Josefina González: “Voy a seguir luchando con los querellantes, familiares y testigos”

“En momentos como este en los que revive el dolor, me refugio en el pueblo por el que mis padres lucharon y en los compañeros y compañeras familiares de las víctimas y sobrevivientes, con quienes venimos hace tantos años poniendo todo para que haya juicio y castigo”, dijo hoy Josefina González, al referirse al fallecimiento del represor Ricardo Corrales. “Pese a que soy querellante en la causa en la que este hombre tenía que ir a juicio oral, lamentablemente me enteré de su muerte y de que a fines de agosto había tomado lavandina por los diarios, cuando lo que correspondía era que el juzgado y la fiscalía me lo notificaran formalmente”, dijo también la Tana González, haciendo referencia a su condición de actora en el juicio que tenía como imputado a Corrales por la desaparición de su mamá, Rut González, en julio de 1976.

“Corrales era uno de los que podía dar información sobre qué pasó con mi mamá, porque él estuvo entre quienes se la llevaron de la Jefatura, que fue el último lugar en el que la vieron con vida. Y justo hoy, día en que mi mamá hubiera cumplido años, me entero por la prensa que Corrales se había intentado matar y se murió. Y yo no quiero que los represores mueran, quiero que estén presos; yo no quiero revancha, quiero justicia”, remarcó Josefina, al explicar su ausencia en uno de los actos, en la localidad de Carreras, de la campaña para las elecciones de diputados nacionales del 27 de octubre, en la que ella participa como segunda candidata de la lista del Frente para la Victoria que encabeza Jorge Obeid.

“Voy a seguir trabajando junto a mis compañeros y mis compañeras para continuar y profundizar el proyecto de transformación nacional y voy a seguir también luchando con los demás querellantes, familiares y testigos de los juicios a los represores para que seamos un poco más respetados y tenidos en cuenta”, dijo también la Tana. Y añadió: “Cuando pasan cosas como esta de Corrales nos queda una sensación de orfandad muy grande; y vemos algunos descuidos para con nosotros que tienen que ver con que algunos abogados, fiscales y jueces se han acostumbrado a llevarse los laureles y a ser protagonistas mediáticos, olvidando la conmoción que estos juicios causan en querellantes, familiares y sobrevivientes”.