A Colón le bastó con llegar dos veces para vencer a Newell’s en el Coloso

Los rojinegros hicieron todo el gasto del partido pero tuvieron un minuto fatídico, ya que a los 29 vio la roja Bernardi y a los 30′ llegó el tanto sabalero por intermedio de Alario. Con el triunfo, el rival leproso se trepó a la punta del torneo Final. Sobre el final, Villalba también vio la roja y Newell’s terminó con 9.

Newell’s perdió 1 a 0 ante Colón, con gol de Alario a los 30 del complemento. Los rojinegros hicieron todo el gasto del partido pero tuvieron un minuto fatídico, ya que a los 29 vio la roja Bernardi y ahí nomás llegó el tanto sabalero. Con el triunfo, el rival leproso se trepó a la punta tras la 14ª fecha del torneo Final.

Se sabía de antemano que el partido iba a ser chivo, que este equipo sabalero es un hueso duro de roer, pero hubo algo de pocas ideas y falta de claridad en el juego rojinegro que contribuyó a la tediosa medianía que acabó sin goles en los primeros 45 minutos.

La fórmula del equipo de Osella es conocida: correr, meter y cuando se puede golpear. En el Coloso no fue más precavido que de costumbre y si bien esperó ordenado contra su área cuando la posesión era rojinegra, algo bastante frecuente en la primera parte, cada vez que se hizo del balón salió rápido y prolijo y la propuesta fue contestar bien profundo.

Pero de a poco, con Bernardi por derecha y Figueroa por izquierda como generadores de juego, Newell’s empezó a inclinar la cancha con juego y peligrosidad.

Hubo chances de Figueroa, Ponce, Bernardi y Casco, no muy claras es cierto, pero posibilidades al fin.

Y Colón se empezó a apagar, resignó terreno y apostó en forma decidida a dos líneas de cuatro jugadores bien contra su área y desde allí tratar de meter una contra veloz.

Luego de un primer cuarto de hora insinuante en ambas áreas, el partido se armó con todos los condimentos que entregaba la previa, es decir Newell’s monopolizando la pelota en tres cuartos de cancha aunque con pocas ideas para lograr profundidad, y Colón bien aplicado en mantener el cero en su arco porque la premisa es ante todo no perder.

Más de lo mismo: dominio territorial, posesión del balón, paciencia y toque lateral, pero cero profundidad. Así fue la presentación de los rojinegros en el segundo tiempo en el Coloso ante los sabaleros.

Entró Trezeguet por Ponce para que el faro del área rival tuviese mayor jerarquía y por allí poder terminar de descifrar y romper el entramado que le propuso el conjunto de Osella.

Se repitieron los hombres del Parque, y la falta de sorpresa se paga caro ante un planteo tan utilitario como el de Colón. Entonces ni las subidas de Casco y Beloso por las bandas arrimaron zozobra aunque un remate de Casco que se desvió en un defensor reventó el travesaño pisando los 25.

Entró Manso por Tonso para buscar ese pase entre líneas pero ahí nomás Bernardi se fue expulsado por un exceso verbal, porque la roja vino tras cartón de la amarilla.

Y el minuto fatal para Newell’s terminó de la peor manera, porque Meli se escapó por derecha y mandó un centro perfecto para la cabeza de Alario, que casi desde el punto penal sentenció a Guzmán y decretó la apertura del marcador.

Iban 30 minutos y Newel’s fue a la carga con mucha vergüenza deportiva, pero este Colón sabe a qué juega y cómo jugarlo. Se abroqueló con orden y firmeza atrás y tuvo algo de suerte.

Un tiro libre de Figueroa que llevaba destino de red fue salvado de cabeza en la línea por Landa como avisando que hay algo más que un arquero como Montoya. Pese a que Castillo vio la roja en el descuento por doble amarilla. Y ahí nomás Villalba también se fue antes cuando bajó a Meli que se iba solo apara marcar el segundo.

La hinchada leprosa comenzó a cantar para premiar la entrega de su equipo y Newell’s fue hasta el final, con Guzmán en el área rival en el último centro, y Colón se aferró a una victoria que lo deposita otra vez en la cima del torneo aunque el discurso sigue siendo zafar del descenso.

(La Capital)