Obama dispuesto a movilizar naves de guerra

El presidente de Estados Unidos Barack Obama, en las últimas horas, endureció su relación con el gobierno chino y estaría dispuesto a movilizar naves de guerra si China no se compromete a reducir al mínimo el comportamiento belicista de Corea el Norte.

La advertencia habría movilizado al presidente asiático Hu Jintao, quien – según afirmaciones del principal asesor sobre para China Jeffrey Bader- envió a un diplomático de primer nivel a presionar a Corea del Norte.

La preocupación de Beijing se incrementó sustancialmente, ya que tomó debida nota del anuncio del secretario de Defensa norteamericano León E. Panetta. El funcionario señaló que su gobierno ayudará a Japón a desplegar un nuevo sistema de defensa con misiles tierra-aire.

Obama, vale apuntarlo, se ha visto despreciado diplomáticamente por China, ya que este último Estado asiático se mueve con sensible retardos en su accionar cuando debe presionar a Irán para que desista de su plan nuclear.

A ello debe sumarse que Beijing consideró como propio territorio marítimo el que comparte con Vietnam y Filipinas, lo que pone en juego vastos intereses económicos existentes bajo las aguas del Mar de China.

No es casualidad entonces que Martín Indyk, ex embajador estadounidense en Israel no haya sido reconvenido por su temible predicción: El conocedor minucioso de los planes nucleares iraníes, a quienes reportaban los agentes de inteligencia de la CIA encubiertos en Irán, adelantó que EE.UU. atacará a los iraníes a principios del 2013.

Indiyk completó su presagio con un análisis no menor. Afirmó que “es cuestión de tiempo para que Irán tenga capacidad nuclear para alcanzar la totalidad del territorio de Israel”.

El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu no se privó de declarar públicamente que “en 6 o 7 meses la República Islámica alcanzaría el objetivo nuclear que se propuso” y por esa razón le pidió a Obama que establezca una “línea roja” para que al cruzarla Irán se sumerja en una crisis militar a escala mundial.

Panetta no comparte el criterio israelí y el lapso para establecer dicha línea podría alcanzar, según su criterio, “a un año”. Sin decirlo directamente, el 19 de septiembre pasado, el funcionario del área de Defensa agregó que tiene fuerzas militares capaces, no sólo de resistir ataques nucleares, sino de atacar para impedir el desarrollo de armas de ese tipo.

Se torna evidente que Obama intenta despegarse rápidamente de los campos de batalla de Irak y Afganistán, para redirigir objetivos de apuntalamiento hacia alianzas con Japón y Corea del Sur, incluso hasta decidió el envío de marines a Australia.

Obama, al retirar la última brigada de combate de Irak dejó atrás un país inestable, violento, desesperado en la búsqueda de su destino y en el que los iraquíes conviven con rebrotes de acciones destinadas a sembrar el país de cadáveres.

Compañías privadas de seguridad terminaron reemplazando a los soldados norteamericanos para adiestrar a la policía y proteger a la embajada estadounidense, estando previsto que el control de ese tipo de operaciones queden en manos del Departamento de Estado.

Cuando George Bush lanzó la “Operación Libertad Iraquí” el 20 de enero de 2003, seguramente no pasó por su cabeza que la acción militar se convertiría en uno de los errores estratégicos más devastadores de la historia militar estadounidense y una de las razones del incremento de reclutamiento de miembros de Al Qaeda.

El presidente de los norteamericanos no quiere que ello vuelva a ocurrir y comienza a curarse en salud.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com