Ante una plaza vacía, el Papa encabezó el tradicional Vía Crucis

El Papa Francisco encabezó este Viernes Santo un inédito Vía Crucis ante una Plaza San Pedro casi vacía por las restricciones para frenar el coronavirus.

Durante la ceremonia, dio la palabra a ex detenidos, hijos de personas encarceladas y personal de un penal del norte italiano.
De frente a una de Plaza San Pedro iluminada solo con velas, el Papa cedió protagonismo a las 14 meditaciones escritas por personas relacionadas con una cárcel del norte italiano, al punto que no dio el discurso que estaba previsto en el libreto oficial de la oficina de celebraciones papales.

La ceremonia de este viernes marcó, una vez más, el ritmo de las actividades del Vaticano en época de pandemia, con nula presencia de fieles alrededor del Papa, de 83 años. La última vez que un Papa no pudo ir al Coliseo para el Vía Crucis fue en 2005, cuando Juan Pablo II faltó por primera vez en sus 26 años de pontificado debido a las complicaciones de salud que días después lo llevaron a la muerte.

Con rostro notablemente compungido, Francisco encabezó la celebración frente al crucifijo que, según la tradición católica, salvó a Roma de la peste del siglo XVI y al que el pontífice le encomendó el fin de la pandemia.