Venezuela, un país en el limbo entre la escasez general y el colapso político

La huida del país se plantea cada vez más como una salida a una situación en la que gobierno y oposición se muestran incapaces de encauzar el diálogo

Eva tiene tres trabajos: vendedora, taxista y doméstica. Con un sueldo de 60 euros al mes intenta ganarle la batalla al hambre. Pero el hambre ha sido implacable. Dos de sus tres hijos padecen desnutrición desde comienzos del 2016, cuando uno de ellos sufrió un desmayo en la escuela y el diagnóstico médico confirmó las sospechas.
“Duele mucho no tener qué dar de comer a tus hijos, es terrible que el médico te diga que están desnutridos. ¿Pero qué más puedo hacer?, trabajo desde las 4 de la mañana, y este país se ha vuelto muy difícil, en la escuela suspendieron el comedor, y en casa comemos lo que se puede, pero rara vez podemos permitirnos carne o legumbres. Cuando se consiguen, los precios son imposibles. Desde hace mucho tiempo sólo hacemos dos comidas al día”.
Esta mujer de 35 años vive en Antímano, un barrio popular al norte de Caracas. Ella concilia sus horas de trabajo con las largas colas en los supermercados, donde asegura que las estanterías están cada vez más vacías.
Según la firma encuestadora Datanalisis, en el país existe un 80% de escasez de alimentos y medicinas. Esta plasma el via crucis de las familias, que en su mayoría deben pagar hasta un 400% más del coste del alimento en el mercado negro. El grupo parlamentario de la oposición presentó una propuesta en la Asamblea Nacional para aprobar el proyecto de Ley de Garantía de Alimentación Escolar, y así frenar la desnutrición infantil.

Sin efectivo
A pocos días de la Navidad, los venezolanos viven un nuevo capítulo de crisis económica: el retiro del billete de mayor denominación (que equivale a 5 céntimos). El presidente Maduro anunció inesperadamente la medida durante un discurso televisivo el pasado domingo, en el que denunció que Colombia y Estados Unidos organizaron una operación clandestina de sacar papel moneda para desestabilizar al país.
Las entidades bancarias colapsaron durante las 72 horas siguientes por los venezolanos desesperados por cambiar los billetes de 100 bolívares. Aún no hay monedas nuevas suficientes para sustituir los billetes y Nicolás Maduro pide paciencia a la población y mantiene además la orden de tener cerrada la frontera con Colombia. (La Vanguardia)