Bajaron los permisos de edificación, pero estiman que habrá un fuerte repunte

Los que se tramitaron en el primer semestre fueron los más bajos en una década. Proyectan más demanda por los créditos hipotecarios

Por Guillermo Zysman/La Capital

En el primer semestre de 2017 los permisos de edificación de Rosario cayeron al nivel más bajo en más de una década. Entre enero y junio se tramitaron 1.023 solicitudes para construir en la ciudad, frente a 1.032 de 2016 y 1.183 de 2015. La diferencia es mayor si se comparan los indicadores de este año con los registrados en 2007, en medio del boom de la construcción que tuvo la región: en el semestre de aquel año los trámites para construir habían sido 1.797.

Los datos oficiales de la Dirección General de Obras Particulares municipal a los que tuvo acceso La Capital muestran que más allá del repunte de la obra pública nacional, provincial y municipal, todavía el rebote no se siente tanto en el sector privado.

De todos modos, por el fortísimo incremento de la demanda y entrega de créditos hipotecarios, más el repunte de la actividad económica de los sectores agroexportadores, muchos analistas proyectan que se avecina un rebote en el sector inmobiliario de la ciudad.

En ese marco ya se presentó en el Concejo un proyecto para modificar el Código Urbano que rige en Rosario desde hace una década para permitir que se construya más en altura. La iniciativa cosechó los primeros reparos (ver aparte).

La oferta de créditos ajustados por inflación (UVA) ya empezó a mover la demanda no sólo de préstamos hipotecarios sino también de solicitudes prendarias para comprar un auto (ver página 4).

En cifras

Según los registros municipales, en el primer semestre del año en curso se presentaron 1.023 permisos de edificación para construir unos 288.467 metros cuadrados.

Los valores son ligeramente más bajos que los del año pasado, cuando hubo 1.032 solicitudes para construir 331.568 metros cuadrados de superficie. Y en 2015 los trámites iniciados ante Obras Particulares fueron 1.183 para unos 375.324 metros cuadrados.

Si se comparan los indicadores del primer semestre de este año con el momento de mayor intensidad de la construcción en Rosario, la diferencia es sustancial.

En 2007, en pleno boom de la construcción en la ciudad, se tramitaron 3.323 permisos para edificar sobre 1.161.204 metros cuadrados. De esa cifra, 1.797 habilitaciones se otorgaron en el primer semestre, casi un 80 por ciento más que el año en curso.

Razones

La titular de la Dirección de Obras Particulares municipal, Lorena Plano, admitió que los valores registrados en el primer semestre «pueden tener vinculación con la actividad económica» que no termina de repuntar en todos los sectores.

La funcionaria igual remarcó que «los indicadores de este año son muy similares a los del año pasado y el anterior. Hay diferencia con los años del boom cuando el ritmo de pedidos era muy intenso».

Plano remarcó que en los distritos «Centro y Norte el nivel de permisos de edificación se ha mantenido bastante estable en los últimos tiempos, con más permisos para levantar edificios en propiedad horizontal que de viviendas individuales».

Rechazo a la reforma

Cuando se le preguntó a la funcionaria si la baja de permisos de edificación se debía a las restricciones para construir en altura fijadas en el Código Urbano, Plano lo relativizó: «No creo que se deba a ese factor, porque hay muchas zonas donde se puede avanzar».

En la misma línea opinó el secretario de Planeamiento, Pablo Abalos. «Hay mucho margen para densificar distintas zonas de la ciudad. No creemos que sea necesario reformar el Código Urbano para apuntalar la construcción. El anterior plan urbanístico era de la década del 60 y estuvo vigente medio siglo, el de ahora no lleva diez años y hay que esperar para revisarlo», indicó.

No obstante ello, el titular de Planeamiento apuntó que «existe una comisión asesora en la que intervienen todos los sectores vinculados a la construcción, donde se analiza cómo viene aplicándose la nueva norma».

Al respecto, no descartó que se puedan hacer «leves correcciones consensuadas, pero no una reforma integral que lleva mucho tiempo y amerita hacerlo cuando haya transcurrido un tiempo prudencial».(Guillermo Zysman/La Capital)