La OTAN pretende restringir el resurgimiento militar ruso

Los componentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte están firmemente decididos a enfrentar el resurgimiento militar ruso y para ello debe hacerse cargo de un número importante de desafíos.

Uno de los retos a resolver es el hallar un gobierno que decida encabezar con sus fuerzas militares, junto a otras tres unidades bélicas, el despliegue de efectivos en los territorios de Polonia y de los países bálticos.

Tal necesidad de ocupar regiones surge a partir de la ofensiva militar soviética en Crimea y el este de Ucrania, a lo que se agrega una campaña de bombardeos rusos en Siria que han servido para demostrar a quien quiera darse cuenta, que las capacidades militares moscovitas han crecido.

Uso de armas nucleares tácticas

Incluso el Pentágono y la OTAN habrían escuchado comentarios rusos sobre la necesidad de utilizar armas nucleares tácticas, sobre las que ya hemos desarrollado varias columnas en Introspecciones.

A pesar de lo enunciado, presidentes europeos son renuentes a incrementar el poderío militar, escudándose en la dificultad de hacer lo propio con los gastos en materiales militares ofensivos. Incluso Italia recorta ese tipo de gastos y Francia no está muy de acuerdo en mantener la alianza de la OTAN, debido a que estima que es una forma de adecuarse a los posicionamientos estadounidenses.

Por su parte, la OTAN estima que es necesario establecer cuatro batallones de 1.000 efectivos cada uno en los países limítrofes con Rusia y para ello ya logró el aporte de Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos. Sólo resta agregar el cuarto batallón antes del 8 de julio, momento en que se iniciará en Varsovia la reunión cumbre disuasoria.

A pesar de la falta de información al respecto, estamos en condiciones de puntualizar que los batallones dispuestos estarán fuertemente equipados para hacer daño al invasor y, además, pueden ser rápidamente reforzados con fuerzas de reacción rápida, a lo que se agregará una brigada norteamericana de combate brindado de 5.000 hombres en Europa con tanques y artillería posicionados de antemano.

El gobierno polaco estima que parte del mencionado equipo bélico debe ser preposicionado en su territorio aunque, vale apuntarlo, la mayoría de las fuerzas estarán destinadas en Alemania, Bélgica y Holanda, que cuentan con instalaciones para almacenar y transportar ojivas nucleares.

Análisis minucioso

La Organización del Tratado del Atlántico Norte está cumplimentando aceleradamente un análisis meticuloso de los puentes, caminos y vías férreas de sus estados miembros en Europa Central y Oriental.

La reacción, estima la OTAN, debe ser rápida y colectiva ante un ataque ruso de misiles y despliegue de fuerzas terrestres y aéreas, incluso para defender los territorios de Rumania, Bulgaria y Turquía.

Analistas de inteligencia de la OTAN entienden que los rusos consideran de utilidad el uso de armas nucleares, en un primer ataque, para disuadir al enemigo, que debería ser el destinatario de agresiones cibernéticas, de manera paralela.

En marzo del 2015, vale subrayarlo, el jefe de la Comisión de Asuntos Extranjeros del Parlamento ruso, Alexei Pushkov, dejó entrever que “Crimea tiene muchos más motivos para formar parte de Rusia que las Malvinas para formar parte de Gran Bretaña”.

Las declaraciones de Pushkov, en respuesta a críticas de Londres a Moscú por anexar la ex península ucraniana a su territorio, se extendieron por medios de comunicación británicos.

Rusos en Latinoamérica

El diario británico Sunday Express, para alertar sobre el reposicionamiento ruso en Latinoamérica y específicamente en Argentina, informó que Rusia ofreció a nuestro país intercambiar 12 aviones de combate Sukhoi-24 M por alimentos y recordó la profundización de las relaciones ruso-argentinas en 2010, cuando los soviéticos le cedieron a nuestro país dos helicópteros de asalto Mi 17, que me dicen, prestarían servicio en la VII Brigada Aérea.

Argentina también habría estado interesada en comprar 24 cazas SAAB JAS 39 Gripenng con componentes británicos.

Conversaciones con los chinos

Luego Argentina mantuvo conversaciones con el gobierno de China para comprar 20 aviones de combate FC-1/JF 17 Thunder, con capacidad de llegada a Malvinas. La empresa que los construye es la Chengdu Aircraft y el aparato en cuestión puede alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.8, con un rango de combate de 1.350 kilómetros, lo que le permite hacer un vuelo de ida y vuelta a Puerto Argentino desde la base de Tierra del Fuego.

En el Thunder se pueden cargar misiles aire-aire y bombas guiadas por laser, con las que podría ser atacada la base de Mount Pleasant de Malvinas, donde los ingleses tienen instalado un comando de gestión de batallas y una central de comunicaciones, junto a computadoras que permiten dirigir la actividad de inteligencia militar junto a radares y misiles de última tecnología. (BCM 4 I).

Los trascendidos sobre el armamento de defensa en la isla refieren a un sistema de defensa aéreo conectado al de lanzamiento de misiles que incluye un radas jirafa que en 2013 habría costado instalar en conjunto 95 millones de dólares.

Pero regresando al origen de nuestra columna, es necesario concluir que la naturaleza imprevisible de acciones bélicas que generan los rusos, a veces, es utilizada por los separatistas con el apoyo soviético en el este de Ucrania.

Es el mecanismo habitual que utilizan los rebeldes para expandir sus conflictos atacando a otras fuerzas y, como consecuencia colateral, llevan a los rusos y norteamericanos a ponerse a tiro de un nuevo conflicto de imprevisibles consecuencias.[1]

[1] Recordar el derribo de un avión comercial de Malaysian Arilines sobre territorio ucraniano en 2014.

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com