A los 74 años falleció el escritor Eduardo Galeano

Autor de «Las venas abiertas de América Latina», el escritor tuvo que exiliarse tanto de Uruguay como de Argentina porque fue perseguido por las dictaduras militares.

El escritor uruguayo Eduardo Galeano (3 de septiembre de 1940) murió en Montevideo (Uruguay), su ciudad natal, a los 74 años. Galeano, escritor y periodista, es conocido por su obra esencial Las venas abiertas de América Latina, que escribió en 1971, pero también por su medio centenar de libros en los que trataba el documental, la ficción y el periodismo.

El escritor murió como consciencia de un cáncer de pulmón por el que fue internado el viernes en una clínica de Montevideo.

A los 14 años, Galeano ya vendía sus primeras caricaturas a los diarios montevideanos. En los años sesenta comenzó su carrera periodística, trabajando como editor en el semanario Marcha y durante dos años en el diario Época.

Galeano fue un opositor a las dictaduras militares al punto tal que el 27 de junio de 1973, tras el Golpe en Uruguay, fue encarcelado y obligado a dejar su país, mientras que “Las venas abiertas…” era censurado en varios países, entre ellos Argentina y Chile.

En 1976, tras la irrupción militar en Argentina, por orden de la Junta Militar, fue agregado a una lista de perseguidos, por lo que se exilió en España, donde escribió “Memoria del fuego”.

Galeano además ha sabido participar en varias campañas solidarias e incluso aparece en un video contra la violencia doméstica, musicalizado por la banda uruguaya No te va gustar.

Diez frases de Galeano para recordar

Eduardo Galeano no fue solamente un escritor. A través de sus obras se convirtió en una de las personas más influyentes en América Latina, pero también un luchador.

Obligado a huir de Argentina y Uruguay durante las dictaduras militares de ambos países, una vez que volvió la democracia, siguió manteniendo sus ideales.

Acá algunas de las frases que quedaron inmortalizadas gracias al gran escritor.

«No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera, le diría que se vaya; pero tengo una mujer atravesada en la garganta»

«El mundo es una gran paradoja que gira en el universo. A este paso, de aquí a poco los propietarios del planeta prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua»

“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”

“La historia de América Latina es la historia del despojo de los recursos naturales”

“Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana”

“La palabra política se ha manoseado tanto que significa todo y no significa nada. Entonces desconfío mucho de la etiqueta política”.

“Yo escribo para quienes no pueden leerme. Los de abajo, los que esperan desde hace siglos en la cola de la historia, no saben leer o no tienen con qué”

“La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo”.

“La industria norteamericana de armamentos practica la lucha contra el terrorismo vendiendo armas a gobiernos terroristas, cuya única relación con los derechos humanos consiste en que hacen todo lo posible por aniquilarlos”.

“El sistema capitalista se come todo lo que encuentra. Incluye una ideología, una moral, una concepción de la vida y de las cosas que es peligrosa para el género humano y para el planeta que habitamos. Es bueno, bajo ese sistema, todo lo que es rentable, y todo lo que no es rentable no merece existir. Eso conduce a la rifa del planeta. De hecho las dos actividades más lucrativas en el mundo de hoy son actividades enemigas de la condición humana: el comercio de drogas y el comercio de armas. Las armas son parte esencial de la industria militar, que es en realidad una industria criminal”.

(DiarioUno)