Cómo convertir una buena idea en una gran posibilidad de negocio

Dentro del técnico mundo de los negocios, las historias sobre emprendedores son casi tan seductoras como las novelas. De hecho, la empatía que generan podría explicarse bajo la misma fórmula: la existencia de un héroe o heroína que a partir de una situación de crisis derriba mágicamente todos los obstáculos. Incluso cuando parece que todo a su alrededor va a sucumbir el emprendedor-galán alcanza finalmente el éxito, triunfa en el mercado y se gana la admiración de quienes- desde el lugar del espectador- empiezan a creer que el milagro es posible.

Alejados de semejante magnetismo narrativo, la “moraleja” que se empeñaron en transmitir los protagonistas de la IV Conferencia de Endeavor realizada en Rosario poco tiene de mediático. Consultados por punto biz, los elegidos  brindaron varias claves para aquellos que sueñan con el éxito del negocio propio. Como punto de arranque aseguraron que en la historia completa los fracasos pueden igualar a los triunfos y sobre todo, que la principal característica de un emprendedor exitoso no es la prodigiosa inteligencia sino más bien el tesón.

“Más trascendente que la idea es la tracción para llevarla adelante. Ideas hay muchas, pero hacen falta personas que asuman los riesgos de ejecutarlas”, resumió Martín Frascaroli, titular de Y2k Networks, una empresa cordobesa que desarrolla portales web y soluciones en atención al cliente. Y así como no hacen falta cerebros de antología, tampoco ideas descollantes. Por lo menos eso opinó Alejandro Larosa, fundador de la firma que brinda servicios de consultoría a empresas del agro FyO.com (Futuros y Opciones): “A veces parece que si uno no tiene un proyecto espectacular no puede arrancar, cuando en realidad no es imprescindible generar con tu producto un quiebre en
el mercado. Cada vez que hay algo que a uno no le gusta como funciona y cree que puede hacerlo mejor, hay una excusa para poner una pyme en marcha”.

A partir de esta noción se establece que casi cualquiera puede ser protagonista de la “novela”. Eso sí, para llegar al final feliz es primordial tener en cuenta algunos consejos clave que punto biz recolectó del testimonio de quienes supieron hacer de su pequeño caso un gran éxito.

La confianza es la base del financiamiento

El ABC en materia de entrepreneurship indica que para conseguir el capital inicial será preciso recurrir a las tres F: friends, family and fuls. Si bien hay quienes con algo más de suerte saltaron directo al paso dos y se hicieron de un angel investor (o primer inversor) desde el inicio, en la mayoría de los casos el dinero sale del círculo íntimo.

“Cuando empecé había perdido mi trabajo, no tenía nada y fue mi madre la que aportó los primeros $5.000 para folletería y un fax”, contó Jorge Finkielstajn, dueño de la fábrica porteña de objetos de diseño en acero torneado Tensocable. La de este arquitecto de Palermo es una de las típicas historias de garage, con la peculiaridad de que la familia y la confianza fueron factores clave en todos los aspectos del nacimiento de su empresa, que hoy le vende a arquitectos e hipermercados del país como Easy y Sodimac.

“De chico no viví con mi padre y la verdad es que, además de trabajo, necesitaba inventar algo que me permitiera estar con él. Así que aproveché para darle valor a su oficio de tornero”, confesó Finkielstajn durante la cumbre de Endeavor, mientras que  lucía sus jóvenes 80 y posaba para las fotos. De todas formas, los emprendedores coincidieron en que, aún cuando la empresa no es familiar, el aporte inicial suele venir de la mano de quienes mejor conocen al líder.

“En general el aporte se realiza en calidad de voto de confianza, como si dijeran ´me gusta tu idea, pero sobre todo confío en tu capacidad para desarrollarla y en tus condiciones de líder”, explicó Adolfo Rouillón, titular de la local Ultracongelados (Mondo Frizzata).

