Rusia avanza sobre Ucrania y aumenta el número de muertos y desplazados

La invasión rusa de Ucrania llega a Kiev, donde resuenan las alertas y los disparos de artillería, y crece el miedo de que la capital sea conquistada por las tropas enemigas o sometida a asedio.

El segundo día de la invasión de Rusia a Ucrania se inició en la madrugada con al menos dos fuertes explosiones en el centro de Kiev, con edificios civiles afectados, y al promediar la mañana se registraban disparos y explosiones en barrios de la ciudad, en tanto Rusia afirmó que está dispuesta a negociar con las autoridades ucranianas si el país vecino «depone las armas», según indicó el jefe de la diplomacia, Serguei Lavrov.

Hasta el momento la invasión ya contabiliza más de 100 muertos y unos 100.000 desplazados ucranianos, mientras que fuentes del ejército defensor afirman que unos 1.000 soldados rusos fueron abatidos desde el inicio de la invasión, con más de 30 tanques destruidos y varias unidades militares desmanteladas.

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en la madrugada del 24 de febrero, llega a Kiev, donde resuenan las alertas y los disparos de artillería, y crece el miedo de que la capital sea conquistada por las tropas enemigas o sometida a asedio. Este viernes, las tropas rusas se acercaban a Kiev desde el noreste y el este, según el ejército ucraniano, aumentando el temor a que la capital caiga en manos de Moscú en el segundo día de la invasión militar.

En el distrito de Obolonsky, en el norte de la ciudad, los peatones corren en busca de refugio, y los disparos y las explosiones se pueden escuchar desde el centro de la capital, donde los residentes pasaron la noche bajo un toque de queda y entre el ruido de las bombas.

Por su parte, el papa Francisco visitó hoy la embajada rusa ante el Vaticano, donde se reunió con el embajador Alexander Avdeev para intentar mediar en el conflicto, luego de que la Santa Sede pidiera ayer que se evite «la locura» de la guerra, según revelaron a Télam fuentes vaticanas.

En tanto, tropas ucranianas informaron que se enfrentaban con blindados rusos en las localidades de Dymer e Ivanik, a 45 y 80 kilómetros, respectivamente, al norte de la capital. Las explosiones y disparos en Kiev se registraron en el vecindario de Obolonsky, cuyos habitantes corrieron a protegerse cuando escucharon las primeras detonaciones, reportó la agencia AFP. Los peatones corren en busca de refugio, y los disparos y las explosiones se pueden escuchar desde el centro de la capital, donde los residentes pasaron la noche bajo un toque de queda y entre el ruido de las bombas.

«Las tropas de asalto de las fuerzas armadas de Ucrania combaten alrededor de las localidades de Dymer e Ivankiv, donde llegaron un número importante de blindados del enemigo», dijo el ejército local en su página en Facebook.

El avance de las «fuerzas del enemigo fue detenido a orillas del río Teterov», indicó este mensaje, que también consignó que «el puente sobre el río fue destruido».

El Estado mayor del ejército afirmó que controlaba el aeropuerto militar en Gostomel, a la entrada de Kiev, donde las tropas rusas penetraron el jueves. La agencia AFP, no obstante, no pudo verificar esta información, según precisó. Las fuerzas militares rusas intentan avanzar hacia Kiev, que al amanecer fue blanco de misiles en edificios civiles, según denunció el presidente ucraniano, Volodimir Zelesnki.

Mientras tanto, el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, dijo hoy que el país está dispuesto a negociar con las autoridades ucranianas si «deponen las armas» e insistió en que el objetivo de la invasión rusa de Ucrania era «liberar» a los ucranianos «de la opresión».

Por su parte, el presidente chino, Xi Jinping, habló hoy con su par ruso Vladimir Putin y dijo que e gigante asiático «apoya a Rusia en la resolución (del conflicto) a través de negociaciones con Ucrania», recogió la televisión estatal CCTV durante un resumen de la llamada telefónica de ambos líderes, recogió AFP.

Otra consecuencia que dejó la operación militar en Ucrania fue la decisión de la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) de quitarle a Rusia la sede de la final de la Liga de Campeones, programada para el 28 de mayo en San Petersburgo, y mudarla a París. Tampoco se correrá el Gran Premio de Rusia de la Fórmula 1, que se incorporó al calendario en 2014, estaba previsto para el 25 de septiembre en el Parque Olímpico de Sochi.