La oposición califica de «humillante» la presencia de Boudou en Tucumán

Día de la Independencia. Binner dijo que la situación del vicepresidente «tensa la cuerda». Sanz consideró «una ofensa» que hoy encabece el acto.

La oposición calificó ayer como «un agravio, una humillación y una ofensa» la anunciada presencia de Amado Boudou hoy en Tucumán para encabezar el acto por el Día de la Independencia, y le pidieron al vicepresidente que tenga «dignidad» y evite «presentarse en público».

Hermes Binner, precandidato presidencial por el Frente Amplio Unen, advirtió que «el gobierno debiera tener una posición de condescendencia con lo que está ocurriendo. (Boudou) goza del beneficio de la Constitución y de la ley en el sentido de que es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero hoy está convocado por la Justicia, en vías de procesamiento».

«La presencia de Boudou en el acto central del 9 de Julio en Tucumán tensa la cuerda y no soluciona los problemas porque el funcionario hoy está convocado por la Justicia, en vías de procesamiento», manifestó. Consultado sobre si, en caso de ser gobernador de la provincia norteña, «lo hubiera incomodado» la presencia de Boudou en el acto, respondió: «La verdad que sí, es una situación muy compleja».

«Hay una situación que se va tensando. Que el gobierno sea representado el 9 de Julio (por Boudou) es una situación que tensa la cuerda, no soluciona los problemas. Hay un problema muy serio en la Argentina: no se asume y queda pendiente», prosiguió el aspirante presidencial.

Según el dirigente santafesino, «no compartimos en absoluto esta idea de que se siga tensando la cuerda con la presencia de un gobernante que, por supuesto, no juzgamos: hoy está en manos de la Justicia, que es la que debe hacerlo».

El titular de la UCR, senador Ernesto Sanz, afirmó que «es un agravio a todos los argentinos» que el vicepresidente, procesado en el marco de la causa Ciccone, encabece el acto por la fecha patria de hoy.

Abanico de críticas. La presencia de Boudou en Tucumán en reemplazo de la presidenta Cristina Fernández, quien se encuentra con licencia médica, abrió un abanico de fuertes críticas de la oposición, como la lanzada por el senador Sanz, quien a través de un comunicado de prensa opinó que el vicepresidente «no nos puede representar en ninguna fiesta patria, en ningún lugar del mundo y tampoco está en condiciones de presidir ninguna sesión en el Senado».

En tanto, el diputado radical Miguel Bazze definió como «una grave falta de respeto del gobierno al conjunto de la sociedad, que el vicepresidente, procesado por la Justicia, presida los actos del Día de la Independencia», y consideró que Boudou «debería tener algo de dignidad personal y no presentarse en público».

Binner, otro de los precandidatos presidenciales por el Frente Amplio Unen, advirtió que «el gobierno debiera tener una posición de condescendencia con lo que está ocurriendo. (Boudou) goza del beneficio de la Constitución y de la ley en el sentido de que es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Pero hoy está convocado por la Justicia, en vías de procesamiento».

Costos políticos. Desde el massismo, el diputado Felipe Solá apuntó que «claramente a partir del 9 de Julio se puede decir que la que paga todos los costos políticos es Cristina Fernández de Kirchner», y lamentó que «la presidenta no se anime a separar a los amigos de los corruptos. Ahora el costo político de Boudou es ciento por ciento de la presidenta».

El diputado macrista Pablo Tonelli sostuvo que es «una ofensa» para la Argentina que «uno de los días más importantes de nuestras fechas patrias lo encabece alguien tan severamente cuestionado y sospechado de haber incurrido en intentos de corrupción. Es una vergüenza para el país».

Tonelli argumentó que Boudou está «procesado en una causa penal, tiene un llamado a indagatoria y está acusado de gravísimos delitos de corrupción».

Mientras, el diputado nacional por GEN, fuerza política que forma parte del FAU, Omar Duclós envió un mensaje a la presidenta de la Nación para advertirle que «si se consuma lo anunciado, su decisión de enviar al vicepresidente Amado Boudou a San Miguel de Tucumán a presidir el acto por el 9 de Julio, significará una humillación y provocación al pueblo argentino y una ofensa a los héroes que lucharon por nuestra independencia».

Licencia

La oposición espera que Amado Boudou se presente en el recinto para reiterarle los cuestionamientos que hizo la semana pasada, cuando se encontraba en Panamá. Si preside la sesión, Gerardo Morales, analiza varias opciones: una es pedirle que responda en el recinto la nota presentada por la UCR y el FAP la semana pasada, en la que le solicitan que se tome licencia.

(La Capital)