Ascaíni se enteró en la comisaría que lo seguía la Policía Aeroportuaria

Ascaíni dijo que se enteró enla comisaría que lo seguía la PSA. Así lo revela un documento presentado el 20 de mayo de 2010, ante la Justicia Federal de Rosario. El supuesto narco denunció hace dos años y medio que lo perseguían móviles de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Recusan a la fiscal.

Mientras transcurre el décimo día de detención del comisario Hugo Tognoli (foto), trascendió un viejo documento presentado ante la Justicia Federal de Rosario, en el que Carlos Andrés Ascaíni, el supuesto narco de Villa Cañás con el que se vincula al ex jefe de la Policía provincial, relata que se enteró “verbalmente” y a través de la comisaría de su ciudad del seguimiento del cual era objeto por parte de la Policía de Seguridad Aeroportuaria.

Bajo la modalidad de hábeas corpus Ascaíni realizó la exposición el 20 de mayo de 2010. El escrito, con trámite en el Juzgado Federal Nº 4 del Dr. Marcelo Bailaque, está fechado hace casi dos años y medio, mucho antes de que el escándalo que vincula a la fuerza policial con el narcotráfico explotara en la provincia.

PAPEL DE VÍCTIMA

“Desde hace unos meses me encuentro permanentemente vigilado perseguido por personas que circulan en una camioneta Isuzu blanca y un Fiat Fiorino” del mismo color cuyas patentes informa en la nota elevada a la Justicia.

El hombre que ahora está preso por la supuesta tenencia de sustancias estupefacientes, pero cuya prueba química habría arrojado que no era cocaína en su máxima pureza sino azúcar, denunciaba entonces “que dichas personas permanecen durante largas horas del día y muchas veces por las noches frente a mi casa, vigilando los movimientos míos y de mi familia”.

Hasta allí, el hábeas corpus no era más que un recaudo legal ante una conducta que define como “completamente amedrentadora, amenazante y de vigilancia abusiva”, que ponía en crisis “mi libertad personal e integridad física”, acusaba el entonces sospechado.

DE PALABRA

Sin embargo, el texto hace alusión a la forma en que Ascaíni se enteró de que se trataba de personal de la PSA, que puesto blanco sobre negro, se contrapone con las recientes versiones que indican que el propio comisario Tognoli le informó al respecto.

“Según he podido averiguar en la comisaría de la localidad de Villa Cañás, en oportunidad de averiguar si dichas personas eran pertenecientes a la fuerza policial provincial, me fui informado verbalmente que se trataría de personal de la Policía Aeroportuaria. Y que existiría una investigación en el juzgado de la Dra. (Laura) Cosidoy de Rosario en la que supuestamente me encontraría involucrado”, blanqueó.

Finalmente el vasco Ascaíni quedó preso el 8 de mayo pasado en horas de la tarde, cuando estaba estacionado en su Audi A4 en inmediaciones de la intersección de las rutas 90 y 94. Lo atraparon policías de la Brigada antinarcóticos de Venado Tuerto, del departamento General López y en su poder hallaron 1,200 kg de cocaína.

La causa por infracción a la ley de estupefacientes recaló en el juzgado de Marcelo Bailaque, que para su sorpresa se enteró a partir de los informes de laboratorio que el supuesto narcotraficante no llevaba cocaína sino azúcar con anestésicos diluidos.

ACUSACIÓN Y CÁRCEL

El “Gringo” Tognoli se despertó de un salto el viernes 19 de octubre, cuando le avisaron que la tapa de Página/12 lo vinculaba al negocio de la droga en el sur provincial, en una nota titulada “La delgada línea blanca”.

Esa mañana se declaró inocente ante los medios locales y nacionales que lo alcanzaron a entrevistar, antes de que oficializara su renuncia como jefe de la fuerza.

Por la tarde, el juez federal Nº 3, Carlos Vera Barros, confirmó el pedido de detención y desde ese momento estuvo técnicamente prófugo, hasta el domingo por la noche, cuando se entregó en el Ministerio de Seguridad de la capital provincial.

El lunes 22 de octubre, Tognoli fue indagado por el juez Vera Barros. Durante las dos horas que duró la audiencia el magistrado le atribuyó hechos que se retrotraen al 2009, por ejemplo una escucha telefónica de la PSA en la que el dueño de un prostíbulo le pregunta al comisario Oscar Ledesma de Villa Cañás la forma de “arreglar” para vender cocaína y éste último le contesta que tenía que poner “30.000 (por mes) directo con Tognoli”.

El 25 de noviembre de ese año se produce el supuesto episodio en el que Carlos Ascaíni habría evitado un seguimiento de la PSA por obra del jefe de Policía que le habría pasado las patentes de los autos de civil en los que lo seguían.

Al día siguiente de ser indagado el Dr. Jauchen planteó la excarcelación de su pupilo, pero el juez Vera Barros se la denegó aludiendo que podría significar un entorpecimiento para la causa. Actualmente Tognoli continúa detenido a la espera de que se resuelva su situación procesal.

SIN CONTRADICCIONES

Fuentes del Ministerio Público Fiscal confirmaron la existencia del habeas corpus presentado por Carlos Ascaíni en 2010 y lo relativizaron en términos de que es la versión de uno de los investigados. Además, alertaron que dicha denuncia se hizo seis meses después de que la PSA registrara las escuchas telefónicas, por lo que no se infieren contradicciones con lo investigado hasta ahora. Asimismo, aseguraron que se encuentra acreditado en el expediente que la consulta de patentes con la clave del Registro de la Propiedad del Automotor no se hizo desde Villa Cañás sino desde la central de la DGPCA.

¿QUIÉN LA USÓ?

El abogado del policía caído en desgracia, el Dr. Eduardo Jauchen, aportó pruebas documentales que señalan al subcomisario Néstor Juan Fernández como el titular de la clave aludida, y a través de la cual se accede al sistema del Registro Nacional de la Propiedad del Automotor. Sólo seis personas en toda la provincia estaban autorizadas en el 2008 para acceder al registro nacional, según consta en una nota enviada el 28 de marzo de ese año por el Ministerio de Justicia de la Nación, a quien entonces era jefe de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones.

RECUSACIÓN

El abogado Eduardo Jauchen recusó hoy a la fiscal Nº 2 Liliana Bettiolo argumentando falta de “objetividad”. El escrito ingresó pasado el mediodía en el Juzgado Federal Nº 3 de Carlos Vera Barros que deberá correr traslado a la funcionaria del Ministerio Público.

“La recusación se basa en la falta de objetividad de la fiscal en el ejercicio de sus funciones en esta causa”, adelantó Jauchen.

El defensor del comisario Tognoli sostuvo que “mi representado perdió la confianza y me instruyó a los fines de que solicite la recusación advirtiendo que a pesar del tiempo transcurrido y debiendo el juez definir cuál es la situación del encausado, se ha consumido el tiempo de investigación que hasta ahora derivó en la producción de pruebas absolutamente inconducentes o irrelevantes”.

La defensa cuestionó la citación de cinco testigos cuya “enemistad manifiesta” con Tognoli hacen peligrar la ecuanimidad de quien debe llevar adelante la acusación.

“A esta altura se desprende que hay un direccionamiento o tendencia meramente incriminatoria lo cual pone en evidencia una falta de objetividad en la investigación”, concluyó el profesional.

Asimismo dejó en claro que la recusación “no importa menoscabo alguno ni a la persona de la señora Bettiolo, ni a su labor como funcionaria”.(Notiexpress)