Chicha Mariani pidió a represores que revelen el destino de su nieta

María Isabel Chicha Chorobik de Mariani, la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo cuya nieta fue robada por fuerzas de la dictadura después de matar a su nuera, pidió hoy a los represores que cuenten el destino de la chica para “terminar con esta tortura que ya lleva 35 años”, y reveló que hasta un policía de esa época le dijo que le “vendería a la nena porque él sabía dónde estaba y podía hacerlo”.

Mariani dio su testimonio durante alrededor de tres horas en el juicio a 26 imputados de crímenes de lesa humanidad cometidos en centros clandestinos de detención que integraron el llamado “Circuito Camps”, que sustancia el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata.

El relato se centró en el operativo realizado por fuerzas policiales y militares el 24 de noviembre de 1976 en una casa de calle 30 entre 55 y 56 de esta capital, donde fue asesinada su nuera, Diana Teruggi, junto a otros compañeros de militancia en Montoneros.

Allí fue secuestrada su nieta, Clara Anahí Mariani, que tenía tres meses de vida, caso que, junto con otros, se está develando en este juicio.

Chicha Mariani se refirió también a su propia detención y al asesinato de su hijo, Daniel Mariani.

“Los represores saben del destino de mi nieta, sobre todo los que están sentados en el banquillo de acusados. Sí que saben, y si quieren pueden terminar con esta tortura que ya lleva 35 años”, clamó la mujer.

Acerca de lo que dejaron trascender los abogados defensores del ex comisario Miguel Osvaldo Etchecolatz, que comandó ese operativo, sobre una carta abierta que le estaba escribiendo a ella y en la que revelaba que Clara Anahí estaba “carbonizada”, la mujer lo desestimó.

“Lo que dijo Etchecolatz de que la nena está calcinada fue para que yo me descompensara y no pudiera venir hoy a declarar; no tengo dudas de que es así”, dijo, y añadió: “¿Quién resiste una tortura como esa después de 35 años de búsqueda? Lo disfrutan, son sádicos”.

En su declaración Mariani abogó para que de este juicio “salga la verdad para encontrar a mi nieta”, pues ha «esperado durante 35 años este juicio y todo este tiempo ha sido muy cruel y lleno de mentiras”.

La mujer pidió al chofer de Etchecolatz -Hugo Guallama, que se sospecha podría haber rescatado a la nena durante el operativo y se la habría llevado- “que se anime a declarar y diga todo lo que sabe”.

Al mismo tiempo expresó su certeza de que El Oso García sacó “con vida” a su nieta de la casa de calle 30 entre 55 y 56.

“Hasta padecí un hecho, en el que un policía de la patota de Etchecolatz me dijo que me vendería a la nena porque él sabía dónde estaba y podía hacerlo”, añadió.

Semanas atrás, Etchecolatz aseguró tener información sobre el paradero de Clara Anahí, pero declinó ampliar los datos. Sobre esa revelación Chicha Mariani remarcó: “Son mentiras, sigue siendo una forma de jugar con los sentimientos”.

La mujer dijo al tribunal que durante el operativo represivo donde fue asesinada su nuera y secuestrada su nieta “estuvo presente el entonces director del diario La Prensa, Máximo Gainza Castro”.

Y amplió que “tiempo después, durante una reunión del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el represor Ramón Camps ratificó que en el ataque a la casa estuvo Gainza Castro, pero no pudo explicar qué hacía allí el periodista”.

Por otra parte, el TOF 1 avaló el pedido del acusado ex ministro bonaerense de la dictadura Jaime Smart -también juzgado en este proceso- para ejercer su propia defensa.

Inicialmente el tribunal había accedido al requerimiento, pero la querella se opuso y entonces tuvo que tomar una nueva decisión. Finalmente, en fallo dividido (el presidente, Carlos Rozanski, se opuso) el TOF avaló la solicitud de Smart. (DyN)