Fin de fiesta: Colectividades se despidió hasta el año próximo con gran éxito

El Encuentro y Fiesta Nacional de Colectividades cerró anoche a puro festejo. No era para menos: esta edición se perfila en convertirse en la más concurrida de los últimos 26 años de la tradicional ceremonia gastronómica y cultural al pie del Monumento a la Bandera. Según datos de los organizadores, la cantidad de asistentes orilló el millón de personas. La seguridad, la limpieza y la mejora en la oferta de los stands fue la fórmula que explica el éxito.
Pero hubo más. Esta vez, el flagelo de las malas condiciones climáticas pasó casi sin pena ni gloria, y los días soleados y las noches frescas se convirtieron en el atractivo principal para las multitudes que colmaron Colectividades.

   Con rostros cansados pero sonrientes, los organizadores hicieron anoche su balance ante La Capital. «Creo que se notó la prolijidad y la seguridad. Hemos recuperado un público de clase media, básicamente familias, que volvieron a disfrutar de esta fiesta», aseguró la presidenta de la Asociación de Colectividades de Rosario, Lidia Del Grosso.

   En esta edición también se produjo un fenómeno poco frecuente. «La gente nos marcó en cada noche el horario de cierre, porque las parejas con hijos que tenían que ir a trabajar al otro día hacia la medianoche se retiraban y no hubo incidentes con la evacuación ni el ingreso de los asistentes», puntualizó otro integrante de la asociación, Antonio Tosca.

   Otro condimento que le puso interés e innovación fueron las clases de cocina y la exhibición de películas en el galpón 15. «Y a diferencia de otras ediciones donde hubo grandes figuras artísticas en el escenario, esta vez el público acompañó a los grupos de baile de cada colectividad, muchos semiprofesionales», apuntó Del Grosso.

   Los organizadores manten-ían anoche la expectativa de llegar a marcas récord. Datos oficiales registraron hasta el sábado una concurrencia que superó las 800 mil personas, y se estimaba que anoche el acto de cierre iba a concitar la atención de otras 180 mil a 200 mil almas. Otro dato fue relevante: hubo un 20 por ciento más de vehículos estacionados por avenida Belgrano entre Pellegrini y Rioja, en comparación con 2009.

Por los stands.

   En el puesto de Japón, su titular, Eduardo Hokama, subrayó el interés del público por los trajes de guerra de las artes marciales japonesas exhibidas en una carpa. Allí se concentraron los amantes del Jiu Jitsu, Kendo y Karate. «Sentimos más seguridad, más ambiente familiar y vendimos bien porque no tocamos mucho los precios», enumeró. En su centro de baile brilló la danza del dragón al ritmo de los tambores (taiko).

   Desde el puesto de Israel, la presidenta de la Asocación Israelita, Susana Kozuch, ponderó las mejoras de la edición que ayer llegó a su fin. «Tuvimos suerte con el clima, hubo mucha gente interesada en conocernos», destacó para explicar que Israel «es un stand no profesional donde lo que importa es mostrar nuestra cultura y bailes típicos y en lo posible recuperar la inversión».

En el puesto de El Líbano, el presidente de la Sociedad Libanesa, Néstor Hage, hacía su balance positivo: «Más seguridad, mejor organización, el cerco perimetral funcionó, hubo preponderancia familiar, el cierre de los horarios para vender alcohol se cumplió y el buen tiempo ayudó mucho». Un dato a destacar: El Líbano puso en escena un ballet de 12 niñas con capacidades diferentes.

Durante las 10 jornadas de Colectividades, un grupo de encuestadores de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), a pedido del Ente Turístico de Rosario (Etur), efectuaron un perfil del visitante a la feria entre 1.000 asistentes. La mayoría de los encuestados era de procedencia rosarina, le siguieron bonaerenses, cordobeses y santafesinos del sur provincial.

(agencia fe/ cunadelanoticia)