Un paso más hacia el ocaso en materia de seguridad

El nombramiento de José Ricardo Spadaro como «Secretario de Análisis y Articulación de Procesos Interministeriales», designado en los últimos días bajo la órbita del Ministro de Gobierno, Rubén Galassi, es el último paso en falso de un gobierno provincial que desde el año 2007, sólo da muestras de improvisación y falta de profesionalismo. El hombre fue asesor en seguridad del ex candidato presidencial Ricardo López Murphy allá por el año 2003 y pasó por la Sedronar donde llevó a un comisario enjuiciado por graves torturas. La nueva secretaría tendrá como objetivo «la toma de decisiones vinculadas, entre otros temas, a emergencias naturales, políticas de salud y seguridad e indicadores económicos que permitirán mejorar la acción del Estado provincial».

Hace rato que el gobierno «socialista» abandonó la idea de la tan mentada reforma policial que supo intentar el Dr. Daniel Cuenca en su gestión que culminaría de manera poco clara en 2009, y simplemente se dedica a ver de que manera tapa los agujeros. El nombramiento de Spadaro se enmarca en esa línea que llevó a la ciudad de Rosario a tener una tasa de homicidios que triplica a la de Córdoba. Creer que la solución pasa por nombrar personajes de «mano dura», es como querer fundamentar que en la lucha contra los delincuentes se debe dejar de respetar la Constitución y las leyes, justificando cualquier acto por fuera de la ley bajo la apariencia del combate del delito. Nuestro país, como ya sabemos, tiene numerosos antecedentes en la materia.

Ni siquiera la llegada de Gendarmería termina de calmar las aguas en un lugar donde la ausencia de gestión política en materia de seguridad terminó con un jefe de policía preso por supuestos vínculos con el narcotráfico. Muchos se preguntan que pasará el día que las fuerzas federales se retiren de Rosario. La idea del retiro genera por sí sola muchisimo temor en la castigada sociedad santafesina.

Marcelo Saín, ex director de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y actual diputado bonaerense, explicaba claramente en una conferencia dictada en Santa Fe lo que ha venido ocurriendo en Rosario en los últimos años «Hay un doble pacto histórico, donde la policía le aseguraba al gobierno que la inseguridad no escalara al problema político y el gobierno le delegaba autonomía en ciertos negocios. Ese pacto se agotó en virtud de que la transformación del fenómeno criminal arrasó con el orden precario que la policía garantizaba. Cuando la distribución de droga estaba en el sur de Rosario, la comisaría de la zona manejaba todo. Pero cuando estos grupos se fueron al centro, trabaron contacto con contadores, abogados e inversores inmobiliarios, compraron futbolistas y pusieron cocinas de cocaína, las relaciones se diversificaron, y ya no pudo la comisaría controlar a los actores de ese negocio, que dejó de ser barrial, local y provincial. A ese quiebre estamos asistiendo».

Este fenómeno jamás pudo ser pasado por alto por el gobierno provincial, que sin embargo, prefirió mirar para otro lado generando un agravamiento del problema.

De más esta decir que el problema no será resuelto nombrando a personajes como José Luis Spadaro que allá por el año 2003 proponía » darle más atribuciones (a las fuerzas de seguridad) en el sentido de que, por ejemplo, acá en un secuestro de un menor la policía no puede hacer ninguna pregunta porque invalida el procedimiento.” Las ideas de este señor claramente contrastan con lo planteado en la tan promocionada reforma del sistema penal que puso en marcha el gobierno santafesino en febrero de este año, aunque claramente sí coinciden con las políticas de autogobierno policial que se vienen llevando a cabo desde el año 2009. En momentos donde muchos plantean que el Ministro de Seguridad debe recuperar la conducción política de las fuerzas de seguridad, este nombramiento viene a contrapelo profundizando la autonomia de los jefes policiales y de la institución misma.

Sería muy interesante escuchar que piensan sobre esta designación algunos diputados del oficialismo como Maximiliano Pullaro, o Alicia Gutiérrez. ¿Compartirán este nombramiento? ¿Plantearán sus disidencias? ¿O simplemente se limitarán a hacer silencio?

A ser consultado en el año 2003 sobre las propuestas de Spadaro, Marcelo Saín, aseguró que se trata de un intento de devolverle a la policía la facultad de interrogar a los detenidos, lo que suele conducir a torturas y abusos de todo tipo. La pregunta entonces es ¿traerá Spadaro a trabajar en la gestión provincial a comisarios acusados por torturas ?

Muchos interrogantes y pocas respuestas. Afuera en las calles la realidad es una sola. Vecinos desamparados y abandonados a su suerte, que sólo atinan a rezar a que les roben y no los maten para sacarles lo poco que llevan encima. Comisarios corruptos y atravesados por el narcotráfico. Agentes mal pagos y sin la preparación necesaria para poder enfrentar al delito. Muchisimos jóvenes sin futuro que encuentran en la droga una salida laboral para poder costear sus necesidades. En síntesis, un combo mortal que ya vivieron Colombia y México.

Será fundamental que el gobernador y el Ministro Lamberto tomen nota de esto. De lo contrario, la sociedad seguirá perdiendo la batalla contra el delito y el narcotráfico.

avatar

Alejandro Caniglia

Periodista