Exceso de mensajes de texto: riesgos de salud para adolescentes

Especialistas han sugerido a padres de adolescentes estar atentos a signos de excesos en el envío de mensajes de texto por parte de sus hijos, por preocupaciones de que puedan representar un riesgo de salud.

Según un experto en Estados Unidos, los adolescentes que envían 120 mensajes de texto al día son más proclives a beber, fumar y tener relaciones sexuales.

Scott Frank dijo en una conferencia científica que el uso extremo de los mensajes de texto y de redes sociales está vinculado a niveles más altos de comportamientos de riesgo.

Un experto británico, entretanto, añadió que los adictos a internet corren el riesgo de adoptar otros «malos hábitos».

El doctor Frank, experto en Salud Pública en la Escuela de Medicina en Cleveland, Ohio, encuestó a 4.000 estudiantes de secundaria, de entre 13 y 18 años de edad, a los que preguntó sobre la frecuencia del uso de mensajes de texto y redes sociales.

Frank detectó que casi el 20% enviaba más de 120 mensajes de texto en un día escolar.

Estos estudiantes eran más propensos a fumar, beber alcohol, consumir drogas o mantener relaciones sexuales, según manifestó el especialista en un encuentro de la Asociación Estadounidense de Salud Pública, efectuado en Denver.

«Alerta»

Otras fuentes informan que uno de cada 10 adolescentes que envían exceso de mensajes de texto tienden a dedicar más de tres horas de una jornada escolar a las redes sociales.

En palabras de Frank: «Los resultados de este estudio sugieren que cuando el uso de los mensajes de texto no se controla…puede haber una repercusión negativa en la salud de los jóvenes».

El especialista explicó: «Esto debería ser una llamada de atención a los padres para que sus hijos no se excedan en el uso del teléfono celular o de internet».

Al comentar sobre el estudio, Catriona Morrison, profesora titular de Psicología Experimental en la Universidad de Leeds, en el Reino Unido, dijo: «Parece que hay un subgrupo pequeño pero importante de personas para quienes el uso de Internet no es saludable, sino patológico y no ayuda a mejorar sus vidas».

Según ella, «el patrón que se sigue es parecido al de los ludópatas. Es un comportamiento competitivo que tiene características muy similares a las de otras adicciones».

Morrison, quien ha investigado sobre dependencia a la red y depresión, sostiene que quienes «sufren de una adicción son más propensos a sufrir de otra».

Esto podría explicar «por qué los adolescentes que pasan muchas horas enviando mensajes de texto o en las redes sociales podrían ser más propensos a excederse en el alcohol o el tabaquismo, dijo la experta.