El Gobierno volvió a apuntar contra empresarios por la inflación: «En vez de aumentar la oferta, suben precios»

En el Gobierno nacional están convencidos que el factor determinante de la suba de precios es la falta de inversiones para aumentar la oferta de bienes y servicios ante una creciente demanda de productos. «Hay una actitud de parte del empresariado que rápidamente apela al incremento de precios en vez de aumentar la oferta de bienes y servicios», expresó sin vaguedades el ministro de Interior, Florencio Randazzo.

Para el ministro de Economía bonaerense, Alejandro Arlía, es un tema de pujas. «El crecimiento del consumo interno por la incorporación de nuevos consumidores hace que tengamos un mercado interno muchísimo más fuerte que sumado a las demanda de exportaciones, hace que la oferta de la Argentina dé para este tipo de puja distributiva».

Arlía consideró que «la salida para esto es más inversión y para esto está bien orientado el Gobierno nacional, que en una semana después de haber perdido a Néstor Kirchner, la Presidente (Cristina de Kirchner) inauguró dos líneas de montaje en automotrices en Córdoba y Buenos Aires».

Randazzo coincidió con la puja, pero señaló a los empresarios como los responsables por la falta de oferta. «Hay una enorme demanda, por un mercado interno muy fuerte», explicó, y rogó por encontrar la fórmula de «aumentar la oferta de bienes y servicios y no aumentar los precios».

En declaraciones radiales, el ministro admitió que en los últimos meses hubo algunos incrementos de precios, como el caso de la carne. «No hay duda, pero algunos otros incrementos a veces se dan naturalmente producto de la puja que se da en una economía que está en expansión, con una enorme demanda», completó.

El viceministro de Economía, Roberto Feletti, también reconoció subas, pero negó una escalada inflacionaria. «Nosotros reconocemos que hay suba de precios dispersa, el Indec lo reconoce. Impacta más en aquellos productos sofisticados que en los productos estándar. Sabemos que si la suba se descontrola, impacta en los sectores más vulnerables», señaló.

Y agregó: «Por eso, tenemos muy claro que no hay un espiral inflacionario, porque si no, se estaría cayendo el consumo. Y en la Argentina, por suerte, la gente consume mucho, de lo contrario, la economía no crecería».

Arlía dio su explicación de por qué creció la demanda interna. «Este Gobierno tiene el récord de haber aumentado el salario mínimo vital y móvil 820 por ciento; haber hecho una recomposición del haber mínimo jubilatorio; el aumento del salario real de la economía es 223 por ciento; se duplicó el salario del sector industrial y la cobertura de las personas en edad de jubilarse alcanza el 88 por ciento», enumeró.

Según Adecua, los precios de los productos de la canasta básica de alimentos aumentaron entre 20 y 60 por ciento en lo que va del año y de indumentaria «entre 80 y 100 por ciento entre el verano pasado y esta temporada». El último informe de la Asociación reveló que en las últimas semanas el consumo de carne vacuna y de cerdo que fue reemplazado en parte por el pollo, dado que «también el pescado está muy caro, 22 pesos el kilo de filet de merluza».

Sin embargo, Sandra González, titular de la entidad defensora de consumidores, también advirtió por diferencias de precios entre los mismos productos «que son insostenibles» y puso la sospecha en los comerciantes o distribuidores. «El mismo producto, la misma marca, vendido por la misma empresa, pero que varía según el barrio o según se trate de Capital Federal o el Gran Buenos Aires. La diferencia es muy grande según el supermercado».