El ISIS comienza a sentirse encerrado y desesperado

A casi un mes después de ocurrido el ataque de Estados Unidos con un drone -26 de julio en el distrito de Kot-, Omar Zakhilwal, embajador afgano en Islamabad (Pakistán) confirmó la muerte de Hafiz Saed Jan, líder de Jurasán (filial paquistaní del ISIS).

El episodio tuvo lugar en la provincia de Nangarhar y a 24 horas de haberse dado el informe, el ejército estadounidense no confirmó la muerte del líder talibán yihadista, quien fue abatido junto a sus comandantes y un número no precisado de combatientes.

El terrorista muerto fue miembro de los talibanes pakistaníes hasta de jurar lealtad al Estado Islámico (EI), luego que esta última organización irrumpiera en Afganistán a principios de 2015, donde, se estima, cuenta con aproximadamente 3.000 efectivos, de los cuáles la gran mayoría, proceden de los talibán que se apartaron del comando de insurgencia afgana.

Es evidente que las fuerzas conjuntas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han comenzado a producir profundos resultados positivos, en el campo bélico, contra el ISIS. Los trascendidos que surgen a la superficie están indicando que se han logrado obtener documentos que revelan que los yihadistas han entrado en una “fase crítica” en Siria respecto de su califato.

El vocero de la coalición internacional Steve Warren confirmó que “se han visto documentos en los que el ISIS declaró el estado de emergencia y decidió reposicionar sus fuerzas militares”

El militar subrayó indirectamente que ello posibilitaría lograr la captura de los líderes que “se presume se hallan escondidos en los alrededores de Raqqa”. El mismo vocero dejó trascender que “se ha entrado en la segunda fase del conflicto”. Las fuerzas conjuntas han recuperado el 40 por ciento del territorio controlado por el ISIS en Siria e Irak.

Las fuerzas de coalición, en los últimos sesenta días, junto a los árabes rebeldes han ido ganando terreno y controlan –según Warren-, sectores del este y el oeste de Raqqa.

Warren, vale decirlo, no ha hecho puntualizaciones acerca del dilema que le está preocupando a la coalición: Las imprevisiones existentes respecto de los soldados del ISIS que se rinden tras cada enfrentamiento, aunque vale destacar que el EI les facilita el problema, ya que sus soldados rasos (inghimasi) combaten hasta la muerte.

A pesar de ello, las fuerzas conjuntas saben que se las verán en figurillas una vez que se invadan ciudades como Mosul en Irak y Raqqa, en Siria, ya que miles de insurgentes se rendirán. Sobre esta cuestión ya comenzó a tomar previsiones la Cruz Roja antes que el tema comience a ser insoluble.

La cúpula militar de la OTAN no quiere que se repita la gravísima problemática que debió enfrentar en el 2001, oportunidad en la que miles de talibanes se rindieron ante jefes regionales afganos que respondían a EE.UU., siendo pasados por las armas.

Christoph Wilke, de Human Rigts, apuntó que puede llegarse a dar el caso que combatientes del EI, responsables de atrocidades se libren de ser juzgados tras su detención por lo que sugirió que se debe intentar identificarlos y, a través de interrogatorios controlados, determinar lo que hicieron, para luego derivarlos a prisiones.

Encerrados y desesperados

Las fuerzas conjuntas de la OTAN estarían estimando que La cúpula del ISIS está dirigiendo sus fuerzas en retroceso territorial, a la vez que está viendo que la idea de construir un califato universal con base en Irak y Siria se está perdiendo de manera lenta pero inexorable.

Es por esa razón que presumen que desesperados, a modo de distracción y para generar terror, intentarán expandir sus objetivos a Latinoamérica. Los primeros datos que han tomado medios de comunicación argentinos, en función de declaraciones públicas de funcionarios de seguridad a nivel nacional, han incrementado la “observación” de movimientos en iglesias católicas y la zona de Yaciretá.

Al gobierno argentino no se le escapa que frente a Yaciretá hay una colectividad árabe y existe la preocupación que en su seno hay componentes de una “célula dormida”.

El ex secretario de inteligencia Miguel Ángel Toma[1] hace mención a las instrucciones que el ISIS da a sus “lobos solitarios” para “aterrorizar a los infieles en su tierra” mediante una metodología que contempla la concreción de planes simples y efectivos mediante el uso de armas que puedan causar daño y pánico “provocando muerte y heridos a los enemigos de Alá”. La cuestión es provocar caos mediante el terror en su máxima expresión, al punto tal que los terroristas pretenden que “ningún infiel debe sentirse seguro ni en el sótano de su casa”.

Toma, en el mismo artículo, apoyado en fuentes de inteligencia confiables, no duda en afirmar que “hay más de una veintena de latinoamericanos-entre ellos varios argentinos-, combatiendo junto al ISIS en Siria”.
La ministra de Seguridad nacional Patricia Bullrich admitió que “se está trabajando en un Centro de alerta Temprana” en cruces fronterizos”. Es obvio que busca obtener información sensible a través de agencias de inteligencia del mundo que padecen la amenaza terrorista.

[1] Clarín. 9/8/2016. “La argentina frente al terrorismo”.p.27

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Ricardo Marconi

Licenciado en Periodismo. Posgrado en Comunicación Política. rimar9900@hotmail.com