Lifschitz: «Se terminó la Argentina del blanco o negro»

A cinco días de asumir la gobernación en manos de Antonio Bonfatti, marca una prudente distancia con su antecesor a la hora de analizar el futuro del Frente Progresista y Cambiemos.

Miguel Lifschitz luce medido como nunca, sabedor de que una palabra de más puede complicar el delicado equilibrio interno en el socialismo o en la relación con el presidente electo, Mauricio Macri. En ese escenario de cautela y discurso entre algodones, deja una definición: «Se terminó la Argentina del blanco o negro: vamos a una etapa distinta».

A cinco días de recibir los atributos de manos de Antonio Bonfatti, en una entrevista con LaCapital, Lifschitz marca una prudente distancia con su antecesor a la hora de analizar el futuro del Frente Progresista y Cambiemos, revela que en materia de seguridad los ciudadanos notarán cambios inmediatos y se propone acordar con la Nación un plan integral.

—¿Todo definido en el gabinete o falta algo por cubrir?

—Sí,ya está todo completo. Puede faltar alguna cuestión menor, pero se armó un buen equipo. Estoy conforme, muy contento, porque si bien fue fruto del diálogo, de la negociación, del acuerdo con los partidos del Frente Progresista, es un gabinete que está muy en sintonía con la impronta que quiero darle a la gestión. Todos los integrantes son dirigentes políticos con trayectoria, con experiencia de gestión legislativa. Son dirigentes que conocen las temáticas que van a abordar. Ya hicimos dos reuniones y estamos muy conformes.

—¿Y cómo es esa impronta que menciona?

—De mucho diálogo, de puertas abiertas, de cercanía con el territorio. Mucha gestión, muchas obras, mucha iniciativa política. Pero también mi gestión será de mucha presencia y trabajo en el ámbito nacional. Tuve una reunión con Juan Schiaretti (gobernador de Córdoba) y con Gustavo Bordet (gobernador de Entre Ríos), pero además me puse en contacto con todos los ministros designados por el nuevo gobierno nacional.

—¿Y qué espera de esa relación?

—Que mejore el vínculo con el gobierno nacional pero también que Santa Fe tenga un mayor protagonismo a la hora de las grandes decisiones que se tomen. Tenemos mucho para opinar.

—Se sacó la lotería antes de empezar con el fallo de la Corte Suprema que reintegra fondos a Santa Fe…

—Sí, es un buen augurio, es un buen comienzo. Es el resultado de un trabajo de muchos años que inició Hermes Binner en un momento en que no cualquiera se le animaba al gobierno nacional y a la presidenta con una presentación ante la Corte. A Binner le costó difamaciones y campañas mediáticas. Hoy los santafesinos vamos a aprovechar esa decisión política luego del fallo de la Corte. Nos habilita para negociar con el gobierno entrante en muchas mejores condiciones la restitución de los recursos retraídos a lo largo de ocho años. Debemos transformar esos recursos en obras de infraestructura.

—¿Ese flujo de dinero que sí va a entrar le hizo cambiar algunos objetivos?

—Mejora la perspectiva. Nosotros ya habíamos logrado una estrategia que nos permitía sortear el verano, pagar sueldos, jubilaciones y aguinaldos en término.

—¿Eso está garantizado?

—Sí, ya estaba garantizado con la autorización de endeudamiento que obtuvimos de la Legislatura. El fallo de la Corte Suprema de Justicia nos permite adelantar llamados a licitación de obras y agilizar el plan de infraestructura, que es muy ambicioso y que espero financiarlo con recursos propios y financiamiento externo.

—La presidenta de la Nación se va sin haberle dado nunca una audiencia al gobernador Bonfatti. Inédito.

—Sí, suena a un país donde las instituciones no funcionan, no se respetan las bases del funcionamiento republicano. Esto va a ser corregido por el nuevo gobierno nacional, y eso será muy bueno para Santa Fe y para el país.

