Cristina habló por cadena nacional y hubo cacerolazos en Capital

En un mensaje grabado, transmitido en horario central de TV, defendió el cepo cambiario y dijo que las restricciones a las importaciones son un «mito urbano». Vecinos de algunos barrios salieron a mostrar su rechazo al mensaje. Fue la 16ª vez que se utiliza la cadena en lo que va del año.

Por cadena nacional y en pleno prime time televisivo, la presidenta Cristina Kirchner defendió las últimas medidas de su gobierno: ratificó que las restricciones a la importación de productos protegen «el trabajo y la industria nacional», al tiempo que también defendió el cepo cambiario.

«Las tan mentadas restricciones a las importaciones son un mito urbano», aseguró la Presidenta durante una cena por el Día de Industria realizada en Tecnópolis. El discurso, previsto para las 22, se demoró a causa del partido entre Racing y San Martín de San Juan, transmitido por la TV Pública. Finalmente, fue grabado y emitido apenas finalizado ese encuentro del Torneo Inicial.

La Presidenta, además, señaló que el cepo cambiario y los nuevos recargos a las compras en el exterior tienen como objetivo «obtener los dólares» necesarios para «pagar las importaciones y, al mismo tiempo, la deuda» externa.

Además, defendió ante el sector industrial el actual tipo de cambio «flotante y controlado» que rige en el país porque, dijo, «ha permitido tener crecimiento» económico. «Hay todavía una matriz productiva que depende de las importaciones, y un aumento del dólar va en contra de esa matriz», justificó.

En la apertura de la cadena, y a modo de previa, se exhibió un spot producido por Presidencia de la Nación, que apuntó a mostrar la recuperación de la industria desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada y se cerró con la sigla «Genia» (Generadora de Industria Argentina) junto a la foto de la Presidenta.

El inusual horario de la cadena -en pleno prime time televisivo- generó una cascada de críticas en Twitter y también cacerolazos en varios barrios porteños. En simultáneo con el inicio del mensaje, Belgrano fue escenario de una protesta que duró casi media hora. Se registraron escenas similares en Palermo, Caballito, Almagro y Villa Urquiza, entre otros barrios.

Pocas horas después que el Gobierno anunciara nuevas restricciones y el control total a las compras en el exterior, Cristina habló más que lo que duraron los golpes de las cacerolas, pero esta vez la protesta fue bastante más sonora y mostró a la gente callada, con las ventanas abiertas, simplemente golpeando cacerolas a modo de protesta y evidente rechazo al uso de la cadena nacional. (Clarín)