Los festejos del Día del Amigo duraron más que nunca y ayer coparon todos los parques

En el municipio calificaron de «impresionante» a la cantidad de gente que movilizó la celebración, sin registro de incidentes graves. Hubo clima de fiesta todo el fin de semana.

Después de todo, el hecho de que el Día del Amigo cayera domingo no conspiró contra la celebración, sino que sólo la hizo más larga, lo que generó un importante repunte para la actividad gastronómica, impulsada además por el turismo . Y como el clima también ayudó, se festejó durante varios días y a toda hora. Ayer, por ejemplo, con una temperatura que al mediodía ya superaba los 20 grados y muy pocas nubes, la fiesta se corrió de bares y restaurantes hacia todos los parques de la ciudad, que fueron copados por grupos de picnic o con equipos de mate. Y al menos hasta el cierre de esta edición, en un marco sorprendentemente tranquilo: sin contar los operativos de anoche (cuyos datos se conocerán recién hoy), sobre 514 controles vehiculares, 83 autos habían sido remitidos al corralón, 56 de ellos por alcoholemia positiva, pero sin registro de incidentes graves.

«La verdad es que fueron unas jornadas de excelente convivencia: Rosario puede estar orgullosa de sus festejos por el Día del Amigo», afirmó ayer, a modo de balance, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana municipal, Pablo Seghezzo, quien recordó que la celebración comenzó el jueves y se extendería también anoche.

El funcionario detalló que a lo largo de esos días se controlaron 514 vehículos en 22 puntos distintos de la ciudad. De esos rodados, el 16,14 por ciento terminó en el corralón por diversas causas, entre ellas porque sus conductores habían ingerido más alcohol de la cuenta o por falta de papeles.

Fuera de eso, al menos hasta anoche, ni la policía ni ninguna de las reparticiones municipales involucradas en los procedimientos de control —de los que participaron unos 120 agentes municipales, sin contar los efectivos de la Unidad Regional II ni las fuerzas federales— tenía registro de incidentes graves vinculados al Día del Amigo, pese a la «impresionante cantidad de gente que movilizó el festejo», señaló Seghezzo.

Obviamente, la celebración tuvo como enclaves más visibles los distintos corredores gastronómicos de Rosario, como el sector de Pichincha, avenida Pellegrini, San Martín al sur, avenida Alberdi y toda la costa.

La novedad, por haber caído un domingo, fue que no sólo se celebró de noche en bares, boliches y restaurantes, sino durante todo el día y al aire libre.

Ayer, por ejemplo, se vio cantidad de grupos de amigos copando parques y playas, y desde temprano tanto en la terminal de ómnibus Mariano Moreno como en la de colectivos metropolitanos de plaza Sarmiento hubo fuerte movimiento de gente en tren de festejo, una postal similar a la que suele verse en primavera.

Por eso, además de los operativos «duros», también se trabajó en «campañas de sensibilización» repartiendo tarjetas alusivas a la amistad y «consejos de convivencia», tanto en locales gastronómicos como en parques.

Miedos en vano. Finalmente, el hecho de que los encuentros por el Día del Amigo hayan empezado un jueves y terminado un domingo no fue algo que conspirara contra la celebración, como inicialmente temió el sector gastronómico, sino que lo potenció.

El propio titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Rosario, Carlos Mellano, aseguró que se trabajó holgadamente por arriba de los promedios de cualquier fin de semana.

La movida «empezó el jueves, quizás con un porcentaje no tan importante, pero que igual significó un repunte. El viernes y el sábado, según los lugares, se trabajó al 80 o 100 por ciento de la capacidad, y hoy (por ayer), igual que el sábado, la actividad empezó temprano, con cafetería y desayunos, y siguió con almuerzos, en una actividad muy continuada», detalló.

Durante los mediodías del fin de semana, recordó Mellano, «gracias a una ayuda climática importante», los bares y restaurantes ubicados sobre la costa central y norte de la ciudad fueron las estrellas de la celebración. «Lo bueno es que es un festejo que involucra a todas las edades», sostuvo el dirigente.

De ese modo, la tradicional movida que genera en Rosario el Día del Amigo representó una «bocanada de aire fresco» para la actividad gastronómica, que viene denunciando una caída del 30 por ciento.