—¿Qué cambio en materia de seguridad urgente van a encontrar los rosarinos en la calle cuando usted asuma? No se lo planteo a mediano plazo sino en lo inmediato.

—Un plan de seguridad. Voy a mejorar el funcionamiento de la policía, cambiando algunos mecanismos. Van a observar mayor presencia y efectividad de la acción policial en el corto plazo y más adelante avanzar en la construcción de una policía más moderna. Se va a notar en nuestra acción y relación con el Poder Judicial. Se focaliza la responsabilidad en la policía pero la Justicia Penal tiene una enorme responsabilidad. Y vamos a convocar a los legisladores a una junta provincia de seguridad. Pero se va a notar una mayor presencia policial en la prevención, en la actitud y la respuesta frente a las demandas ciudadanas. Y aspiramos a tener una mejor relación con el gobierno nacional. Tengo acordada una reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, para el miércoles próximo. Queremos construir un plan conjunto con Nación.

—¿Le va a pedir a Bullrich el envío de más agentes federales?

—No. No son necesarios más agentes federales, sí una programación a mediano y largo plazo. Saber con cuántos efectivos vamos a contar y coordinar un plan conjunto, de complementariedad.

—Macri dijo en la campaña que «Rosario está peor que el resto en materia de seguridad».

—No comparto esa mirada, aunque no sé si lo dijo exactamente así.

—Sí, lo dijo en una entrevista con este diario.

—No comparto, a poco que su gobernadora electa en Buenos Aires (María Eugenia Vidal) empiece a gobernar va a advertir que los problemas de Rosario son todavía pocos al lado de los que existen allí. Necesitamos un mayor compromiso de la Nación en la lucha contra el narcotráfico, más juzgados federales, fiscales federales especializados en lavado de dinero, control en los accesos viales en la provincia, control de la Prefectura en la línea costera. Si trabajamos en conjunto vamos a lograr buenos resultados.

—¿Se derogará parte de la ley policial de 2006 que horizontalizó a la policía?

—Dispondrá de arranque que todas las unidades policiales pasen a depender del jefe de la policía, que recibirá instrucciones del gobernador, del ministro y del secretario de Seguridad. Desde allí nos tomaremos 4 meses hasta que comiencen las sesiones ordinarias de la Legislatura para enviar un proyecto de reforma de la actual ley policial. No volveremos a la vieja ley policial, pero queremos introducir cambios. Hay cosas para corregir y se lo vamos a proponer a la Legislatura a principios de 2016.

—Barletta y Corral hablaron de la importancia de fusionar a Cambiemos con el Frente Progresista. Bonfatti dijo que no quiere saber nada con Del Sel y Reutemann. ¿Cuál es su mirada?

—Veo el escenario político con mucho optimismo, me entusiasma. Es un escenario de mayor pluralismo. Por primera vez hay un presidente que no pertenece a ninguno de los dos partidos mayoritarios, más allá de las diferencias políticas que tenemos con el PRO. Siempre sostuve la necesidad de romper con el bipartidismo en la Argentina, y esto abre un escenario interesante para fuerzas alternativas como la nuestra. El socialismo, el Frente Progresista, puede convertirse en actor importante. No me parece bueno estar pensando en alianzas electorales a futuro. Hay que recuperar el debate político, de ideas. Eso requiere de fuerzas distintas que tal vez luego puedan llegar a una síntesis en función de la gobernabilidad de una provincia y un país.

—¿Y se imagina un acuerdo con Reutemann y Del Sel?

—No me imagino un escenario electoral futuro compartiendo un mismo espacio con Reutemann, o incluso con Del Sel. Pero esto no excluye el diálogo, como lo hicimos con Del Sel para conversar sobre el futuro de Santa Fe. La Argentina del blanco o negro se terminó: vamos a una etapa distinta, con apertura y debate democrático.

(La Capital)