La pobreza en Rosario llega al 30 por ciento

Deuda social. Así lo estipularon tanto provincia como municipio. Calcularon que los indicadores de la pobreza de todo el país son similares en la ciudad y tomaron distancia de las críticas del kirchnerismo.

Para el municipio y la provincia, la pobreza en Rosario y Santa Fe se ubican en los valores que midió la Iglesia a nivel nacional, en torno al 30 por ciento de la población. Las administraciones socialistas a nivel local y provincial convalidaron las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), duramente cuestionadas por el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

«Cualquiera que recorre los barrios populares se da cuenta que los números reales son los de la Iglesia y no los del Indec», planteó Joaquín Andrés Blanco, secretario de Coordinación de Políticas Sociales de Santa Fe.

«No tenemos datos propios, pero los indicadores de la UCA son verosímiles para la ciudad», indicó Cecilia González, secretaria de Promoción Social de Rosario.

Ambos funcionarios remarcaron que el abordaje que hacen desde la provincia y el municipio respecto a la pobreza y la indigencia «es integral y no sólo tiene en cuenta las necesidades alimentarias sino también la temática de la vivienda, la educación, los servicios y las cuestiones simbólicas».

De acuerdo a la UCA, la pobreza creció en 2014 y afecta al 28,7 por ciento de la población nacional. Así, alrededor de 11 millones de personas, sobre la base del censo 2010, están en la pobreza. La indigencia también se incrementó y arribó al 6,4 por ciento el año pasado (dos millones de argentinos).

En Santa Fe, tomando como referencia el mismo censo, sobre una población total de 3.194.537, el 30 por ciento aproximado que vive bajo la pobreza representa a 958.361 habitantes. Y en el departamento Rosario, sobre 1.193.605, unos 358 mil son pobres.

El relevamiento del Observatorio de la Deuda Social estimó que una familia tipo, dos adultos y dos menores requirió contar con ingresos por encima de $5.717 para evitar la pobreza.

Blanco destacó que la Gobernación está «en un todo de acuerdo» con las mediciones del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. «Tanto que el año pasado firmamos un convenio y en base a sus indicadores en las ciudades de Rosario, Santa Fe y Villa Gobernador Gálvez empezamos a ejecutar el Plan Abre en las zonas más vulnerables», dijo.

Según el secretario de Coordinación de Políticas Sociales de Santa Fe, «los indicadores tuvieron un pico en su deterioro el año pasado a raíz del alza de la inflación tras la devaluación».

«Entre los productos que más subieron de precio en los últimos meses —continuó— estuvieron los alimentos y eso afectó en particular a los sectores más vulnerables».

Para Blanco, «la situación no parece haber mejorado sustancialmente este año. El mercado laboral, tanto el registrado como el empleo en negro, se ha enfriado, no genera nuevos puestos de trabajo y eso influye en mantener las variables sociales estancadas».

Desde el municipio, González admitió que le parecía «verosímil» la estimación que hizo la UCA sobre la pobreza a nivel nacional como para trasladarlo a la ciudad.

«Nosotros no tenemos datos propios actualizados sobre pobreza e indigencia. Pero si notamos un deterioro en las condiciones de vida de los sectores vulnerables a raíz de la inflación que hay en el país».

La secretaria de Promoción Social aclaró que desde la municipalidad «se hace un abordaje integral de la problemática de la pobreza, con equipos interdisciplinarios, tomando en cuenta no sólo necesidades alimentarias sino también el déficit de vivienda, el acceso a los servicios públicos y la infraestructura, la educación y las cuestiones simbólicas».

«De esta forma —siguió— planificamos políticas públicas que se alejan del concepto tradicional de asistencialismo y promueve la inclusión de los sectores vulnerables tomando en cuenta la complejidad de cada situación, que tiene infinidad de aristas, causalidades y soluciones posibles».

Científicos bregan por la inclusión en Villa Banana

Investigadores del Conicet y estudiantes de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) trabajan en Villa Banana, en el oeste rosarino, realizando aportes tecnológicos a las problemáticas del barrio, donde un 23,7 por ciento de sus hogares tiene necesidades básicas insatisfechas.

Los derechos al agua potable, la salud y la nutrición son los ejes sobre los que trabaja el Laboratorio Integral Mixto «Ríe pibito» de Tecnologías para la Inclusión Social, que funciona en la Facultad de Ciencias Bioquímicas de la UNR.

«Aportar tecnologías a la población en situación de pobreza supone introducirse en esa realidad social para poder co-construir soluciones junto con los vecinos y las organizaciones del barrio», explicó el investigador Luis Veggi, líder del grupo.

Veggi destacó que, desde esta perspectiva, se trabaja en estrecha colaboración con instituciones del lugar como el Centro de Salud Staffieri, la Escuela «Marcelino Champagnat», el Centro Integrador Comunitario Oeste y la Guardia Urbana Municipal.

El equipo de «Ríe pibito» empezó a trabajar en 2010 impulsado por Veggi con financiamiento del Programa de Voluntariado Universitario del Ministerio de Educación de la Nación.

El proyecto se institucionalizó el año pasado con la creación del Laboratorio Mixto mediante un convenio entre la Facultad y la Secretaría de Promoción Social municipal que busca incluir a la Universidad y al Conicet en las dinámicas sociales y las personas en situación de pobreza para construir aportes tecnológicos que restituyan derechos.

(La Capital)