Santa Fe, provincia narco: Asesinan a policía que había denunciado vínculos entre la fuerza y la droga

Pablo Cejas fue acribillado anoche dentro de una casa en el barrio Yapeyú de Santa Fe. Luego arrastraron su cuerpo y lo dejaron tirado en la calle.

Un agente de la policía santafesina murió anoche luego de recibir al menos cuatro disparos en barrio Yapeyú de la ciudad de Santa Fe.

La víctima fue identificada como Pablo Cejas, quien en junio de 2015 había recibió dos balazos cuando viajaba en moto a la ciudad de Recreo. Luego del ataque, el oficial había denunciado que no fue un intento de robo, sino «un atentado contra su vida» por negarse a «encubrir bunkers y quioscos de droga».

Según los primeros datos de la investigación publicados por Dario Uno Santa Fe, Cejas habría sido acribillado anoche cerca de las 23.30 dentro de una vivienda en Neuquén al 6400, y luego arrastrado y abandonado en plena calle. A pocos metros de su cuerpo, hallaron la moto de la víctima y su teléfono celular.

Los vecinos alertaron sobre el suceso a la central policial 911, hasta donde llegaron llegaron policías de Orden Público y de Cuerpos que hallaron el cadáver. Hasta anoche no había detenidos por el asesinato que conmocionó a la popular barriada del norte de la ciudad.

Antecedentes

Pablo Cejas, además del ataque que sufrió en 2015, también había denunciado en julio de ese mismo año un atentado contra la casa de su suegra en Cabaña Leiva. En esa oportunidad, según su relato, cuatro personas dispararon contra la vivienda de su familiar.

Previo a ese suceso, el policía había declarado ante la Justicia y denunciado públicamente vínculos entre narcos y otros agentes del orden. «Hay muchos compañeros que apoyan lo que yo digo pero el problema es que hay muchos policías que tienen miedo de la propia fuerza», declaró a la prensa luego de su testimonio en sede judicial.

Otro hecho que lo tuvo como protagonista a Cejas ocurrió el 16 de julio de 2016 cuando durante tres horas y media se atrincheró en un bar de la Costanera ubicado en Javier de la Rosa y Almirante Brown. En esa oportunidad, sacó su arma reglamentaria -9 mm- y efectuó una serie de disparos al aire.

Con amenazas de querer suicidarse pidió hablar con la prensa y manifestó su descontento con el accionar de la Policía en el tema narcotráfico. Todo terminó cuando fiscales y el Grupo de Operaciones Especiales pudieron detenerlo. Luego fue trasladado al hospital Mira y López donde quedó alojado.(La Capital)