A 23 años del levantamiento nacionalista de Mohamed Alí Seineldín

Veintitrés años se cumplen hoy del cuarto y último alzamiento carapintada registrado en el país tras el regreso a la democracia, cuando un grupo de militares liderados por el ex coronel Mohamed Alí Seineldín se sublevó contra la cúpula militar y el Gobierno de Carlos Menem.

Seineldín, que dos años antes había liderado una rebelión similar en Villa Martelli, encabezó una nueva revuelta el 3 de diciembre de 1990, la que finalizó horas más tarde con un saldo de 14 muertos, entre ellos cinco civiles.

El alzamiento de aquel año incluyó la toma de instalaciones militares en El Palomar, el Edificio Libertador (sede del Estado Mayor del Ejército) y el Regimiento de Patricios, en el barrio porteño de Palermo, donde las tropas leales abrieron fuego contra los insurrectos y forzaron su rendición.

En otros cuarteles también se produjeron enfrentamientos, después de que Seineldín -fallecido en septiembre de 2009- llamara a sus seguidores a revelarse contra la injerencia del poder político en la cúpula militar y el desmantelamiento del Ejército y la Defensa Nacional.

Las anteriores revuelvas carapintadas, en 1987 y 1988, con Raúl Alfonsín como presidente, habían tenido como principal detonante el malestar que generaban en filas militares los procesos judiciales a los que eran sometidos los represores de la dictadura por sus crímenes contra la humanidad.

Pero en 1990, Seineldín, un militar ultranacionalista que había participado en la Guerra de Malvinas en 1982, argumentó que se rebelaba contra la cúpula del Ejército argentino y las políticas de Menem para el sector castrense, influenciadas -según su criterio- por Estados Unidos.

En este sentido, el ex coronel, que fue sometido a juicio por el alzamiento y estuvo preso hasta 2003, alegó que Menem era un «servidor del imperialismo norteamericano» en Argentina y de sus mandatos intervencionistas.

El «Turco» Seineldín permaneció detenido hasta que fue indultado por el presidente interino Eduardo Duhalde, luego de múltiples pedidos para que sea liberado, y falleció a los 75 años en 2009, cuando fue despedido como un patriota.

Pocos días después del alzamiento de 1990, Menem completó una serie de indultos que beneficiaron a los represores más feroces de la última dictadura militar, entre ellos, Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola, Ramón Camps y Guillermo Suárez Mason. (Terra)