Ciudad liberada: Sendas balaceras, una a metros de la Comisaría 7ma.

En la tarde de este viernes se reportaron ataques a balazos por parte de personas motorizadas en distintas zonas, en una práctica que se ha vuelto una lamentable costumbre para los rosarinos.

La ola de violencia armada que azota a Rosario hace años no da tregua y sigue alterando la vida en los barrios de la ciudad.

En la tarde de este viernes se reportaron ataques a balazos por parte de personas motorizadas en distintas zonas, en una práctica que se ha vuelto una lamentable costumbre para los rosarinos.

En primer lugar, en las primeras horas de la tarde recibió al menos diez impactos una concesionaria ubicada en Liniers al 600, donde se encontraban personas trabajando, que afortunadamente no resultaron heridas. Según comentaron en el lugar, pasaron dos sujetos en moto y dispararon.

Más tarde, efectivos policiales debieron acudir a Miller y Cabassa (zona norte), bajo la denuncia de “desorden público”. Al arribar observaron “un gran tumulto de gente que grita y advierte la existencia de heridos”.

Sobre calle Miller (altura 1200), hallan a dos personas con herida de arma de fuego y vainas servidas.

Por último, alrededor de las 18, sujetos motorizados dispararon contra el frente de un bar y otros locales comerciales ubicados en la zona de Tucumán y Cafferatta.

Una de los proyectiles ingresó a la casilla con tubos de conexión gasífera, por lo que se requirió la presencia de Litoral Gas.

Si bien en un principio se creía que el ataque había sido contra el supermercado/despensa ubicada en la esquina (fue baleado un tiempo atrás), no fue ese el punto elegido. Según comentaron algunos de los presentes en el lugar, la dueña de esos locales había recibido amenazas previas.

Una vecina del lugar dijo que horas antes se había visto “presencia policial como nunca”, con lo cual “seguramente sabían que podía pasar algo”, consideró.

Otro testigo presencial del hecho, quien se acercaba a comprar en la despensa, precisó que “parecían bombas de como se escuchó, dio muchísimo miedo”.