Desde este sábado, la estatal YPF aumentará 6% sus naftas

Los precios de las naftas y el gasoil comercializados por la petrolera YPF aumentarán 6% desde el primer minuto de este sábado en todo el país, en el marco del proceso de ajustes escalonados anunciado en marzo por la compañía.

Desde mañana, YPF incrementará 6% promedio los precios de sus combustibles en todo el país. En la Ciudad de Buenos Aires, se espera que la suba sea mayor, de 6,3%. El resto de las marcas de estaciones de servicio –Shell, Axion y Puma Energy– acompañará el incremento.

El mes próximo también habrá un nuevo aumento, que completará el tramo final del alza de 18% promedio país que anunció la petrolera con control estatal el mes pasado. De este total, ya se aplicó en marzo una suba de 7% (en CABA fue de 7,9%) y, por lo tanto, el próximo aumento de mayo sería menor al 5%.

En lo que va del año, los precios de la nafta y el gasoil aumentaron seis veces, y acumulan una suba de 27,2%, muy por arriba de la inflación estimada para el mismo periodo, de alrededor 16%. Las razones que explican esta suba es la actualización del impuesto a los combustibles, que autoriza la Secretaría de Energía; el aumento de los biocombustibles, que se utilizan en la refinación para cortar el petróleo; el alza del precio internacional del barril de crudo, y la devaluación acumulada.

Para lograr que el Gobierno autorice estos aumentos –aunque el sector no está regulado, YPF no mueve sus precios sin el consentimiento de la Casa Rosada–, fue clave la gestión del nuevo presidente de la petrolera, Pablo González, exvicegobernador de Santa Cruz durante la primera gestión de Alicia Kirchner. El patagónico explicó al Presidente y a la vicepresidente Cristina Kirchner que YPF necesitaba recomponer urgente sus ingresos para poder invertir en la producción de gas y petróleo.

Para convencerlos, enfatizó que si continuaba la declinación de estos suministros, en el largo plazo implicaría que aumenten más las importaciones, lo que sería perjudicial para la economía porque significaría una salida de dólares para financiar esas compras del exterior, en un contexto en el cual escasean las reservas del Banco Central.

Por el lado de los costos, YPF lideró una negociación con las petroleras para adquirir el barril de crudo a un valor de US$55, por debajo de los US$67,74 a los que cerró la cotización internacional (Brent), que se toma de referencia en la Argentina.

Este acuerdo de palabra entre las refinerías –que incluye también a Raízen (opera las estaciones Shell) y a Trafigura (Puma Energy)– y las productoras (Pluspetrol, Vista Oil y Sinopec, entre otras) se cerró hasta junio. El objetivo del sector es arreglar internamente la problemática que generó el brusco salto que pegó el valor del crudo (pasó de US$40 a US$70 en poco tiempo), y de esta forma evitar la intervención del Estado que, como ocurrió varias veces anteriormente, podría establecer un “barril criollo” y fijar el precio.