Pechito López se consagró campeón del Mundial de Turismo WTCC

Con la escudería Citroën, el piloto cordobés ganó la primera de las dos carreras del circuito de Suzuka y se quedó con el título una fecha antes del final.

La vida da revancha. ¡Y qué revancha! José María López, más conocido como Pechito, que pensó en dejar el automovilismo luego de su segunda frustración antes de llegar a la Fórmula 1, disfruta el momento más importante de su carrera como piloto: se consagró campeón del Mundial de Turismo (WTCC), cuando aún resta una fecha para que finalice el torneo.

Con el equipo Citroën, al que había llegado como tercer piloto, Pechito ganó la primera de las dos carreras en Suzuko y sacó la diferencia necesaria para asegurarse el título. Luego, en la segunda competencia, terminó en la sexta ubicación, pero sólo sirve para engrosar la estadística.

Antes de la carrera, López le sacaba 94 puntos a Yvan Muller, compañero de equipo y -hasta entonces- campeón vigente. Sin embargo, el francés abandonó en la mitad de la carrera y le allanó el camino a Pechito.

«¡Campeón del mundo! ¡Qué increíble! Gracias a todos por los mensajes, me es imposible responder a todos pero les agradezco de corazón», escribió el cordobés, de 31 años, sin poder ocultar la emoción, en su cuenta de Twitter.

La hegemonía del equipo Citroën en la categoría es abrumadora. En la tabla general, más allá de que ya se definió el primer puesto, los tres pilotos de la escudería ocupan los lugares del podio. Así está la tabla hoy:

1. José María López: 422 puntos.
2. Yvan Muller: 305.
3. Sébastien Loeb: 275.
4. Tiago Monteiro: 174.
5. Norbert Michelisz: 169.

Corta la racha.

Pero el triunfo de Pechito López, que hizo festejar a todo su equipo con la canción de Rodrigo Soy Cordobés y una camiseta con los colores argentinos, también llegó con un valor histórico muy fuerte. Es el primer argentino en consagrarse campeón del mundo en una competencia de automovilismo después de que Fangio ganara su quinto y último título de Fórmula 1, allá por 1957. Además, también cortó la sequía de los pilotos latinoamericanos, que no se imponían desde el tricampeonato de Ayrton Senna, en 1991.

(Canchallena)