Emprendedor, genio y figura

La recomendación es comenzar cultivando el trato personal, tanto con los clientes como puertas adentro del equipo de trabajo, de manera que todos puedan reconocer una clara posición de guía. “No me gustaría dejar sin trabajo a las telefonistas, pero cuando yo quiero hablar con alguien agarro el teléfono y marco. La derivación de las secretarias la verdad me cae muy mal, creo que no es buena forma de arrancar una conversación de trabajo con intermediarios”, opinó Daniel Burman, el cineasta que montó una de las productoras de contenidos más exitosas del país.

“Entrepreneur significa explorador y al emprendedor se lo ve como a una especie de aventurero. Por ende, quienes lo siguen necesitan una persona que les confiera seguridad, un guía que demuestre que sabe lo que hace, que está presente y que a la vez valora a las personas con quienes trabaja”, dijo Renato Poloni, Ceo de la rosarina Nemo, firma desarrolladora de software destinado al sector turístico.

El equipo está

La elección de quienes serán co equipers en el desarrollo del emprendimiento es, para los emprendedores, un aspecto crucial. Sin embargo, sobre este tópico surgen diversas opiniones dependiendo del rubro en el que se encuadre la empresa en cuestión.

En este sentido, el realizador de contenidos audiovisuales Daniel Burman prefiere una dinámica de trabajo apoyada en la rotación: “Incorporar personas nuevas me genera un desarrollo más alto en términos creativos. Cuando uno se acostumbra a trabajar con alguien uno actúa en consecuencia de lo que otro espera de uno y es natural que se apaguen ciertas potencialidades”, relató.

Otros prefirieron sugerir consolidar un grupo que, por el contrario, esté motivado para seguir en la compañía. Un secreto repetido por los emprendedores habla de rodearse de personas que brinden además asesoramiento calificado en las diferentes áreas: “La clave es que el que trabaja para vos sepa mucho más que vos en su materia. Cuando el emprendedor cree que es el que todo lo conoce va camino al fracaso”, opinó Frascaroli.

Un 10 en finanzas

En tanto, si de asistencia se trata cabe señalar que el ítem crucial son las finanzas y sobre este punto nadie duda de que en caso de ser necesario, hay que recurrir a los mejores. De hecho, en casos como el de Adolfo Rouillón, el conocimiento en administración y finanzas es la base constitutiva del negocio.

“Cuando empecé a vender congelados lo único que sabía de alimentos era justamente alimentarme a mí mismo. Pero estaba seguro de que quería pensar en una tecnología que me permitiera agregarle valor a los alimentos y que además me posibilitara venderlo a otros mercados en buen estado. Así fue que empecé a estudiar, con muchísimo asesoramiento, el mercado de los congelados”, describió Rouillón.

Producto global 

Vale mencionar que quienes triunfaron con pymes propias apoyan el axioma que asegura que mientras más grande sea el mercado que abre el producto ofrecido, más fácil es lograr el éxito. “Replicable, rentable y reglobal” son las tres R marketineras que creó el equipo de Y2k a la hora de definir cómo debe ser su negocio. Hasta el director de FyO, que está pensado para funcionar en el país, reconoció que el tamaño del mercado incide en el desarrollo del emprendimiento: “En nuestro caso aún no pensamos en adaptar el formato a otros países, porque el del agro es uno de los pocos sectores del país que tiene un gran tamaño”, explicó Larosa.

“Mucho estómago” para soportar las presiones y las naturales caídas es otra de las características propias del emprendedor. Además, quien se juega por su negocio debe estar “dispuesto a perderlo todo”, a pesar de que reducir riesgos al mínimo es también parte de la tarea. Por unanimidad, el elemento que no puede estar ausente es el pasional. Finkielsztajn lo resumió cuando dijo: “Por mucho plan de negocios y potencial que tenga un negocio, los conflictos van surgir siempre. Por eso lo único que mantiene el motor prendido es el deseo de estar haciendo lo que uno hace”.