sus manos el Martín Fierro.

“Hoy son los Martín Fierro. Hoy tal vez puedas decir lo que siempre deseaste decir”, se escuchó de una voz en off. Y, desde una bañera llena de espuma, una sensual Luciana Salazar se mofó de su ya superado y mediatizado romance con el economista Martín Redrado. “Ojalá que este Martín me dure mucho más que el otro”, dijo, con una estatuilla entre sus manos.

Oreiro y Amigorena dieron luego la bienvenida a los presentes y a la teleaudiencia en una transmisión con un despliegue de producción como nunca antes se había visto y con la novedad de la emisión en alta definición.

“Los mejores del año 2010 están aquí en esta fiesta”, sentenciaron los conductores, para dar paso a las habituales palabras del presidente de APTRA Carlos Siacaluga. “Esto es Hoollywood en castellano; la gente de El Trece puso todo esta noche y se lo agradecemos, porque es la fiesta más importante de la televisión y la radiofonía argentina. Pasaron once años para que El Trece volviera a transmitir los Martín Fierro”, dijo el directivo, además de resaltar el hecho de que la transmisión sea en alta definición y asegurar que “debe ser así, con mucho glamour y mucho entusiasmo”.

En la ceremonia en la que “Para vestir santos” se alzó con la mayoría de las estatuillas, exactamente ocho, dejando detrás a “Malparida”, que sólo contabilizó cuatro, y a “Lo que el tiempo nos dejó”, que logró solamente una, hubo mucho espacio para la emoción.

Las imágenes, por ejemplo, de Ernesto Sábato, Osvaldo Miranda, Rubén Juárez, Mario Clavel, Sarah Bianchi, María Elena Walsh, Hugo Midón, Rolo Puente, Norberto Díaz, Carlos Torres Vila, Catalina Speroni, Hugo Guerrero Marthineitz, Patricia Miccio y Romina Yan aparecieron en pantalla gigante para ser honrados por sus recientes fallecimientos.

Los homenajes fueron para la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas (ATA), para el programa solidario para UNICEF Argentina “Un sol para los chicos”, para Jaime Yankelevich y Carlitos Balá. En el caso de Jaime Yankelevich, impulsor de la teleradiodifusión en la Argentina, el premio fue recibido por su nieto Gustavo Yankelevich: “Me tomo el atrevimiento de agradecer a todos los que trabajaron 60 años en la televisión. Para mi hijo Tomás –el actual director de programación de Telefé- y un recuerdo muy especial para quien fue, es y será el granreferente en mi vida y el gran orgullo en mi vida: Romina”.

Está claro que ni su familia ni quienes trabajaron con Romina Yan lograron sobreponerse aún a su repentina muerte, como también lo demostraron sus ex compañeros de “Casi ángeles”, ciclo además de factoría de su madre Cris Morena, quienes le dedicaron su Martín Fierro.

En cuanto a Carlitos Balá, fue ovacionado y su nombre coreado por los presentes, entre los que se encontraban las divas Susana Giménez, Mirtha Legrand y Moria Casán. Con 56 años de profesión, el humorista más querido por los chicos argentinos de varias generaciones habló sobre sus inicios y sobre un presente que aún lo encuentra trabajando.

“Le pedí a APTRA por favor que me dejaran entregar este premio –dijo Suar antes de presentar a Balá-. Marcó mi infancia como la de millones de argentinos”, dijo sobre una persona que “con solo decir una frase ya se sabe quién es”.

“El talento que tiene esta persona lo hace único”, agregó Suar sobre quien definió como un “mito de la Argentina”. Imágenes de archivo precedieron a las palabras del propio Balá, identificado por todos tanto por su gestito de idea como por su frase “¿qué gusto tiene la sal?”.

“Se están sacando el frío, ¿eh?”, bromeó Balá, ante tantos aplausos, para luego contar sobre su debut en “La revista dislocada” en Radio Splendid. “Me llevaron porque yo era muy tímido y no me animaba… temblaba de miedo como ahora”, admitió. “Soy muy agradecido con mi público que me quiere tanto”, finalizó Balá, quien contó que “cinco mil mails se mandaron a APTRA para que esto se realice”.

Así, la participación de Balá sumó emotividad a una velada de por sí emotiva, en la que más que una lágrima se vio entre los concurrentes a una ceremonia en la que para la prensa Juana Viale fue la gran ausente seguramente para evitar ser consultada por su supuesto affaire con Martín Losteau y se extrañó, en estos dos caso por enfermedad, a Juan Alberto Badía y Antonio Carrizo, quienes fueron, sin embargo, recordados por sus colegas